Mediación: Concepto, Objetivos y Aplicación en Conflictos

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Mediación: Concepto, Objetivos y Definición

La mediación se ha definido como el arte de promover acuerdos. En algunos pueblos, esta práctica se da de forma natural y espontánea: una tercera persona interviene en una disputa, sin favorecer a ninguna de las partes, para facilitar la resolución del problema.

Eso es, en esencia, mediar.

Implica habilidades y técnicas, un saber y una acción, orientados a la gestión de recursos compartidos en un proceso de interacción constructiva.

En la actualidad, ha surgido la necesidad de difundir la mediación como institución, formando mediadores profesionales y especializados.

La palabra "mediación", que significa "estar en medio", engloba pensamientos, sentimientos y acciones que abarcan un amplio espectro, desde considerar a uno opuesto al otro hasta buscar puntos en común.

Hoy en día, la mediación es un procedimiento metódico e institucionalizado que no pertenece exclusivamente al campo psicológico, jurídico, contable ni a ningún otro en particular. Diversas profesiones sirven de base para esta disciplina.

Definición Formal de Mediación

Es un proceso voluntario en el cual un tercero neutral, el mediador, facilita la comunicación entre dos o más personas para que puedan llevar a cabo una negociación colaborativa. El objetivo es resolver el conflicto que enfrentan y alcanzar un acuerdo satisfactorio para todos los participantes.

Propósitos del Proceso de Mediación

El objetivo principal no es determinar quién tiene la razón o quién está equivocado, sino identificar la raíz del conflicto y solucionarlo.

¿Cómo Funciona la Mediación?

Se considera que la mediación es una negociación asistida por un tercero imparcial y neutral. Este tercero escucha atentamente a las partes en conflicto, buscando comprender sus verdaderos intereses y necesidades, y les ayuda a encontrar una solución que sea viable para todos.

Caso Práctico: La Mediación Papal en el Conflicto del Beagle

En 1971, Chile y Argentina acordaron solicitar el arbitraje de la corona británica para resolver el Conflicto del Beagle. Se establecieron dos vías para la resolución: las negociaciones directas y el arbitraje británico.

La Santa Sede desempeñó dos roles cruciales durante la mediación. Primero, el cardenal Samoré tuvo que evitar el inicio de una guerra y lograr que ambas partes renunciaran a la amenaza y al uso de la fuerza. Segundo, tuvo que dirigir las negociaciones, que se extendieron por seis años, adaptándose a los cambios que ocurrieron durante ese período.

Pretensiones e Intereses de las Partes

Argentina consideraba esencial la libre navegación por los canales fueguinos. Según el derecho internacional del mar, Chile podría reclamar derechos en el océano Atlántico. Argentina buscaba participar en la regulación del tráfico marítimo en el estrecho y negar los derechos chilenos en el Atlántico.

Argentina sostenía que existía un delta formado por los canales Magdalena, Abra, Bárbara y Cockburn, que debían ser navegables para todas las embarcaciones. Chile rechazó esta tesis, argumentando que el estrecho tenía una sola salida y que los otros canales eran aguas interiores chilenas.

La Elección del Mediador

Ante el peligro inminente de un conflicto bélico, el ministro chileno propuso buscar una mediación, propuesta que fue aceptada inicialmente por su homólogo argentino.

La elección del mediador implicaba considerar quién sería el mediador, qué se mediaría y cómo se llevaría a cabo la mediación.

Chile buscaba un enfoque más formal y legal para la mediación, mientras que Argentina prefería una instancia más política, donde pudiera hacer valer su poderío militar. Para Chile, el mediador debía tener la capacidad de presionar a Argentina para evitar que desconociera la mediación y comenzara una guerra. Para Argentina, el mediador debía ser neutral y considerar únicamente los temas presentados a mediación.

La lista de posibles mediadores, para Argentina, incluía a Henry Kissinger, el rey de España, el papa Juan Pablo II y el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim.

Para Chile, el papa era el único mediador confiable, ya que su peso moral impediría que el gobierno argentino desconociera un posible acuerdo o iniciara una guerra. El papa Juan Pablo II asumió este rol.

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