Miguel Hernández: Poesía, Compromiso y Resistencia

Miguel Hernández: Poesía de Compromiso y Lucha

“Viento del pueblo” (1937) es un poema de Miguel Hernández que pertenece a su tercera etapa poética, considerada como poesía bélica y de urgencia. La obra se encuentra enraizada en la lucha ideológica y la búsqueda de una nueva forma de literatura que logre enaltecer al miliciano en su resistencia contra el fascismo. Así, en estos poemas, se ha pasado del yo de la intimidad lírica al nosotros del compromiso social, bélico y político. Este texto pertenece a Miguel Hernández, una figura de anclaje entre las generaciones del 27 y el 36, que desarrolla la mayor parte de su obra poética durante la Guerra Civil. Fue un “genial epígono” del 27, a cuyos poetas admiró y con los que comparte la magistral combinación de tradición y modernidad; y es, a la vez, punto de referencia insoslayable para la poesía “humanizada” de posguerra, que se fragmentará en dos tendencias: la poesía arraigada y la poesía desarraigada.

La poesía arraigada será la que cultiven casi todos los autores de la generación del 36 que se identifican con el régimen franquista, aunque posteriormente se distancien de él. Por el contrario, la poesía desarraigada será la de aquellos que expresen en sus versos, en la línea de la poesía hernandiana, la desorientación y el caos de la vida humana. Después, en los años 50, al abandonar el espacio de la angustia existencial del individuo, esta poesía desarraigada evolucionará hacia una poesía social que denunciará la opresión y las injusticias sociales.

Tipos de Argumentos

• De autoridad: Se basa en la opinión o conocimiento de expertos en el tema para respaldar una idea.
• De datos o estadísticas: Utiliza cifras, estudios o hechos comprobables para fundamentar una posición.
• De ejemplificación: Expone casos concretos o ejemplos para ilustrar un argumento.
• De analogía: “Aprender a escribir es como aprender a caminar: se requiere tiempo y práctica”.
• De contraste: Destaca las diferencias entre dos situaciones o conceptos para aclarar una postura. Ejemplo: “A diferencia de las dietas rápidas, una alimentación balanceada ofrece resultados sostenibles”.
• De citas: Incluye frases textuales de autores, documentos o personalidades relevantes.
• De experiencia personal: Apoya la idea con vivencias propias que resultan significativas o representativas.
• De generalización indiscutible: Parte de hechos ampliamente aceptados o verdades universales para defender una idea.
• De causa-efecto: Ejemplo: “La deforestación aumenta las emisiones de CO₂, lo que contribuye al calentamiento global”.

(VIENTOS del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran)

La poesía de Miguel Hernández expresa ideas claras sobre temas como el compromiso social y político, la naturaleza, el amor, la vida y la muerte. Su obra está marcada por la Guerra Civil Española, y refleja un fuerte compromiso con la lucha por la justicia y la libertad. En relación con la naturaleza, utiliza imágenes de animales y escenas rurales para hablar de la lucha y la resistencia. El amor que muestra es hacia la tierra y el pueblo, vinculado con la lucha por la libertad, y la muerte aparece como algo inevitable, pero que se enfrenta con valentía. Estos temas son frecuentes en su poesía, donde mezcla la tradición popular con nuevas corrientes literarias para mostrar la urgencia de su tiempo.

En su libro Viento del pueblo (1937), estos temas son especialmente fuertes. El compromiso social y político se muestra en la lucha entre los “bueyes” (que representan la sumisión) y los “leones”, “toros” y “águilas” (que simbolizan la fuerza del pueblo en su lucha contra la opresión). La naturaleza también juega un papel importante: las "cordilleras de toros" y los "desfiladeros de águilas" son símbolos de la resistencia y valentía del pueblo. El amor que se presenta es el amor patriótico y hacia la tierra, que impulsa la lucha por la libertad. Hernández no ve la muerte como una derrota, sino como algo inevitable en la lucha por la justicia, y por eso enfrenta la muerte con dignidad: "Si me muero, que muera con la cabeza muy alta". Las imágenes de "bueyes" y "leones" destacan la diferencia entre la sumisión y la valentía de quienes luchan por la libertad. Así, Hernández muestra que la muerte está ligada a la lucha por la justicia, sin rendirse ni humillarse.

