Mobiliario de Asiento Luis XIV: Diseño, Confort y Protocolo en la Corte Francesa
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El Mobiliario de Asiento en el Reinado de Luis XIV: Lujo y Evolución
El reinado de Luis XIV (1643-1715), conocido como el Rey Sol, marcó una era de esplendor y grandiosidad en Francia, que se reflejó directamente en el diseño y la funcionalidad del mobiliario. La corte de Versalles se convirtió en el epicentro de la moda y el arte, impulsando la creación de piezas que no solo denotaban estatus, sino que también empezaban a integrar una incipiente búsqueda de confort. A continuación, exploramos las tipologías más representativas de asientos que definieron este período.
El Sillón de Brazos Luis XIV: Elegancia y Funcionalidad
El sillón de brazos es, sin duda, uno de los muebles más emblemáticos del reinado de Luis XIV, diseñado específicamente para la majestuosidad de Versalles y la figura del monarca. Su evolución refleja tanto las tendencias estéticas como las necesidades prácticas de la época.
La Silla "A la Francesa" y la "Coquetuille"
Las primeras sillas que surgieron en el período Luis XIV fueron las conocidas como sillas "a la francesa". De ellas se conservan muy pocos ejemplares, caracterizándose por ir totalmente tapizadas. Un tipo particular, la Coquetuille, era utilizada en las tertulias femeninas. Toda su estructura de madera iba forrada en tela, una característica que se remonta a los años preliminares del reinado, cuando Luis XIV era aún menor de edad.
Características del Sillón de Brazos Luis XIV
El mueble de asiento más característico de este reinado se distingue por su opulencia. La chambrana en X, por ejemplo, solía presentar una decoración excesiva y una ornamentación profusa. Los brazos, ligeramente curvados, no respondían únicamente a criterios estéticos, sino que estaban diseñados para mejorar la funcionalidad y el confort del usuario. El acabado del brazo era generalmente en carrete (término utilizado en mobiliario para lo que en arquitectura se denomina voluta). Otro elemento distintivo era el acanto, un motivo arquitectónico derivado de los capiteles corintios, que a menudo decoraba los brazos del asiento. Además, era común que el asiento se inclinara ligeramente para mayor comodidad.
El Sillón de Oreja: Hacia el Confort
Hacia finales del siglo XVII, con una creciente influencia inglesa y una búsqueda intrínseca de la comodidad, comenzaron a aparecer nuevas tipologías de mobiliario. El sillón de oreja es un claro ejemplo de esta tendencia tardía, diseñado específicamente para ofrecer un apoyo lateral a la cabeza, proporcionando un mayor confort y privacidad.
La Banqueta o Ploiant: Protocolo y Versatilidad
La banqueta, también conocida como Ploiant, era un asiento de cuatro patas con planta rectangular. Existían versiones con pata de tijera, que imitaban la apariencia de los muebles plegables, aunque la banqueta en sí no siempre era plegable. Esta pieza fue creada en respuesta a las estrictas demandas del protocolo de la corte, que dictaba que ciertos personajes debían sentarse en asientos individuales. Era una tipología muy presente, disponible con chambrana en X o con chambrana en H y estípites. Por protocolo, las damas podían sentarse en una banqueta o incluso sobre una almohada, y estos asientos se disponían siempre de forma perimetral en las estancias.
El Pequeño Reposo, Petit Repos o Cama de Día: Relajación en la Corte
A finales del siglo XVII, surgieron tipologías de mobiliario más relajadas, que, aunque no eran exclusivas del reinado de Luis XIV, sí se popularizaron durante este período. El pequeño reposo o cama de día fue introducido en Francia e Inglaterra por los Jesuitas. Su llegada no fue intencionada por motivos de diseño, sino por la necesidad de un asiento más cómodo que el suelo del barco durante sus viajes desde Oriente, de donde proviene este tipo de mueble. Sin saberlo, los Jesuitas sentaron las bases para la futura Chaise Longue.
La Chaise Longue: Un Legado de Confort
La Chaise Longue, más propia de finales del siglo XVII, alcanzaría una presencia absoluta en el siglo XVIII. Su uso se extendió en el siglo XVII como una "cama de día", permitiendo a las personas reposar sin necesidad de levantarse por completo. Es fascinante observar cómo la Chaise Longue tiene sus orígenes en la poltrona romana, donde los patricios comían reclinados. Oriente conservó este mueble a lo largo de los siglos, y fueron los Jesuitas quienes lo reintrodujeron en Francia, marcando el inicio de su popularidad en el mobiliario occidental.
Conclusión
El mobiliario de asiento del reinado de Luis XIV es un testimonio de la evolución del diseño, la artesanía y las costumbres sociales de la época. Desde los imponentes sillones de brazos hasta las innovadoras Chaise Longues, cada pieza refleja la búsqueda de un equilibrio entre la grandiosidad estética y una creciente atención al confort, sentando las bases para el desarrollo del mobiliario en los siglos venideros.