El Misterio de Cristo: Testimonios de la Resurrección y la Naturaleza del Dios Cristiano

La Resurrección en los Evangelios: Testimonios Literarios

Los Evangelios expresan el hecho de la resurrección a través de los testimonios literarios, que son estructuras diseñadas para explicar este evento central. Se puede considerar que el Antiguo Testamento (A.T.) es un testimonio de la resurrección de Jesús.

Tipos de Testimonios de la Resurrección en el Nuevo Testamento (N.T.)

En el N.T. encontramos 4 tipos de testimonios concretos de la resurrección de Jesús:

1. Confesiones de fe.
2. Himnos (o cánticos).
3. Relatos de apariciones.
4. Relatos sobre la tumba vacía.

Detalle de los Testimonios Clave

Hemos identificado los tres primeros:

• Confesiones de fe: Son frases breves que testimonian la resurrección de Jesús.
• Himnos: Cánticos que recitaban los apóstoles cuando se reunían.
• Relatos de encuentro con Jesús resucitado: El más importante. (Se clasifican en tres tipos: narraciones breves, dramatizadas y mezcla de ambas).

Elementos Estructurales de las Narraciones Breves

Todas las narraciones breves que encontramos en el N.T. constan de cinco elementos estructurales:

1. Una situación dada: Están los apóstoles o las mujeres.
2. Jesús sale al encuentro inesperadamente.
3. Jesús les saluda.
4. Hay un reconocimiento.
5. Reciben una misión.

Características Esenciales del Dios Cristiano

¿Qué caracteriza al Dios cristiano? Es eterno y creador de todas las cosas. El Dios que domina y utiliza la creación a su favor no es el Dios cristiano.

La Relación entre Dios y el Sufrimiento Humano

No es Dios quien tiene que evitar el dolor del hombre, sino que es el hombre quien tiene que evitar el dolor de Dios en la historia.

Observamos un paradigma que podríamos llamar bipolar: Dios es todopoderoso y, al mismo tiempo, eterno hecho mortal; el Dios infinito, necesitando que le cuiden, afectado por el sufrimiento y el dolor. Conocemos al Dios salvador, el que nos ayuda, el que llena nuestras necesidades, y al revelarse en Jesús, es un Dios que necesita de nosotros, es el que nace a merced del hombre.

Atributos Indivisibles de Dios

Las cualidades indivisibles de Dios son la fuerza, la divinidad, la sabiduría, la justicia, la bondad, etc. Dios da fuerzas a las personas, actúa a través de nosotros, y nos otorga el honor de no dejar morir ese sentimiento en nuestro interior. Nos da fuerza desde dentro.

Jesús como Revelación de la Esencia Humana

¿Qué significa que Jesús revela quién es el hombre?

Ser hombre significa corresponder al amor de Dios. La humanidad y la divinidad que Dios nos ofrece constituyen la unión más profunda, la unión personal. Todos los seres humanos estamos unidos a la humanidad de Jesús. Todo es Cuerpo de Cristo, y la persona de Cristo es singular por la unión de humanidad y divinidad.

Así pues, Jesús es la imagen más perfecta de Dios. Quien realmente realiza la esencia del hombre es Jesús, por eso Él nos revela qué es ser hombre.

El Sentido de la Vida Humana

Lo que da sentido a la vida del hombre es la voluntad de Dios. Jesús corresponde plenamente al amor de Dios. El sentido de la vida humana reside en que Dios ponga su amor y que la creación corresponda a ese amor de Dios. La relación con Dios es la relación con la realidad.

Las personas pecamos y por eso no somos perfectos, a diferencia de Dios, que nunca pecó. Jesús es perfecto como hombre y como Dios. Dios y el hombre no pelean entre sí por nada; el interés de Dios es el hombre.

Jesús y la Salvación del Pecado

¿Por qué decimos que Jesús nos salva del pecado?

El pecado es la falta de correspondencia al amor gratuito de Dios, manifestado a través de otras personas y de la creación. Si Jesús no hubiese sido fiel al Padre, la creación entera seguiría bajo el poder del pecado.

El Perdón Incondicional

Dios ya nos ha perdonado, puesto que el perdón de Dios está siempre ofrecido, porque el amor de Dios es incondicional. En Jesús, la creación entera ha sido transformada.

Al ser salvados del pecado, empezamos a reconocernos como pecadores. Solo quien ama es capaz de percibir que ama poco. Salvarnos del pecado nos hace percibir que somos pecadores.