Migraciones Interiores y Exteriores en España: Evolución y Consecuencias
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Corrientes Migratorias Interiores Actuales y Consecuencias
Se desarrollaron desde la crisis de 1975 hasta la actualidad. El volumen de la migración decreció entre 1975 y 1985 por la decadencia del éxodo rural. Las motivaciones son más variadas y los protagonistas más diversos a nivel de formación y en origen. Además, estas corrientes son pluridireccionales. Existen cuatro tipos:
- Migraciones laborales: Responden a motivaciones de trabajo y están protagonizadas por adultos jóvenes que proceden de zonas rurales.
- Migraciones residenciales: La mayoría intraurbanas, están protagonizadas por jóvenes que buscan viviendas baratas.
- Migraciones de entorno: Suponen el regreso de la población a las áreas inmigratorias de procedencia.
- Movimientos habituales o pendulares: Son desplazamientos periódicos por motivos de trabajo o de ocio.
Los cambios en los flujos se deben a que las migraciones hacia las provincias pierden peso y originan diferentes saldos migratorios como los positivos, los negativos o los alternativamente positivos y negativos, que las migraciones entre las provincias de la región o entre municipios han crecido y han cambiado ya que los municipios urbanos pequeños y medianos presentan saldos internos positivos.
Las principales consecuencias son:
- Las migraciones laborales aumentan los desequilibrios demográficos y económicos.
- Las residenciales causan el sobreenvejecimiento e incrementan la población en la periferia.
- Las de retorno provocan la creación de negocios por los más jóvenes.
- Los movimientos pendulares ocasionan problemas de circulación en los accesos a las grandes ciudades.
Corrientes Migratorias Exteriores Tradicionales y Consecuencias
Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Tuvieron lugar entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975. La emigración transoceánica se dirigió principalmente a América Latina. Se distinguen dos etapas de auge y dos de crisis.
Primera Etapa (Mediados del siglo XIX - 1914)
A mitad del siglo XIX, la situación cambió debido a que los países latinoamericanos necesitaban inmigrantes. En España, la procedencia de la mayoría de los emigrantes era atlántica y su destino principal se encontraba en Argentina. El perfil característico del emigrante era varón, joven, soltero y de bajo nivel de cualificación, dedicado a la agricultura.
Crisis (1914-1945)
Este tipo de migración decayó entre las dos guerras mundiales.
Recuperación (1945-1960)
Entre 1945 y 1960 la emigración se recuperó, aunque sin llegar a alcanzar las elevadas cifras de principio de siglo. La procedencia continuó siendo gallega y canaria. Los destinos prioritarios se encontraban en Venezuela y el perfil del emigrante cambió, la emigración familiar adquirió más peso.
Declive (Desde 1960)
A partir de 1960, volvió a descender al iniciarse el declive de la economía latinoamericana.
Emigración a Europa
La emigración a Europa fue hasta mediados del siglo XX escasa y estacional. Entre 1960 y 1973, fue el periodo de mayor auge. Se trató de una emigración permanente debido a la rápida reconstrucción económica tras la Segunda Guerra Mundial, al fuerte crecimiento demográfico y a los principales destinos como Francia y Suiza. El perfil de los emigrantes era el de adultos jóvenes y poco cualificados. A partir de 1975, esta migración decayó y la crisis provocó paro y muchos emigrantes regresaron.
Consecuencias de las Migraciones Exteriores
- Demográficas: Disminución de la población española.
- Económicas: Aliviar el crecimiento natural y el paro.
- Sociales: Favorecieron las condiciones de vida y los salarios.