Modelos de Gestión de Drogas: Perspectivas Históricas y Sociopolíticas

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Modelos de Comprensión y Gestión Política de las Drogas

Introducción

Los modelos básicos de definición de las drogas son conjuntos de discursos y normas, formas de acción y procesos de institucionalización. Están relacionados con formas de gestión, control, reproducción de comportamientos y normas, así como con el desarrollo de profesionales, expertos e instituciones. Existen tres modelos principales: el médico, el penal y el sociocultural (propuesto por Romaní). A través de ellos se ha desarrollado la construcción social del «problema de las drogas».

Pero, ¿qué es el «problema de las drogas»? Se define como el conjunto de formulaciones que sitúan el tema de las drogas como un problema social. En las sociedades contemporáneas, especialmente las urbano-industriales, es común la intervención de especialistas y expertos en diversos aspectos de la realidad social. Algunas áreas de esta realidad social se entienden como problemas sociales, los cuales a menudo ocultan conflictos subyacentes.

El Modelo Penal

Inicios en el Contexto Global

Las Guerras del Opio (Principios del Siglo XIX)

China era el único productor de té, y la moneda de cambio principal era la plata. Sin embargo, al agotarse esta, comenzó a utilizarse el opio. Los ingleses facilitaron su introducción de contrabando en China, ya que allí se cobraba en plata, lo que les permitía pagar el té. Finalmente, la escasez de plata en China ocasionó el caos, y la dinastía Manchú reprimió a consumidores y traficantes europeos. Sin embargo, a través de las dos Guerras del Opio, la alianza anglo-francesa forzó a China a aceptar el libre comercio de opio.

El Prohibicionismo Moderno (Principios del Siglo XX)

Surgió en un contexto de sobreexplotación de los trabajadores y lucha sindical en Estados Unidos, donde parte del sueldo se pagaba en productos que generaban dependencia (alcohol, láudano —extracto de opio—). Esto chocaba con los ideales religiosos puritanos y con los intereses del gobierno federal. Con la lucha contra el opio, comenzó la «lucha contra las drogas». El modelo penal fue ensayado por primera vez en Filipinas, donde se reguló el opio en cantidades, establecimientos, etc. Finalmente, se buscó criminalizar su uso.

Puntos Clave de la «Lucha contra el Opio» en Política Exterior:
  • Eliminación de la base económica de la competencia (Inglaterra).
  • Apertura del inmenso mercado chino.
  • Consolidación del liderazgo mundial.
Puntos Clave en Política Interior:
  • Construcción de «la gran nación americana»: un modelo unitario para la heterogeneidad sociocultural.
  • Dominio de la clase media blanca, anglosajona y protestante (WASP).
  • Influencia de organizaciones religiosas puritanas sobre las minorías.
  • Identificación de minorías étnicas con las drogas.
  • Control social de las minorías étnicas mediante la fiscalización de drogas, amparado en la legislación.

Aplicación del Modelo Penal al «Problema de las Drogas» (Siglo XX)

El modelo penal conlleva:

  • Definición de un delito que produce criminalización y estigmatización en los usuarios.
  • Creación de un mercado negro.
  • Corrupción.
  • Desarrollo de cuerpos policiales y burocráticos especiales.
  • Acondicionamiento de políticas en casi todo el mundo.
  • Construcción de un poderoso sistema de control social.
  • La figura del drogadicto como chivo expiatorio.
Los Años 80: La Definición Global del Problema

En los años 80, la creación y definición de un problema social llevó a considerar a «las drogas» como uno de los primeros problemas mundiales, a pesar de la existencia de otros de mayor gravedad como la pobreza estructural, la explotación humana, la siniestralidad laboral, los accidentes de tráfico, las guerras y la violencia política.

Racismo, Marginalidad y Drogas: Consecuencias del Modelo Penal

Durante años, las leyes fiscalizadoras de drogas formaron parte de un conjunto de leyes racistas. No se asociaba el mismo tipo de droga a blancos que al resto, aunque en la realidad sí lo fuera. En 1937, la mayoría de los fumadores de marihuana en EE. UU. eran «negros, mexicanos y artistas». Se estableció una asociación entre el consumo de drogas y ciertos estilos musicales, por ejemplo, el jazz y el swing, calificados como «música satánica». Se alertaba sobre el supuesto peligro de inducir a las mujeres blancas a tener relaciones sexuales con minorías. Racistas blancos escribieron artículos y dictaron leyes locales o estatales, alertando sobre la «insolencia» de minorías étnicas bajo los efectos de las drogas, lo que llevó a muertes de afroamericanos por supuesta «insolencia».

El Modelo Médico

El Modelo Médico en el Siglo XIX

La medicina se basaba en el diagnóstico y el pronóstico (en su capacidad adivinatoria). La gestión de la enfermedad suponía una mayor interacción entre el médico y las redes sociales de sus pacientes. Se producía la síntesis de saberes populares y médicos. El médico competía con especialistas populares como barberos, sanadores y curanderos. Convivían la tradición culta (escritura) y la popular (oralidad). Se reconocía la tradición higienista de la medicina. Los medicamentos eran principalmente paliativos (para el dolor).

Inicios del Siglo XX: El Modelo Hospitalario

Se organizó en torno a la medicina experimental. La formación médica se volvió más específica. Los médicos debían curar e intervenir, y no solo diagnosticar y pronosticar. Los médicos ya no interactuaban con los sectores populares. Se impuso la tradición culta (escritura) frente a la tradición popular (transmisión oral). El ritual central era escribir la receta. Hubo avances significativos en la industria químico-farmacéutica, en cirugía y en otras tecnologías (como las jeringuillas). El descubrimiento de la penicilina y los antibióticos demostró que los medicamentos no solo eran paliativos, sino que también podían curar. Este modelo se fortaleció con los descubrimientos de la microbiología para combatir enfermedades infecciosas, lo que se consideró un éxito de la tecnología biomédica, en detrimento de la tradición higienista de la medicina. Se estableció una clasificación de medicamentos: controlados por médicos y «éticos» (de libre venta en farmacias). Se produjo la prohibición de ciertos fármacos, sobre todo analgésicos y alucinógenos. En algunos países, la cultura cristiana promovía el sufrimiento versus el dolor. Consecuencia directa: escasez de medicamentos. La demanda de las clases proletarias impulsó el desarrollo institucional, lo que llevó a la reorganización de instituciones sociales y estatales, incluyendo las penales y psiquiátricas, y a la extensión territorial del servicio.

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