Miguel Hernández: Síntesis de Tradición y Vanguardia en la Poesía Española
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Influencias Literarias en la Obra de Miguel Hernández
Miguel Hernández (1910-1942), perteneciente cronológicamente a la Generación del 36, sintetizó en su corta pero intensa carrera literaria la evolución de los poetas del 27.
Dámaso Alonso lo nombró “genial epígono” del 27. Hernández asimiló la poética de esta generación, homenajeándola en su poesía personal y original. La fusión entre tradición y vanguardia es una característica que une a Hernández con el grupo poético del 27, fruto de su lectura de los clásicos españoles y la influencia de las vanguardias.
Hernández era un poeta permeable que se empapaba de todo lo que leía. En su obra poética se rastrean influencias desde el Renacimiento del XVI hasta el folklorismo costumbrista de principios del siglo XX.
Etapa de Aprendizaje
En Orihuela, Hernández leía ávidamente a los clásicos del Siglo de Oro: Garcilaso, Fray Luis, Quevedo, Calderón y Lope. También a Machado y a su paisano G. Miró. En esta etapa, se inclinó por la imitación de escritores clásicos y contemporáneos, influenciado por Ramón Sijé.
Influencia de la Generación del 27
A partir de 1927, Hernández entró en contacto con Góngora a través de la Generación del 27. La metáfora pura gongorina fue asumida como paradigma del hermetismo del lenguaje poético de la “poesía pura”. En 1933, publicó su primer poemario, Perito en lunas.
El rayo que no cesa
Su segunda publicación, El rayo que no cesa (1936), entronca con el surrealismo y la tradición, tomando la métrica clásica (soneto quevedesco) y motivos temáticos del Cancionero de Petrarca.
Surrealismo
En los años treinta, el surrealismo produjo una"rehumanización del art", dando cabida a lo humano, social y político. En la poesía de Hernández, esta rehumanización se aprecia en El rayo que no cesa y Viento del pueblo, que plasma el giro hacia la poesía impura, comprometida y combativa.
Neopopularismo
El neopopularismo influyó en Viento del pueblo (1937). Hernández buscó una poesía más directa y cercana a los oprimidos, empleando el romance y el verso octosilábico.
Cancionero y romancero de ausencias
El neopopularismo también influyó en su último poemario, Cancionero y romancero de ausencias. Gustavo Adolfo Bécquer influyó en Hernández, quien utilizó el cantar, enlazando con una corriente revitalizadora iniciada por los posrománticos españoles y continuada por Machado y la Generación del 27.
Síntesis de Tradición y Vanguardia
En la obra de Miguel Hernández se origina una clara simbiosis entre tradición y vanguardia. El predominio de una u otra influencia viene determinado por la evolución del artista y sus necesidades expresivas. El trayecto del poeta oriolano es una acertada recopilación de todas las tendencias poéticas del momento, enriqueciendo su obra como una de las figuras más representativas de las letras castellanas del siglo pasado.