La Modernidad: Razón, Progreso y sus Contradicciones

La modernidad se caracteriza por la puesta en valor de la razón. Las luces de la razón, filosóficamente instaurada por Descartes (racionalista) a finales del S. XVII. Creador de la obra Discurso del método en la que pretende combatir, entre otros, los prejuicios, el sometimiento al dogma y las ideas tradicionales, mediante la razón. Sólo aquellas ideas que se presentan en la mente, la razón de manera clara las acepta, solo lo indubitable. La razón nos permite avanzar, crear un nuevo paradigma, nueva concepción de la realidad; en el que influyen distintas corrientes de pensamiento: Marxismo, Liberalismo e Ilustración.

El pensamiento ilustrado verá la etapa premoderna como la oscuridad, utilizarán la metáfora de las luces de la razón. La modernidad supone un cambio en la concepción del mundo. La modernidad supone una nueva cosmovisión en la que el elemento fundamental será la razón y no se va a aceptar más que aquello que las luces de la razón iluminan, es decir, lo que la razón dice que es razonable, que por lo tanto se debe aceptar. Si está en contradicción con el dogma pues en todo caso sería una cuestión de conciencia que los individuos resolverán a nivel íntimo, pero lo que no se puede negar es que lo que parece claro, lo iluminado por la razón, es lo que hay que aceptar y es lo que debe regir la vida en común, la cultura, la organización política y social. Este nuevo espíritu crítico y racional, comenzó en estos siglos pero en círculos demasiado pequeños y no se extendió entre otras cosas por el peligro.

La Ambigüedad de la Modernidad y el Surgimiento de la Posmodernidad

La modernidad es un concepto ambiguo y tiene una extensión en el tiempo muy importante, llega hasta nuestros días, cabe destacar que hay culturas y países a las que aún no ha llegado ni la racionalidad ni la ilustración; pero en occidente llega hasta nuestros días. Desde la década de los 60-70 del s. XX en occidente hay una contestación filosófica y cultural a la modernidad que se denomina posmodernidad, por lo que la modernidad está siendo cuestionada y está empezando a surgir una nueva corriente de pensamiento plural, teoría de teorías.

Transformación Social y el Individuo Moderno

La modernidad supone el paso de una sociedad agraria a una industrial, desarrollo de la ciencia y de la técnica. Substitución de una lógica piramidal y estratificada propia del Antiguo Régimen por una lógica del conocimiento, del mérito y del esfuerzo personal. Las sociedades premodernas eran fuertemente estratificadas, no existía el concepto de individuo que tenemos en la modernidad, la persona pertenecía a un estamento, a un linaje y esto era lo que determinaba el futuro de ese individuo de tal forma que las sociedades premodernas eran sociedades muy estáticas, era prácticamente imposible salir de la clase, estamento, de la que se nació. Sin embargo las sociedades modernas son muy dinámicas porque se empieza a reconocer al individuo como sujeto, y se reconoce el mérito y esfuerzo personal. Nos encontramos con casos como por ejemplo el de Obama que llegó a ser presidente y su abuela era esclava.

La Educación en la Modernidad: Entre la Razón Instrumental y la Formación Integral

La educación sería el medio necesario para convertirnos en seres autónomos, libres e iguales, un proceso hacia la consecución de la autonomía moral y emancipación de las personas. La educación, basada en el cultivo de la razón, supone el cultivo de las habilidades intelectuales básicas, como por ejemplo la capacidad para leer textos, para narrar, describir y expresar ideas de forma oral y escrita además de para dar cuenta de la praxis diaria y de los asuntos públicos. La Ilustración dice que la maldad se elimina acabando con la ignorancia y los prejuicios. Tiene una actitud hedonista: binomio educación-felicidad.

En el s. XXI la educación queda reducida a la educación instrumental, a la formación de personal técnico necesario para construir y mantener el aparato industrial. “Lo demás” (la formación política, moral, integral...) lo consideramos subalterno. La modernidad cuenta con una cara oculta, la ruptura del universalismo y de la igualdad: la mitad de la humanidad quedaba fuera de las luces de la razón. En el S. XVIII, se presenta conciencia de la existencia de las mujeres como colectivo. La forma de erradicar el problema de la violencia de género es educar en igualdad, procurar el desarrollo integral de todo el alumnado, además de, por ejemplo, examinar los contenidos y materiales utilizados para evitar elementos sexistas o que anulan modelos femeninos.