Viento del pueblo de Miguel Hernández es un romance, un poema compuesto por versos de 14 sílabas, que pertenece al género lírico porque expresa de forma intensa los sentimientos de dignidad, resistencia y rebeldía de la voz poética, identificada con la fuerza de su tierra y su gente. Hernández usa figuras literarias como metáforas ("vientos del pueblo" para representar la fuerza del pueblo), anáforas ("vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran") y antítesis, al comparar los "bueyes" (símbolos de sumisión) con los "leones" (símbolos de valentía). Este poema refleja el compromiso social y la defensa del pueblo oprimido, usando un lenguaje sencillo pero firme, característico del estilo de Hernández. También muestra el contexto de la Guerra Civil Española, en la que el poeta participó activamente.

El libro que incluye este poema combina tonos de exaltación, cuando elogia la fortaleza de los pueblos de España; de lamentación, al hablar de la opresión y la sumisión; y de denuncia, al criticar la injusticia. La obra se ve influida por el Neopopularismo, que utiliza un lenguaje simple y simbólico, propio de la tradición popular, y también incorpora elementos de la vanguardia, con un estilo directo y combativo, centrado en temas sociales y poniendo en segundo plano las preocupaciones estéticas.

(Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello, con el cuello perseguido)

En la poesía de Miguel Hernández, los temas principales son el compromiso social y político, la naturaleza, el amor, la vida y la muerte. Su obra denuncia con fuerza la explotación y las injusticias sociales. La naturaleza en sus poemas no solo es un entorno, sino que también simboliza las duras condiciones de vida de las personas. El amor se ve como una fuerza relacionada con el sufrimiento y la lucha, mientras que la vida y la muerte son presentadas como aspectos trágicos de la existencia humana. En El niño yuntero, estos temas se tratan de manera directa y conmovedora. El compromiso social y político es evidente en la denuncia de la explotación infantil en el campo, donde los niños nacen condenados al trabajo desde su nacimiento, sin esperanza de libertad. La naturaleza aquí se convierte en una metáfora de la opresión, mostrando la tierra como un lugar de sufrimiento continuo debido al trabajo inhumano. El amor se muestra como compasión por el niño que sufre, y la vida y la muerte se presentan como un ciclo imparable de agotamiento, donde la muerte parece una forma de liberación.

Por ejemplo, en "Carne de yugo, ha nacido más humillado que bello", se describe el cruel destino del niño, nacido para sufrir. La frase "Empieza a vivir, y empieza a morir de punta a punta" refleja la relación inescapable entre el trabajo, el sufrimiento y la muerte. "Cada nuevo día es más raíz, menos criatura" muestra cómo el niño se va transformando en parte de la tierra, perdiendo su humanidad a medida que trabaja. El poema denuncia la explotación laboral y muestra la vida como una condena, donde la muerte aparece como una forma de liberación.

"El niño yuntero" de Miguel Hernández está compuesto por cuartetos de versos octosílabos con rima consonante alterna (ABAB), utilizando una métrica popular que da un tono sencillo y cercano al poema. Este poema pertenece al género lírico porque expresa la compasión

del poeta por el sufrimiento de un niño campesino, con un tono doloroso y de denuncia social. Hernández usa figuras literarias como la metáfora ("carne de yugo", que simboliza el destino de explotación del niño) y la antítesis ("raíz" frente a "criatura") para contrastar la infancia con el sufrimiento. Los símbolos como el "yugo" representan la opresión, mientras que "el arado" y "la tierra" destacan la conexión entre el trabajo y el sacrificio.

Este poema refleja el estilo de Miguel Hernández, mostrando su compromiso social y empatía con los más desfavorecidos, especialmente con la clase campesina. Usa un lenguaje directo y emocional para dar voz a los que sufren. Este compromiso social se intensificó durante la Guerra Civil Española, cuando Hernández defendió las causas de los campesinos y obreros, poniéndolos en el centro de su poesía.

