Miguel Ángel: Obras Cumbres y Evolución Artística en su Período de Madurez
Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 2,85 KB
Período de Madurez de Miguel Ángel (1504-1534)
A principios del año 1505, el Papa Julio II lo mandó llamar para hacerle una serie de encargos. A partir de entonces, MA quedó indisolublemente ligado al papado y a los caprichos de sus nuevos mecenas: Julio II, León X, Clemente VII y Paulo III.
La Tumba de Julio II: Un Proyecto Monumental
El encargo que lo unió a Roma fue la tumba de Julio II. Era una obra en la que se manifestaba el poder económico del Papado en ese momento: cuarenta esculturas de tamaño natural componían el proyecto inicial. MA se lanzó a la elaboración de las tallas, pero los avatares de la política lo obligaron a reducir el número, reduciéndolo a seis. De entre ellas cabe destacar el Moisés.
El Moisés: La Fuerza de la Terribilitá Miguelangelesca
La figura de Moisés refleja fielmente el cambio operado en la obra de Miguel Ángel. La fuerza de la expresión abandona ya la idea de equilibrio propia del Renacimiento. El gusto por los grandes volúmenes se mantiene. La calidad en el tratamiento del mármol sigue siendo la misma, aunque comienza a jugar con contrastes en el acabado de la piedra, con lo que consigue aumentar la diferencia entre los distintos aspectos de la barba, la piel o las telas. Lo más destacable es la expresión del rostro, más acusada que en el David, realzada por la ira contenida de los brazos en tensión. Es la famosa terribilitá miguelangelesca. Posee una musculatura rotunda, titánica, como muestra su potente pierna apoyada firmemente sobre el suelo.
Obras Cumbres del Período de Madurez
A lo largo de los veinte años que tardó en concluir el encargo del Papa Julio II, MA esculpió también las estatuas de la Capilla de los Médicis y realizó las pinturas de la Capilla Sixtina. Fueron los años de máxima producción, en los que el interés por mostrar la grandeza del espíritu humano, el valor del hombre, era cada vez más notorio, hasta el punto de dejar de lado la valoración de la belleza formal que se apreciaba en las obras juveniles.
La Capilla de los Médicis: Sepulcros y Alegorías
Cuando le encargaron la realización de la Capilla funeraria de los Médicis, tenía ya cuarenta y cinco años. Los dos sepulcros ocupan paredes opuestas de la Sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia. Planteados como sepulcros-retablo, simétricamente dispuestos, exhiben una estructura piramidal con dos figuras alegóricas sobre cada sarcófago y la imagen del difunto encima.
Los duques, cuyos rostros no son retratos (a MA no le interesaban los parecidos), están idealizados como generales romanos. Lorenzo, representando la vida contemplativa y el temperamento melancólico, lo acompañan las alegorías que simbolizan las horas de transición: Aurora y Crepúsculo.