Modelos de Familia y su Impacto en el Desarrollo Infantil: Perspectivas Clave
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Modelos de Familia y su Impacto en el Desarrollo Infantil
Este documento explora diversas perspectivas teóricas que abordan la complejidad de la familia y su influencia fundamental en el desarrollo de los individuos, especialmente en la infancia. Se presentan los modelos sistémico, ecológico, transaccional y evolutivo-educativo, destacando sus principios y aportaciones clave para comprender la dinámica familiar y su repercusión en el crecimiento y bienestar de los niños.
Modelo Sistémico y Familia
Este modelo considera a la familia como un conjunto de personas que interactúan de forma regular y repetida a través del tiempo, formando una entidad dinámica.
Desde esta concepción, la familia se caracteriza por:
- Cada integrante es parte de una entidad más amplia y debe asumir que cada conducta afecta a la globalidad del sistema.
- Es un sistema en constante interacción y transformación.
- Se asume un conjunto de funciones y se aceptan unos compromisos fundamentales (como la manutención, el cuidado y la transmisión cultural).
Modelo Ecológico y Familia
El modelo ecológico nos ayuda a comprender que el desarrollo del niño resulta de la interacción compleja entre lo biológico y lo social; es decir, de su potencial orgánico en desarrollo, de la forma en que actúa en el mundo y de cómo este "le trata".
Este modelo no considera la conducta del individuo de forma aislada, sino en su relación intrínseca con el ambiente en el que se desarrolla. Se resalta cómo las interacciones distantes tienen repercusiones en las más inmediatas.
Las necesidades y estilos familiares, así como las redes de apoyo social de las que disponen los padres, demuestran tener una alta incidencia en los patrones de interacción con sus hijos, lo cual se verá reflejado de diversas formas en el desarrollo del niño.
Modelo Transaccional y Familia
El modelo transaccional se centra en la combinación dinámica entre un individuo y su experiencia.
Las experiencias del contexto se entienden como el producto de las interacciones continuas y dinámicas entre el niño, su familia y su contexto social.
Los hijos, a través de las interacciones que establecen con sus padres, contribuyen de forma activa a moldear sus propios entornos de desarrollo.
El modelo transaccional es el que mejor explica las consecuencias del comportamiento como efectos tanto "del contexto en el niño" como "del niño en el contexto", enfatizando la reciprocidad de la influencia.
Modelo Evolutivo-Educativo y Familia
Este modelo desarrolla una perspectiva del valor formativo de la familia, aportando elementos de gran valor para la intervención familiar en atención temprana.
Rodrigo y Palacios (1998) proponen tres dimensiones elementales que el enfoque evolutivo-educativo de la familia debe considerar:
- Las cogniciones de los padres sobre el desarrollo y la educación de sus hijos.
- El estilo de las relaciones interpersonales dentro de la familia.
- El tipo de entorno educativo.
La familia es considerada como uno de los contextos más importantes que potencian y catalizan el desarrollo infantil.
Principios de Funcionalidad Familiar
La funcionalidad familiar, desde esta perspectiva, se concreta en los siguientes principios básicos:
- Asegurar la supervivencia de los hijos desde el punto de vista biológico y psicológico.
- Proporcionar a los hijos la estimulación necesaria para lograr el máximo desarrollo de sus capacidades y así poder relacionarse de forma adecuada con su entorno físico y social.
- Elegir otros contextos educativos que, junto con las familias, se encarguen de la formación de sus hijos.
En este enfoque, se valora la importancia de lo implícito y su significado en la determinación de las relaciones individuales, así como el peso de los diversos contextos.
Implicaciones para la Intervención Familiar
Se derivan cuatro ideas básicas con repercusión directa para la intervención:
- El estudio de la familia como un todo.
- La relevancia de los contextos y el uso de redes de apoyo sociales.
- La reciprocidad de las relaciones familia-niño y niño-familia.
- La relevancia de las cogniciones de los padres y el vínculo de apego en el desarrollo de los hijos.
Por todo ello, el niño, la familia y el contexto constituyen una unidad que debe materializarse en nuestro modelo de intervención.