El modelo espacial de los transportes: definimos como sistema de transporte a aquel que permite el traslado físico de bienes y personas de un lugar a otro. Esto puede ser terrestre, marítimo y aéreo. Las redes de transporte constituyen los principales elementos sobre los que se vertebra el territorio y son un factor clave, aunque no único. El sistema español de transportes se organiza en redes distribuidas de forma desigual y, por tanto, es un sistema desequilibrado. Las verdaderas raíces de nuestro actual sistema de transporte se remontan al reformismo borbónico. El desarrollo de la red de ferrocarriles se produjo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Quedaba así una configuración radial de la red de carreteras que se ha permutado hasta nuestros días. Las regiones costeras son las que tenían y disfrutaban de una mejor accesibilidad gracias a sus puertos, dejando a la zona de interior aislada. La llegada del automóvil en el siglo XX contribuyó a mejorar considerablemente dichas regiones y reforzar el carácter estratégico de Madrid. Hasta muy recientemente, la red de transporte ha sido muy deficiente y nuestras deficiencias en las infraestructuras aumentan los tiempos de recorrido y los costes. Para ello, el fondo de cohesión.
Transporte terrestre: entendemos fundamentalmente el ferrocarril y las carreteras, que son los medios más utilizados para el desplazamiento de personas y mercancías.
Carreteras: el crecimiento de la intensidad de tráfico en las carreteras españolas ha hecho necesaria la construcción de un número cada vez mayor de tramos de alta capacidad. España dispone de autopistas y autovías. Si bien en los primeros planes se diseñaron sobre todo las autopistas de peaje, pronto se dijo que las autovías eran menos costosas y producían menor impacto medioambiental. Esta red de carreteras ha adoptado la disposición radial, de forma que se han adaptado a los trazados de mayor tráfico. El primer plan de carreteras se centró en reforzar los ejes radiales. Sin embargo, se hizo necesario reforzar unos ejes transversales para comunicar de forma más equilibrada. El rasgo más sobresaliente de los planes actuales es su incidencia en los ejes transversales. Las comunicaciones terrestres transeuropeas son difíciles debido a nuestro carácter peninsular; nos conectamos con Europa a través de sus extremos occidental y oriental. Con los planes generales de carreteras, podemos afirmar que España ha experimentado un cambio radical en el mapa de accesibilidad.
Transporte marítimo: la red nacional de puertos del estado está formada por 28 puertos, considerados de interés general para el país, ya que tienen elementos decisivos en el marco de globalización. Su actividad está regulada por la Ley de Puertos de 1992. Atendiendo a la dificultad de las operaciones de carga y descarga, las estadísticas oficiales distinguen entre graneles líquidos, sólidos y mercancía general.
- Graneles líquidos: suponen un 39% del volumen de mercancías global. Su tráfico se concentra en 8 puertos, como Tarragona, Coruña, etc.
- Graneles sólidos: suponen el 31% del volumen global; el 60% de los productos de estos se transportan en contenedores.
- Mercancías generales: completan el 30% del volumen global de tráfico de mercancías.
El tráfico de cabotaje se dedica al transporte de productos petrolíferos, minerales, cemento y agua potable en la época de sequía y presenta una fuerte concentración.
El transporte de viajeros tiene menor importancia. Los puertos con mayor tráfico de viajeros son los que están a ambos lados del estrecho de Gibraltar.
- Fachada mediterránea: es la más dinámica y cuenta con 13 puertos de diversa talla y capacidad.
- Fachada atlántica: es menos potente y presenta un conjunto de puertos que se sitúan en los últimos niveles del rango jerárquico, dado su volumen de tráfico.
- Fachada cantábrica: este último se sitúa en el cuarto lugar en la jerarquía de puertos del estado por su posición estratégica en el mercado internacional.
En las últimas décadas, los espacios portuarios se han adaptado a las nuevas necesidades económicas. Las nuevas funciones han impulsado la creación de zonas de actividades logísticas, puntos de captación y distribución de mercancías que enlazan con camiones o ferrocarriles, de manera que se crea una cadena logística entre la producción.
Transporte aéreo: ha experimentado un rápido desarrollo por diversas causas.
- El aumento del poder adquisitivo permite viajar de forma más rápida, más cómoda y con mayor asiduidad.
- La liberación del tráfico aéreo aumenta la competencia entre las compañías aéreas y la competencia entre vuelos regulares.
- La creciente importancia del tiempo como coste de producción.
- La integración de España en la economía europea y global.
Las primeras líneas aéreas fueron Sevilla-Larache, Barcelona-Palma, etc. En plena Guerra Civil, Iberia protagonizó la aviación comercial. Más tarde, creó AVIACO, que se le asignó el transporte nocturno del correo aéreo con la posibilidad de admitir pasajeros hasta completar su carga.
Tráfico de pasajeros: en España hay 48 aeropuertos que se organizan en tres grandes grupos.
- Aeropuertos centrales: son los que ocupan el nivel más alto y son dos: Madrid-Barajas, que cuenta con el mayor número de enlaces aéreos internacionales, y Barcelona.
- Aeropuertos troncales: canalizan los tráficos de su hinterland en dirección hacia otros grandes centros.
- Aeropuertos locales o marginales: tienen enlaces con los aeropuertos centrales y con alguno de ellos con los troncales.
Un aeropuerto singular es el de Ciudad Real, ya que es el primer aeropuerto privado de nuestro país. Tráfico de mercancías: el avión solo resulta rentable para el caso de bienes perecederos y valiosos. Características del transporte aéreo: se encuentra muy concentrado en pocos aeropuertos y hay un excesivo número de aeropuertos para el tráfico que desarrollan.
El sector de las comunicaciones: se refiere a aquellas actividades que consisten en transmitir conocimientos e información de todo tipo, poniendo en contacto al emisor y al receptor. Desde el primer servicio de correo, que comenzó a mediados y a finales del siglo XIX con el invento del telégrafo, primero, luego del teléfono y en el primer tercio del siglo XX con la radio. Tras la Segunda Guerra Mundial, la radio fue seguida del cine y más tarde de la televisión. Gracias a la microelectrónica, la televisión ha ido incorporando muchos adelantos hasta ser, al día de hoy, lo más utilizado. La alta tecnología punta está magnificando en grado sumo la forma de almacenar, analizar y transmitir datos cada vez más necesarios e imprescindibles. La red telefónica cumple una función clave en la transmisión de información, ya que sustenta no solo los contactos telefónicos, sino también el telefax y el intercambio de datos entre ordenadores. A través de Internet, podemos transmitir y recibir una cantidad de información ilimitada desde cualquier lugar del planeta de forma inmediata y con un coste muy bajo. El sector de la telefonía móvil es uno de los más dinámicos en la actualidad.