Mecanismos de Defensa y Trastornos de Personalidad: Características, Criterios y Abordajes
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Mecanismos de Defensa
Mecanismos Avanzados (Estructura Neurótica)
Estos mecanismos son característicos de funcionamientos psíquicos más maduros e integrados. Incluyen:
- Represión: Exclusión de la conciencia de ideas, afectos o deseos que resultarían dolorosos o inaceptables.
- Proyección: Atribución a otros de los propios sentimientos, impulsos o pensamientos inaceptables.
- Intelectualización: Manejo de conflictos emocionales o estresores mediante el uso excesivo del pensamiento abstracto para evitar la experiencia emocional.
- Racionalización: Invención de explicaciones tranquilizadoras pero incorrectas para el propio comportamiento o el de otros.
- Negación (neurótica): Rechazo a reconocer algún aspecto doloroso de la realidad externa o de la experiencia subjetiva que sería aparente para los demás.
- Formación reactiva: Sustitución de comportamientos, pensamientos o sentimientos que resultan inaceptables por otros diametralmente opuestos.
Mecanismos Primitivos (Estructuras Límite y Psicóticas)
Estos mecanismos son más arcaicos y se observan con mayor frecuencia en organizaciones de personalidad menos integradas, como las límite y psicóticas. Incluyen:
- Escisión: Compartimentalización de las experiencias propias y de los demás en categorías extremas (todo bueno o todo malo), sin poder integrar las cualidades positivas y negativas en una visión cohesiva.
- Identificación proyectiva: Proyección de aspectos propios en otra persona, de tal manera que se induce en el otro sentimientos o conductas congruentes con lo proyectado, y se mantiene una identificación con ese aspecto.
- Idealización primitiva: Atribución de cualidades exageradamente positivas a uno mismo o a los demás.
- Omnipotencia: Creencia de tener un poder o control especial sobre los acontecimientos o sobre los demás.
- Control omnipotente: Necesidad de controlar a los demás para evitar la ansiedad.
- Devaluación: Atribución de cualidades exageradamente negativas a uno mismo o a los demás, a menudo como reverso de la idealización.
- Negación primitiva: Negación más masiva y distorsionante de la realidad externa.
Trastornos de la Personalidad: Clúster A (Extraños o Excéntricos)
Trastorno Paranoide de la Personalidad
Se caracteriza por una desconfianza generalizada y suspicacia hacia los demás, de forma que sus motivos se interpretan como malévolos. Las personas con este trastorno a menudo no presentan relaciones estables y tienden al aislamiento social.
Criterios Diagnósticos
Un patrón de desconfianza y suspicacia que empieza en la edad adulta temprana y que se manifiesta en cuatro (o más) de los siguientes puntos:
- Sospecha, sin base suficiente, de que los demás le van a hacer daño, lo van a explotar o engañar.
- Preocupación por dudas injustificadas acerca de la lealtad o confianza de los amigos o socios.
- Reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información se utilice maliciosamente en su contra.
- En hechos o comentarios inocentes, vislumbra significados ocultos que son degradantes o amenazantes.
- Alberga rencores durante mucho tiempo (es decir, no olvida los insultos, injurias o desprecios).
- Percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar.
- Sospechas repetidas e injustificadas respecto a la fidelidad del cónyuge o la pareja.
Tratamiento
Psicoterapia
La relación terapeuta-paciente es de crucial importancia, aunque puede ser difícil de establecer debido a la desconfianza inherente. Las intervenciones pueden incluir:
- Reestructuración cognitiva: Para abordar las interpretaciones sesgadas.
- Manejo del estrés y la ansiedad.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
- Acercamiento gradual y exposición a lugares o personas temidas (si aplica).
Psicofarmacología
- Ansiolíticos: Para manejar la ansiedad y la agitación.
- Antidepresivos: Si coexisten síntomas depresivos.
- Antipsicóticos: En dosis bajas pueden ser útiles en casos severos con ideación paranoide intensa o síntomas cuasi-delirantes.
Trastornos de la Personalidad: Clúster B (Dramáticos, Emocionales o Erráticos)
Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
Se caracteriza por un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y una notable impulsividad. Presentan un pensamiento frecuentemente polarizado o dicotómico, y sus relaciones suelen ser intensas y caóticas. Manifiestan inestabilidad conductual, en la autoestima y en la autoimagen. Experimentan un intenso temor al abandono (real o imaginario), sentimientos crónicos de vacío, ira inapropiada e intensa, intolerancia a la soledad, y pueden presentar conductas de autoagresión y heteroagresividad.
