Mística y Ascética en el Siglo de Oro: Fray Luis de León y San Juan de la Cruz
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Introducción a la Mística y Ascética en la Literatura
Hallamos una serie de escritores insertados dentro de la mística y la ascética. Los poetas místicos buscaban la unión del alma con la divinidad, mientras que los ascetas pretendían conseguir la perfección moral. A menudo se mezclan ambas concepciones.
Fray Luis de León: Poeta y Humanista del Renacimiento
Fray Luis de León (Belmonte, Cuenca, 1527 - Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 1591) profesó en la Orden de San Agustín. Su vida estuvo marcada por su labor intelectual como catedrático y traductor, así como por persecuciones inquisitoriales debido a sus ideas y escritos.
Defensa del Castellano y Propósito Divulgativo
El latín era el idioma exclusivo en la enseñanza universitaria hasta que Fray Luis de León, junto a figuras como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, entre otros, defendió la enseñanza y la escritura en castellano. A Fray Luis de León le interesaba profundamente que todo el pueblo pudiera comprender su obra, motivo por el cual optó por escribir muchas de sus obras más significativas en lengua romance, buscando una mayor difusión de sus ideas y su mensaje espiritual.
Obras Destacadas de Fray Luis de León
Obras en Prosa
Escribió tanto en castellano como en latín. Su obra en prosa más importante es:
- De los nombres de Cristo (1583, 1585): un profundo tratado teológico y literario escrito en forma de diálogo renacentista, donde explora los diversos nombres o advocaciones que la Biblia atribuye a Cristo (como «Pimpollo», «Camino», «Pastor», «Príncipe de Paz», etc.), desentrañando su significado espiritual y doctrinal.
Obras en Verso
Su poesía, publicada póstumamente por Quevedo en 1631, es un referente de la lírica renacentista española. Entre sus odas más célebres se encuentran:
- Oda a la vida retirada: inspirada en el tópico horaciano del «Beatus ille» («Dichoso aquel que...»), esta oda es una alabanza de la vida sencilla, serena y desprendida en el campo, alejada de las ambiciones y el bullicio de la vida cortesana y urbana, como camino hacia la paz interior. Una oda es una composición poética del género lírico en la cual se expresa la admiración exaltada por algo o alguien; generalmente es extensa y de tono elevado.
- Noche Serena (Oda III, A Salinas): una poesía de plenitud donde, al escuchar la música del organista ciego Francisco de Salinas, el poeta eleva su espíritu y contempla la armonía del universo reflejada en el cielo estrellado, anhelando la paz celestial y la unión con la divinidad.
Temática y Estilo en la Poesía de Fray Luis de León
En la poesía de Fray Luis de León, es recurrente la idea neoplatónica del alma como prisionera del cuerpo, anhelando liberarse para ascender hacia la divinidad y la armonía universal (tópico del «cuerpo cárcel del alma»). Su obra refleja un anhelo de paz, conocimiento y trascendencia.
Su lírica tiene un fuerte componente autobiográfico, ya que en ella el poeta desvela sus vivencias espirituales, sus anhelos de paz interior (especialmente tras su estancia en prisión) y sus reflexiones ante las adversidades cotidianas.
El estilo de Fray Luis se caracteriza por su equilibrio clásico («Lira»), su sobriedad expresiva, la precisión léxica y una cuidada musicalidad. Busca la perfección formal, la claridad conceptual y la hondura del sentimiento, logrando una síntesis entre la tradición clásica y la espiritualidad cristiana.
San Juan de la Cruz: La Llama Viva del Amor Místico
San Juan de la Cruz (nacido como Juan de Yepes y Álvarez en Fontiveros, Ávila, en 1542 - Úbeda, Jaén, 1591) es una de las figuras cumbre de la mística cristiana y de la literatura española. Junto a Santa Teresa de Jesús, emprendió la reforma de la Orden del Carmelo, dando origen a los Carmelitas Descalzos.
Vida Contemplativa y Experiencia Mística
Nacido en el seno de una familia humilde, se dedicó gran parte de su vida a la fundación de conventos reformados. Durante toda su existencia, fue un profundo amante de la oración y la contemplación íntima, buscando la unión transformante con Dios. En todo lo que le rodeaba, especialmente en la naturaleza, veía la huella divina y un camino hacia el Creador.
