Mejorando la Accesibilidad: Claves para la Inclusión de Personas con Movilidad Reducida

1.- Ha sufrido un proceso evolutivo con una progresiva ampliación de su contenido; desde la consideración exclusiva de los minusválidos físicos, psíquicos y sensoriales de carácter permanente y con discapacidades gravemente afectadas, hasta la inclusión de toda la población que tiene alguna limitación en sus condiciones de movilidad, tanto de forma permanente como temporal, tales como embarazadas, accidentados, personas de tercera edad o personas portando algún tipo de carga. Se considera que las PMR comprenden cuotas del 20% - 25% de la población, por lo que las soluciones a adoptar tienen que ser integradoras.

Barreras Arquitectónicas

2.- Barrera arquitectónica: toda aquella traba, impedimento u obstáculo físico que limite o impida el acceso, la libertad de movimiento, la estancia, la circulación y la comunicación sensorial de las personas con movilidad reducida.

Tipos de Barreras Arquitectónicas

• Barreras arquitectónicas urbanísticas: Aceras sin rebajar esquinas, estado del pavimento defectuoso, falta de relleno en las jardineras que rodean los árboles.
• Barreras arquitectónicas en el transporte: Ausencia de plataforma para poder acceder al autobús, ausencia de taxis adaptados para poder guardar la silla, falta de ascensores en entradas o salidas de metro o parkings.
• Barreras arquitectónicas en la edificación: Escalones muy altos, falta de espacio en las gradas, barra del bar elevada.

Clasificación de Espacios

4.- Adaptado: Se ajusta a los requerimientos funcionales y de dimensiones que garantizan su utilización autónoma y con comodidad por las personas con movilidad reducida u otra limitación.

Practicable: No se ajusta a todos los requerimientos antes citados, pero no impide su utilización de forma autónoma por las personas con movilidad reducida u otra limitación.

Convertible: Modificaciones de escasa entidad y bajo coste que no afecten a su configuración esencial pueden transformarse en practicable.

Interacción con Personas con Movilidad Reducida

5.- Actuar con normalidad. El trato que se debe mantener ha de ser lo más parecido posible al que se dispensa a cualquier otra persona. Se debe consultar si necesita ayuda o no y, en caso de que sí la necesite, cómo se la podría prestar, ya que cada individuo es diferente, al igual que sus necesidades.

Actitudes a Evitar

6.- Hay que evitar actitudes como:

• Paternalismo y protecciones excesivas.
• Pena o lástima.
• Miedo o rechazo.
• Impatiencia.

Consejos de Comunicación

7.- Al hablar:

• Situarse de frente y a la misma altura.
• Dirigirse a la persona en silla de ruedas y no a su acompañante.
• No empujar la silla sin decírselo al usuario.
• No levantar la silla por el apoya brazos.

8.- No cubrir la cara con las manos u otros obstáculos. Hablar con un nivel de voz natural y vocalizando. Mirar a los ojos al interlocutor. Acercarse a la persona, pero no gritar.