Marxismo: Pilares de la Transformación Social, Ética y Visión Comunista

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El pensamiento de Karl Marx se centra en la transformación social, partiendo de una profunda comprensión de las estructuras económicas, sociales y políticas. Para Marx, este conocimiento debe impulsar una praxis dialéctica revolucionaria, llevando a la convicción de la necesidad de transformar la sociedad.

La Revolución del Proletariado

La burguesía, en su momento, desempeñó un papel revolucionario al desmantelar la aristocracia y el sistema feudal. Sin embargo, el nuevo sistema capitalista que ha creado está, según Marx, condenado a desaparecer. Esta desaparición se debe a la propia lógica interna del capitalismo, que genera crisis constantes, y a que lleva en sí el germen de su propia destrucción. A medida que el capital se acumula en pocas manos, el proletariado, explica Marx, desarrollará una conciencia de clase. La tensión entre estas dos clases antagónicas desembocará inevitablemente en la revolución del proletariado.

Etapas del Proceso Revolucionario Marxista

Marx señala tres etapas fundamentales dentro de este proceso revolucionario:

  1. Dictadura del Proletariado (Etapa de Transición): En esta primera fase, el proletariado se apodera de los medios de producción burgueses, estableciendo un control transitorio sobre la economía y la sociedad.
  2. Socialismo: Le seguirá una etapa en la que se abolirán progresivamente las clases sociales y la propiedad privada. Con la desaparición de la propiedad privada, también desaparecerá la explotación del hombre por el hombre.
  3. Comunismo (Fase Final): Finalmente, se alcanzará el comunismo, la realización plena del ser humano. Esta fase supondrá la igualdad de derechos y la desaparición definitiva de las divisiones de clase, marcando el fin de la sociedad de clases. Los seres humanos serán completamente libres y dueños de su trabajo; se tendrá solo en cuenta el valor de uso de los objetos, desaparecerá la plusvalía, y se aplicará el principio de "a cada cual según sus necesidades".

La Ética en el Marxismo

Según Marx, los seres humanos no necesitan una moral abstracta para transformar su mundo; lo que se necesita es la transformación de las condiciones materiales en las que vive la mayoría de la humanidad, víctima de la desigualdad y la injusticia. No es la teoría, sino la práctica y el cambio real de las circunstancias lo verdaderamente importante. La moral, en su concepción tradicional, no ayuda a superar la alienación del hombre; por el contrario, es la transformación de las estructuras materiales, culpables de dicha enajenación, lo que se precisa.

Marx argumenta que las ideas morales burguesas parten de prejuicios derivados del interés de perpetuar la riqueza de quienes la poseen; son, por tanto, portavoces de los intereses de la clase dominante. Solo sería aceptable un planteamiento ético que atienda a la corrección de una distribución de la riqueza radicalmente injusta e inmoral. Aunque Marx critica la moral por considerarla parte de una ideología que oculta la verdadera realidad, su obra sí contiene una perspectiva ética.

Lo que define esta dimensión moral es su crítica a la doble moral burguesa. El sistema capitalista proclama la libertad y la igualdad, pero en realidad, constituye una sociedad basada en la explotación del hombre por el hombre, institucionalizando el egoísmo y la manipulación humana. Desde este punto de vista, la sociedad burguesa es inherentemente injusta. Al idear el modelo de sociedad comunista, Marx se guía por una determinada idea de justicia, de lo que supone una auténtica vida humana. El principio de justicia que utilizó Marx es el de la justicia distributiva: "a cada uno según sus necesidades".

Marx pensaba que, al establecer las condiciones adecuadas, el hombre podría realizarse en la plenitud de sus posibilidades.

Cosmología y la Existencia de Dios en el Pensamiento Marxista

Marx no cree en la existencia de entidades absolutas; esto implica que Dios no crea al hombre, sino que el hombre crea a Dios. Las dos razones principales para la invención del mundo religioso son:

  • Ofrecer consuelo a los hombres ante la miseria y el sufrimiento existentes en el mundo.
  • Servir como instrumento de la clase dominante para un mejor control de la clase dominada.

Las creencias religiosas, según Marx, llegarán a su fin cuando triunfe la revolución y desaparezca la causa última que las produce: la injusticia y la alienación. La crítica a la alienación religiosa y la superación de la religión son indispensables para el triunfo completo del comunismo y la aparición de una sociedad nueva.

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