Los diversos cautiverios y persecuciones que sufrió, incluyendo un duro encarcelamiento en Toledo (1577-1578) por parte de los carmelitas calzados, no hicieron sino acentuar su carácter inclinado al aislamiento, al recogimiento interior y a la profundización en su experiencia mística, que luego plasmaría en su sublime obra poética y sus tratados espirituales.
Obras Fundamentales de San Juan de la Cruz
En la poesía de San Juan de la Cruz, encontramos dos símbolos recurrentes y centrales: la presencia de Dios experimentada como «noche» o «tiniebla» (entendida como la fe y el proceso de purificación necesario para la unión) y la acción transformadora del Espíritu Santo como «llama de amor viva».
Sus principales poemas místicos, que luego comentó extensamente en prosa para guiar a otras almas, son:
-
Noche oscura del alma: Este poema, y su comentario en prosa (Subida del Monte Carmelo y Noche oscura), describe el proceso de unión del alma con Dios. Este camino implica etapas que se corresponden con las tres vías o estados del camino místico:
- Vía purgativa: El alma se purifica activamente de sus vicios, pecados y apegos sensibles a través de la oración, la penitencia y el desasimiento de lo terrenal. Es la «noche de los sentidos».
- Vía iluminativa: Una vez purificada en sus apetitos sensibles, el alma se somete a la voluntad de Dios y atraviesa la «noche del espíritu», una purificación pasiva más profunda donde Dios la prueba y fortalece en la fe, la esperanza y la caridad, iluminándola interiormente.
- Vía unitiva: Finalmente, el alma alcanza la unión transformante con Dios, el «matrimonio espiritual». En este estado pueden manifestarse fenómenos místicos extraordinarios como el éxtasis, la levitación o los estigmas (llagas en el cuerpo), aunque estos no son esenciales a la unión misma, que es una experiencia íntima de amor y conocimiento divino. Solo unos pocos alcanzan esta cumbre de la vida espiritual.
En el poema, la «noche», que inicialmente es símbolo de la fe oscura y de la purificación dolorosa, se convierte en el medio dichoso y secreto por el cual el alma (la amada) huye de sus ataduras («su casa sosegada») para encontrarse con Dios (el Amado). La noche, que al principio es oscuridad y tiniebla, se transforma en luz («noche amable más que el alborada») y se hace cómplice del amor entre los amantes divinos. El poema utiliza la alegoría de una muchacha que se escapa de su casa durante la noche para acudir a la cita con su enamorado.
- Cántico espiritual: Inspirado en el Cantar de los Cantares bíblico, este extenso poema describe, mediante el diálogo entre la Esposa (el alma) y el Esposo (Cristo), la búsqueda anhelante del alma por su Amado divino a través del mundo (la creación, que es vista como una huella de Dios). Finalmente, tras diversas vicisitudes y un intenso anhelo, el alma encuentra al Amado (Sus ojos se reflejan en una fuente) y ambos llegan a la unión amorosa y al éxtasis místico, celebrando su mutua pertenencia.
- Llama de amor viva: Poema breve pero de extraordinaria intensidad lírica, que canta la experiencia gozosa del alma ya transformada e inflamada por el amor de Dios, sintiendo cómo el Espíritu Santo la hiere suavemente con toques de amor divino («¡Oh llama de amor viva, / que tiernamente hieres / de mi alma en el más profundo centro!»), consumando la unión.
Estilo Literario de San Juan de la Cruz
El estilo de San Juan de la Cruz es de una extraordinaria intensidad lírica y profundidad simbólica, considerado por muchos la cumbre de la poesía en lengua castellana. En su poesía, elementos de la naturaleza como montes, valles, flores, fuentes, aves y fieras no son meros adornos, sino que se cargan de un profundo significado espiritual, representando ideas abstractas y toda su vivencia emotiva y mística.
Desde el punto de vista formal, se observa una aparente sencillez que esconde una gran elaboración artística y un perfecto dominio de las formas métricas tradicionales (principalmente la lira garcilasiana). Es característica la condensación expresiva: escasea el uso de verbos y adjetivos puramente ornamentales, mientras que el sustantivo, cargado de valor simbólico, es abundantísimo.
Su lenguaje poético está lleno de paradojas («música callada», «soledad sonora»), antítesis y símbolos audaces para expresar lo inefable de la experiencia mística. Son frecuentes las exclamaciones e interrogaciones retóricas que transmiten la vehemencia de sus sentimientos y la tensión espiritual del alma en su camino hacia Dios.