El poema tiene un tono de lamentación y compasión hacia el niño oprimido, y también una crítica feroz contra el sistema que lo condena. La obra está influenciada por el Neopopularismo, que usa un lenguaje sencillo y referencias a la vida rural, y también por la "poesía impura" o rehumanizada, que se enfoca en temas humanos y sociales. Así, Hernández convierte el sufrimiento individual en una denuncia colectiva, defendiendo a los más vulnerables.

("Me quedaré en España, compañero", me dijiste con gesto enamorado.Y al fin sin tu edificio trotante de guerrero en la hierba de España te has quedado.)

En la poesía de Miguel Hernández, los temas más comunes son el compromiso social y político, la naturaleza, el amor, y la vida y la muerte. Hernández dedica muchas de sus obras a denunciar las injusticias sociales y a luchar por la libertad, mostrando una gran solidaridad con los más oprimidos. La naturaleza en sus poemas es un símbolo tanto de la lucha y la resistencia, como de un campo de batalla donde se enfrentan los opresores y los héroes. El amor se vincula con el sufrimiento y la resistencia, y la vida y la muerte se presentan de forma trágica, con la muerte como resultado del sacrificio y la lucha. —-En Elegía segunda, estos temas son muy claros. El compromiso social y político se ve en la dedicación a la causa de la Guerra Civil Española, especialmente en la figura de Pablo de la Torriente. La naturaleza aparece en la imagen de la montaña que hereda la altura de Pablo, lo que sugiere una conexión entre su grandeza y la tierra que lo acoge. El amor se expresa en la admiración y lealtad hacia Pablo, cuya muerte deja una huella profunda. La vida y la muerte se entrelazan en el poema, como se ve en "la sangre sin objeto", que crece con el paso del tiempo.—-En el texto aparece la frase “Me quedaré en España, compañero” reflejan la decisión de Pablo de unirse a la lucha y quedarse en España, a pesar del peligro. La imagen de su muerte, “ya disfrutas la muerte del héroe”, no muestra derrota, sino que consagra su sacrificio por la causa. La frase “nunca se pondrá el sol sobre tu frente” indica que, aunque su vida terminó, su legado seguirá y crecerá.

"Elegía segunda" de Miguel Hernández está escrita en forma de silva con rima consonante, combinando versos de 14, 11 y 7 sílabas, lo que aporta flexibilidad y solemnidad al poema. Este homenaje lírico a Pablo de la Torriente, comisario político y luchador antifascista, expresa el dolor y la admiración del poeta, características del género elegíaco, al lamentar la muerte de un héroe y amigo. Hernández usa figuras literarias como la metáfora (“edificio trotante de guerrero”, que sugiere la fuerza y el espíritu de lucha de Pablo) y la personificación (“ojos de granito”), para resaltar el carácter firme y combativo de los soldados que lo rodean. Los símbolos como el yunque y el toro representan la resistencia y el valor, mientras que el sol de España y el de Cuba aluden a la conexión espiritual y geográfica de Pablo con ambas tierras.—

Este poema refleja el estilo de Miguel Hernández, marcado por su emoción y compromiso político, en el contexto de la Guerra Civil Española. El poeta expresa su tristeza por la pérdida de compañeros de lucha.—

En Elegía segunda se percibe un tono de exaltación hacia la valentía de Pablo, de lamento por su ausencia y de imprecación, pidiendo justicia y honrando su sacrificio. El poema sigue las líneas del Neopopularismo, usando símbolos de la identidad española, y se encuadra en la "poesía impura" o rehumanizada, centrada en temas humanos y colectivos. Además, muestra influencias de las vanguardias en su lenguaje directo y conmovedor, transformando la muerte en un símbolo de resistencia y una fuente de inspiración para los vivos.

(Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos?)

