Membrana Plasmática: Estructura, Composición y Funciones Clave en la Célula
Enviado por Chuletator online y clasificado en Biología
Escrito el en español con un tamaño de 5,2 KB
La membrana plasmática, también conocida como membrana citoplasmática o plasmalema, es una envoltura continua que rodea a la célula y le confiere su individualidad al separarla de su entorno. Dado que las células no pueden estar incomunicadas con el exterior, la membrana plasmática también permite y regula la comunicación y el transporte entre el exterior y el interior celular. Su aparición fue un paso crucial en el origen de las primeras formas de vida.
Todas las membranas de las células eucariotas tienen una estructura general común: están formadas por una bicapa lipídica en la que se incluyen proteínas y glúcidos. En cortes ultrafinos, la membrana aparece como dos bandas oscuras separadas por una banda clara. Debido a su reducido grosor, de unos 7.5-10 nm, no es observable al microscopio óptico (MO); solo es visible al microscopio electrónico (ME).
Composición Química de la Membrana Plasmática
La membrana plasmática está formada principalmente por lípidos, proteínas y glúcidos.
Lípidos
Mayoritariamente, los lípidos de membrana son fosfolípidos, aunque también se encuentran glucolípidos y esteroles (como el colesterol, presente en células animales). Estos lípidos son la base estructural de la membrana, ya que son anfipáticos. Esto significa que presentan:
- Una zona hidrófila (afín al agua), que constituye las denominadas cabezas polares (generalmente basadas en glicerol o glicerina en los fosfoglicéridos).
- Una zona hidrófoba (que repele el agua), formada por ácidos grasos, que constituye la cola apolar.
Es importante destacar que los glucolípidos se localizan exclusivamente en la cara externa de la membrana plasmática, contribuyendo al glucocálix. La disposición y naturaleza de estos lípidos confieren a la membrana dos propiedades cruciales: la fluidez y la permeabilidad selectiva.
Propiedades Fundamentales de la Membrana Plasmática
La membrana plasmática posee características dinámicas y estructurales que son esenciales para su función:
Fluidez
Esta propiedad permite que las moléculas que componen la membrana puedan moverse lateralmente dentro de ella (a mayor fluidez, mayor movimiento). Esto es posible gracias a la movilidad de los fosfolípidos y otras moléculas lipídicas. La fluidez de la membrana depende de factores como la composición de los fosfolípidos (longitud y saturación de las cadenas de ácidos grasos) y la presencia de colesterol.
Permeabilidad Selectiva
La bicapa lipídica actúa como una barrera que impide el paso de la mayoría de las sustancias polares e iónicas, mientras que permite el de otras pocas (generalmente pequeñas moléculas apolares o gases). Esta selectividad es crucial para mantener diferencias significativas en la composición entre el medio extracelular y el citoplasma, regulando así el ambiente interno de la célula.
Asimetría
Las membranas celulares son intrínsecamente asimétricas, y esta característica es decisiva para el correcto funcionamiento de sus componentes. Por ejemplo, el glucocálix (formado por glúcidos unidos a lípidos y proteínas) se sitúa exclusivamente en la cara externa de la membrana para desempeñar funciones de reconocimiento celular y adhesión. De manera similar, las proteínas de membrana se localizan de forma específica en uno u otro lado de la bicapa, o la atraviesan, dependiendo de las funciones que deban llevar a cabo en la célula.
El Modelo de Mosaico Fluido
La estructura y las propiedades de la membrana plasmática se explican mejor a través del Modelo de Mosaico Fluido, propuesto por Singer y Nicolson en 1972. Según este modelo:
- Los lípidos que forman la membrana se autoensamblan espontáneamente para formar una bicapa lipídica. En esta disposición, las colas hidrófobas (apolares) de los lípidos se orientan hacia el interior de la bicapa, alejándose del agua, mientras que las cabezas hidrófilas (polares) se orientan hacia el exterior, en contacto con los medios acuosos intra y extracelular.
- En esta bicapa lipídica, se encuentran insertadas o asociadas una gran variedad de proteínas globulares. Estas proteínas, que pueden ser integrales (transmembrana) o periféricas, son las responsables de la mayoría de las funciones específicas de la membrana, como el transporte de sustancias, el reconocimiento celular o la transducción de señales.
- Debido a la fluidez inherente de la bicapa lipídica, tanto los lípidos como las proteínas no están fijos, sino que pueden moverse lateralmente dentro del plano de la membrana, confiriéndole un carácter dinámico similar a un "mosaico fluido".