Modernidad vs. Postmodernidad: Un Análisis Comparativo de Dos Eras

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 4,47 KB

La cultura postmoderna

Modernidad

La **modernidad** es un periodo de la historia de Europa que tiene lugar a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, coincidiendo con el fin del Antiguo Régimen y las revoluciones liberales (esto supone un cambio de sociedad). La modernidad empieza con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial.

Las características más importantes de este periodo son las grandes utopías sociales:

  • Movimientos culturales como la **Ilustración** (Movimiento cultural francés que tiene plena confianza en el poder de la razón para cambiar el mundo, construir un mundo mejor. El objetivo es que el hombre pensara y criticara la realidad. Algunos teóricos son Montesquieu, Rousseau, Voltaire, etc.).
  • Teorías políticas y filosóficas como las **Marxistas**, etc.

Doctrinas caracterizadas por la idea de progreso y la posibilidad de construir un mundo mejor: “sí, se puede”. La humanidad cree en el futuro.

  • Se antepone el interés general al particular (la unión hace la fuerza, aparece el movimiento obrero).
  • Imperio de la razón y de la ciencia: confiar absolutamente en el criterio científico como único criterio para conocer y explicar la realidad. Solo creen en lo demostrable.
  • Del teocentrismo (todo lo que pasa lo explica la voluntad divina) se pasa al antropocentrismo (el centro del universo es el hombre). El hombre crea su propio destino, su propia realidad, controlamos todo lo que nos pasa.

Postmodernidad

Significa la entrada de una nueva era, donde tiene lugar la expansión del proceso de producción, comercialización y consumo capitalista. Se empieza a hablar de postmodernidad a principios de los 80 (movimientos feministas, agrícolas) entre los años 80 y 90, sobre todo los 90 (caída del muro de Berlín).

Algunas características son:

  • Falta de horizonte utópico: el hombre postmoderno no acepta el mundo en el que vive, pero no tiene esperanzas de poder cambiarlo. Pérdida de confianza en los proyectos de transformación social. Desinterés por una humanidad mejor.
  • Ausencia de solidaridad: es el tiempo del “yo” y del intimismo, es decir, nuestra máxima preocupación somos nosotros mismos y no miramos más allá de nuestra satisfacción y realización personal. Se antepone el interés individual al general.
  • Auténtica “resurrección de la carne”: parece como si la liberación fuese cuestión de cama (es más bien un goce físico y vacío de sentimientos).
  • Momento de “dejarse ir o llevar”, es decir, posibilidad de vivir sin ideales (sin metas, sin proyectos de futuro).
  • Muerte de la épica: “todo vale, nada está prohibido”. No existe el pasado ni el futuro, sólo el presente “CARPE DIEM”. La estética sustituye a la ética. El éxito está ligado a la apariencia.
  • Declive del imperio de la razón: nos dejamos llevar más por el sentimiento que por la razón (no se razona). “El hombre no debe pensar” (Nietzsche).
  • El individuo fragmentado: el postmoderno no se aferra a nada y sus opiniones son susceptibles de modificaciones rápidas. “Lo que yo pienso ahora no lo tengo por qué pensar mañana”. “No hay coherencia entre lo que yo diga y lo que yo hago”.
  • Renuncia a los compromisos profundos, la meta es ser independiente afectivamente: “sexo frío”, orientado al placer breve, puntual, sin ambiciones de establecer relaciones excluyentes ni duraderas.
  • De la tolerancia a la indiferencia: pérdida de consenso social respecto a lo que está bien y no está tan bien. Los postmodernos renuncian a discutir sus opiniones: viven y dejan vivir. Hoy sobre todo, lo más extravagante tiene su público.
  • El retorno de las brujas: “boom” del esoterismo y de las ciencias ocultas.

Entradas relacionadas: