El Modelo Político de los Austrias y la Cultura en la España del Siglo XVI
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El Modelo Político de los Austrias: La Unión de Reinos
Se puede definir el modelo político de los Austrias como una monarquía que gobernaba diferentes reinos mediante un sistema descentralizado, bajo la primacía de la corona castellana. El modelo fue heredado de los Reyes Católicos, aunque a partir de la segunda mitad del siglo XVI los reyes se hicieron sedentarios al fijar la capital en Madrid y se rodearon de una administración profesionalizada que se superponía a las administraciones de cada reino. El fortalecimiento del poder real se hizo por 3 medios:
- La consolidación de una red diplomática de embajadores.
- El aumento de la presencia de los secretarios de los consejos (el secretario personal del rey era, al mismo tiempo, secretario del consejo de estado).
- La burocratización de las acciones administrativas.
Desde el punto de vista de la administración central se habla de un gobierno mediante consejos (polisinodial) entre los que cabe destacar:
- El Consejo de Estado, presidido por el rey.
- Los consejos territoriales de Castilla, Aragón, Indias, Flandes, Italia y Portugal.
- Los consejos técnicos (Inquisición, órdenes militares, hacienda y guerra).
La función de los consejos era doble: elevar informes al monarca y resolver los asuntos de su jurisdicción. Desde el punto de vista de la administración territorial, cada territorio mantenía sus propias instituciones, y sus asuntos se trataban en los correspondientes consejos. Entre sus instituciones están los virreyes, que sustituían al monarca en los territorios no castellanos, las cortes y las audiencias. En el ámbito local, los municipios siguieron controlados por las oligarquías locales y por los corregidores nombrados por el rey. En Castilla se generalizó la venta de cargos municipales, mientras que en el reino de Aragón se generalizó la insaculación.
Cultura y Mentalidades de la España del Siglo XVI: La Inquisición
En el siglo XVI, la cultura española se movió entre el espíritu humanista del Renacimiento y la ortodoxia de la Contrarreforma. Se consideran grandes humanistas españoles a Juan Luis Vives y Juan Valdés. Las ideas humanistas entraron por las universidades, entre las que destaca la de Alcalá de Henares, fundada por el Cardenal Cisneros, mientras que las universidades tradicionales, como la de Salamanca, dieron un gran impulso a la teología, el derecho y la política económica, disciplinas en las que destacaron: Francisco Vitoria, que sentó las bases del derecho internacional; Domingo de Soto o Martín Azpilcueta, que fue el primero en formular la teoría cuantitativa del dinero. Asimismo, hay que destacar el avance de las ciencias ligadas al descubrimiento de nuevas tierras (geografía, botánica, química, ciencias naturales…).
A mediados del siglo XVI se produjo un cambio en la mentalidad, que coincidió con la subida al trono de Felipe II. Al ambiente de tolerancia intelectual y religiosa de la primera mitad de siglo va a suceder una segunda caracterizada por la intolerancia, una vez se produjo el triunfo de la reforma protestante en Europa. A la vanguardia de la ortodoxia católica se colocaron los teólogos españoles asistentes al Concilio de Trento (1545-1563): Alfonso de Salmerón, Diego López y Melchor Cano, así como una nueva orden religiosa, la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola.
Entre las manifestaciones artísticas y culturales hay que citar en el campo de la arquitectura el paso del gótico al estilo plateresco y al herreriano; en escultura hay que destacar los retablos y esculturas religiosas de Pedro Berruguete y Juan de Juni. En pintura hay que resaltar a El Greco y sus pinturas religiosas. En literatura sobresalen Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa. También hay que citar una obra realista, El Lazarillo de Tormes. Por otro lado, la actuación de la Inquisición (tribunal eclesiástico establecido para inquirir y castigar los delitos contra la fe) aumentó su actividad en la represión de moriscos y protestantes a partir de 1560. Asimismo, Felipe II reforzó la intolerancia religiosa en el espíritu de la Contrarreforma, al publicar un índice de libros prohibidos, con la prohibición de que los estudiantes estudiaran en universidades extranjeras…