En la poesía de Miguel Hernández, los temas más importantes son el compromiso social y político, la naturaleza, el amor, y la vida y la muerte. Hernández muestra un gran compromiso con las luchas sociales, especialmente con los problemas de los trabajadores y los oprimidos. La naturaleza en sus poemas es una metáfora de la resistencia y de la lucha por la libertad. El amor está vinculado con el sufrimiento social y político, mientras que la vida y la muerte se muestra marcado por el trabajo duro y el sacrificio por una causa justa.—En Aceituneros, el tema del compromiso social y político se ve en la denuncia de la explotación de los trabajadores del campo. La naturaleza aparece en los olivos que representan tanto el esfuerzo físico del trabajo como la resistencia de los trabajadores que cultivan la tierra. El amor se refleja en la conexión del poeta con la tierra y con los trabajadores, reconociendo el valor de su sacrificio. La vida y la muerte se presentan en la vida de los aceituneros, quienes viven una existencia de trabajo duro.—En la frase “¿quién levantó los olivos?” Hernández pregunta quién realmente plantó los olivos, dejando claro que fueron los trabajadores, no los terratenientes, que lo hicieron con su esfuerzo y su sudor. En “Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador”, el poeta denuncia la injusticia de la explotación, señalando que los trabajadores son los verdaderos dueños de los frutos de la tierra, pero no disfrutan de sus beneficios.  El poema también habla de la lucha por la justicia social y la libertad de los oprimidos en “indican tu libertad la libertad de tus lomas”.

Aceituneros" de Miguel Hernández está compuesto por cuartetos de versos de 8 sílabas, con rima asonante alterna, un estilo que recuerda la poesía popular y tradicional. Es un poema lírico porque expresa la emoción del poeta, apelando a la dignidad y el esfuerzo de los campesinos andaluces que trabajan en los olivos. Hernández usa figuras literarias como la personificación (“levantó una mano poderosa de cimiento”, que da vida y fuerza al olivo) y la metáfora (“sangre” y “vida” para hablar del sacrificio de los trabajadores), además de la anáfora (“Andaluces de Jaén”), que intensifica el llamado al pueblo. El olivo, que es el símbolo central del poema, representa el esfuerzo colectivo y la explotación que sufren los trabajadores.

Este poema refleja la visión social de Hernández, defendiendo a los campesinos y reivindicando su esfuerzo, un tema recurrente en su obra, especialmente por su implicación en la Guerra Civil Española y su compromiso político.

En Aceituneros se pueden ver tonos de exaltación del trabajo campesino, de denuncia contra la injusticia social y de imprecación, llamando a la resistencia contra la explotación. El poema sigue el estilo del Neopopularismo, usando símbolos locales y un lenguaje sencillo que conecta con las raíces culturales de España. También se enmarca en la “poesía impura” o rehumanizada, que pone énfasis en los temas humanos y sociales, utilizando un lenguaje directo y emotivo. Hernández convierte la dignidad de los campesinos en un símbolo de resistencia y libertad.

En la poesía de Miguel Hernández, los temas más importantes son el compromiso social y político, la naturaleza, el amor, y la vida y la muerte. Su obra se centra en denunciar las injusticias sociales y el sufrimiento de los más oprimidos, mostrando un compromiso con la lucha política. La naturaleza simboliza la resistencia, la lucha y el sacrificio. El amor se presenta como una fuerza que impulsa la lucha, y la vida y la muerte están entrelazadas.—En Las manos, estos temas se muestran en el contraste entre las manos trabajadoras y las manos explotadoras. El compromiso social y político representado por las manos que no trabajan, pero que acumulan poder y riqueza por su esfuerzo . La naturaleza está presente en las manos de los trabajadores, que están conectadas a la tierra y al trabajo físico. En cuanto al amor, el poema muestra la solidaridad entre los trabajadores como lucha contra la opresión. Finalmente, la vida y la muerte se reflejan en la lucha constante de los trabajadores por sobrevivir y liberarse, con la muerte siendo una parte inevitable de esa lucha.—En la frase “Dos especies de manos se enfrentan en la vida”, Hernández marca desde el principio el contraste entre las manos de los trabajadores, que crean vida, y las de los explotadores, que son herramientas de destrucción. En “Estas sonoras manos oscuras y lucientes”, describe la fuerza y el esfuerzo de los trabajadores. En las manos de los opresores son descritas como “manos de hueso lívido y avariento”, que representan la crueldad de la explotación.El poema termina con una imagen de la lucha:“Las laboriosas manos de los trabajadores caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas”, sugiriendo se pondrá fin a la explotación de los poderosos.