Las Corrientes Marginadas de la Modernidad: El Psicoanálisis de Freud

Dentro de la modernidad existen unas filosofías un tanto marginadas, un tanto malditas, con especial mención al psicoanálisis de Freud. Recordar que toda la cultura occidental, desde Sócrates, desde el inicio del filosofía hasta la actualidad (por ejemplo Habermas, cuyo pensamiento pertenece a la teoría crítica de la modernidad) es de claro carácter racionalista puesto que prima la razón, algunos la denominan logocéntrica, su núcleo es el logos, entendida también por falogocéntrica y optimista.

Como dije anteriormente se destaca el papel Freud, uno de los grandes irracionalistas, da gran importancia al inconsciente, ya que cree que todo tipo de civilización crea infelicidad ya que reprime las pulsiones de los individuos (consecución inmediata del placer). Las pulsiones no son instintos ya que sufren algún tipo de moldeamiento por la cultura. Primero teoriza sobre el psiquismo humano y posteriormente sobre la cultura y la sociedad.

Freud y la Importancia del Inconsciente

Charcot utilizaba la hipnosis para curar a las pacientes de histeria, y Freud comenzó a aplicar esta terapia, pero no todas las personas son susceptibles de ser hipnotizadas y además requería un trabajo y un esfuerzo considerable. Para Freud tiene especial relevancia el psiquismo infantil, etapa fundamental para superar adecuadamente los diversos problemas para llegar a configurar un psiquismo más o menos maduro, puesto que el conflicto es permanente a la vida humana. Freud es uno de los primeros en defender que el psiquismo no viene dado desde el nacimiento sí que se configura con el entorno, el ámbito familiar era influencia por excelencia. No nacemos con un psiquismo preestablecido, ni diferenciados sexualmente. La identidad de género y la sexual viene configurada por la interacción con el entorno. Los niños no accedían tan pronto a la educación por eso la importancia del entorno familiar.

Las Mujeres en la Modernidad: La Lucha por la Igualdad en un Contexto de Exclusión

La posición histórica y social de las mujeres en cuanto sujetas subordinadas, oprimidas, negadas o invisibilizadas por los modos dominantes de producción y por las relaciones sociales empieza a cuestionarse durante la época de la modernidad. En ello reside el particular interés del período para la historia de las mujeres: en ese contexto, de grandes cambios sociales, fue posible práctica sediciosa de las mujeres durante la Revolución francesa, ambiente propicio para re-significaciones y del lenguaje universal. La modernidad nos ha heredado un legado filosófico en el que se instituyen los valores propios de la Ilustración: libertad, autonomía, igualdad, lucha de la razón contra el prejuicio, como elementos que propiciarán la aparición del pensamiento feminista.

Es el contexto en el que, como grupo de excluidas, las mujeres luchan por la igualdad, aunque sin romper aún con todo aquello que es producto de la dominación. La oposición a la totalidad del sistema que creó la polaridad masculino-femenina y el planteamiento de alternativas sociales que pueden transformar la relación de género es más bien propia de la segunda mitad del siglo XX.

Precursoras de la Igualdad: Josefa Amar y Condorcet

Si bien antes de la revolución francesa hubo mujeres que desde una posición individual plantearon reivindicaciones en pro de la igualdad femenina, uno de esos casos dignos de sobresaltar es el de Josefa Amar, española e ilustrada. Con sus obras como Importancia de la instrucción que conviene dar a las mujeres (1784), hubo que ir al encuentro de la Revolución Francesa para que la palabra de las mujeres empezara a enunciarse.

Entre los ilustrados franceses que elaboraron el programa ideológico de la revolución destaca la figura de Condorcet, reclamó el reconocimiento del papel social de la mujer y comparaba la condición social de las mujeres de su época con la de los esclavos.

Tras el triunfo de la revolución de 1789 éste resaltó la contradicción evidente: una revolución que basaba su justificación en la idea universal de la igualdad natural y política de los seres humanos, negaba el acceso a las mujeres, la mitad de la población, a los derechos políticos, lo que en realidad significaba negar su libertad y su igualdad respecto al resto de los individuos.