Posibles Orígenes
Se considera una etiología multifactorial, que puede incluir:
- Factores biológicos y genéticos:
- Posibles dificultades durante el embarazo y el parto.
- Vulnerabilidad genética.
- Alteraciones en el sistema de transporte serotoninérgico.
- Posibles dificultades en el sistema de transporte dopaminérgico.
- Factores ambientales y del desarrollo (no mencionados en el texto original, pero relevantes).
Criterios Diagnósticos
Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes hechos:
- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.
- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
- Alteración de la identidad: Autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable.
- Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones alimentarios).
- Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación.
- Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que suelen durar unas horas y rara vez unos días).
- Sentimientos crónicos de vacío.
- Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
- Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.
Tratamiento
El pronóstico puede ser más favorable si el tratamiento comienza en la adultez temprana (aproximadamente entre los 20-25 años). Un inicio de la sintomatología severa en la adolescencia puede asociarse con un pronóstico más reservado. Es fundamental un abordaje terapéutico especializado.
Psicoterapias Especializadas
- Terapia Dialéctico Conductual (TDC): Ampliamente considerada el tratamiento de elección, enfocada en la regulación emocional, tolerancia al malestar, efectividad interpersonal y mindfulness.
- Terapia Cognitiva Focalizada en Esquemas.
- Terapia Enfocada en la Transferencia (TFP).
Terapia de Grupo
Puede ser un componente valioso, especialmente las basadas en la TDC, para practicar habilidades sociales e interpersonales en un entorno de apoyo.
Psicofarmacología
No hay un medicamento específico para el TLP, pero se utilizan para tratar síntomas específicos:
- Antidepresivos (especialmente ISRS): Para síntomas depresivos, ansiosos o la impulsividad.
- Antipsicóticos (especialmente atípicos en dosis bajas): Para síntomas de desregulación emocional, impulsividad, síntomas cognitivo-perceptuales (como ideación paranoide transitoria) o ira.
- Estabilizadores del ánimo: Pueden ayudar con la labilidad afectiva y la impulsividad.
Trastornos de la Personalidad: Clúster C (Ansiosos o Temerosos)
Trastorno de la Personalidad por Evitación
Se caracteriza por un patrón generalizado de inhibición social, sentimientos de inferioridad o inadecuación, e hipersensibilidad a la evaluación negativa. Suele comenzar en la edad adulta temprana.
Posibles Orígenes
- Alta presencia de manifestaciones ansiosas o trastornos de ansiedad desde la infancia temprana.
- Experiencias tempranas de rechazo, crítica o vergüenza por parte de figuras significativas.
- Temperamento inhibido.
Criterios Diagnósticos
Un patrón general de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los siguientes hechos:
- Evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal significativo debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
- Se muestra reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar.
- Demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.
- Está crónicamente preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
- Se muestra inhibido en nuevas situaciones interpersonales debido a sentimientos de inferioridad o inadecuación.
- Se ve a sí mismo como socialmente inepto, con poco atractivo personal o inferior a los demás.
- Es inusualmente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades que puedan resultar comprometedoras o embarazosas.
(Nota sobre la diferencia con la fobia social: Aunque existen similitudes y comorbilidad frecuente, el trastorno de la personalidad por evitación se distingue por ser un patrón penetrante y de larga duración de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa que comienza en la edad adulta temprana y está presente en una variedad de contextos, afectando la identidad y el funcionamiento global. La fobia social (trastorno de ansiedad social) puede ser más específica a ciertas situaciones sociales o de rendimiento, y aunque puede ser grave, no necesariamente implica la misma alteración generalizada de la identidad y el funcionamiento interpersonal que se observa en el trastorno de la personalidad).
Tratamiento
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
Es el abordaje psicoterapéutico más común y efectivo. Incluye:
- Ejercicios de exposición gradual a estímulos y eventos sociales temidos o estresantes.
- Trabajo de restructuración cognitiva para identificar y modificar las distorsiones cognitivas relacionadas con la autoimagen, el miedo al rechazo y la anticipación de la crítica.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
Terapia de Grupo
Puede ser muy beneficiosa, ya que proporciona un entorno seguro para trabajar las habilidades sociales, la asertividad y la vinculación sistemática a nivel interpersonal, además de ofrecer experiencias correctoras en relación al miedo al rechazo.
Psicofarmacología
- Ansiolíticos: Pueden usarse puntualmente para manejar la ansiedad aguda, pero con precaución por el riesgo de dependencia.
- Antidepresivos: Especialmente los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) e IRSN (Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina), son frecuentemente utilizados para reducir la ansiedad social generalizada, la sensibilidad al rechazo y mejorar el estado de ánimo.