"Las manos" de Miguel Hernández está compuesto por serventesios de versos alejandrinos con pie quebrado, es decir, estrofas de cuatro versos, donde el tercer verso tiene siete sílabas. Esta estructura le da un ritmo marcado y solemne, adecuado para el tono de denuncia y exaltación del poema. Las manos pertenece al género lírico, ya que expresa la profunda admiración del poeta hacia las manos trabajadoras, contrastadas con las manos explotadoras y opresoras.-

Miguel Hernández utiliza figuras retóricas como la metáfora (“la mano es la herramienta del alma”), que subraya la conexión entre el trabajo y la dignidad, y la personificación (“manos de hueso lívido y avariento”), que da un carácter siniestro a las manos de los opresores. También emplea la anáfora (“manos”) repetida a lo largo del poema, lo que refuerza el tono reivindicativo y enérgico de la obra.-

Este poema es típico de Hernández por su fuerte compromiso social y su defensa de la clase trabajadora, un tema recurrente en su obra durante la Guerra Civil Española.-

El tono del poema varía entre la exaltación de las manos trabajadoras, la denuncia de las manos explotadoras y la imprecación final, que anuncia la venganza de los oprimidos. Su estilo sigue el Neopopularismo, utilizando un lenguaje directo y accesible que conecta con el pueblo, y se enmarca en la "poesía impura" o rehumanizada, que se centra en temas humanos y sociales. Con imágenes poderosas y directas, Hernández transforma la lucha de clases en un símbolo de dignidad y resistencia, reflejando la influencia de la poesía social de su época.

En Canción del esposo soldado, Miguel Hernández desarrolla profundamente los temas principales de su poesía: el compromiso social y político, el amor, la naturaleza y la relación entre vida y muerte. El soldado, que representa el compromiso con la causa de la guerra, mantiene un vínculo emocional y físico con su esposa, mostrando cómo el sacrificio personal está ligado a la esperanza de un futuro para su hijo.

El amor es central en el poema, expresado tanto en el deseo físico como en el sacrificio emocional y moral. La naturaleza se refleja en imágenes del cuerpo humano y la tierra: el vientre de la esposa simboliza fertilidad y vida, mientras que el soldado encarna sufrimiento y muerte. Vida y muerte están entrelazadas, ya que el soldado enfrenta constantemente la posibilidad de morir, pero su amor por la esposa y su hijo le da la fuerza para seguir luchando.

En metáforas como “He poblado tu vientre de amor y sementera”, Hernández compara el amor y la procreación con la fertilidad de la tierra, conectando vida y lucha. Frases como “Es preciso matar para seguir viviendo” muestran la contradicción de la guerra: sobrevivir implica destruir. Por otro lado, “un océano de irremediables huesos” simboliza la inevitable cercanía de la muerte, pero también la unión eterna entre los amantes, que trasciende la guerra y el sacrificio.

Canción del esposo soldado está compuesto por serventesios de versos alejandrinos con pie quebrado. Cada estrofa tiene cuatro versos: los primeros dos y el último cuentan con 14 sílabas, mientras que el tercero tiene 7.—El poema pertenece al género lírico porque expresa los sentimientos y emociones del hablante lírico, un esposo soldado en guerra, quien transmite melancolía, amor y preocupación por su esposa mientras enfrenta la violencia y la muerte. Hernández utiliza recursos literarios como metáforas, por ejemplo, “he poblado tu vientre de amor y sementera”, que compara el amor y la procreación con la fertilidad de la tierra; la personificación, como en “te acercas hacia mí como una loca inmensa de hambrienta dentadura”, que da fuerza a la figura de la esposa; y la sinestesia, como “espejo de mi carne”, que une sensaciones visuales y táctiles.

En cuanto a los símbolos, las “balas” y el “plomo” representan la muerte y el conflicto, mientras que los “besos” y el “vientre” simbolizan la vida, el amor y la esperanza, creando un contraste constante con el ambiente bélico. El tono del poema mezcla exaltación amorosa, lamentación por la separación, imprecación hacia la guerra y la muerte, y esperanza en que el sacrificio permita un futuro mejor para su hijo.—Hernández refleja en este poema la “poesía impura” o rehumanizada, cargada de emociones y preocupaciones sociales. Además, se observa el Neopopularismo, que busca combinar un lenguaje accesible y poderoso con la realidad de la guerra y la esperanza de vida, retratando las tensiones de la época con intensidad lírica y simbólica.