Marx y la Crítica Social: Conciencia, Capitalismo y el Poder de la Mercancía
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La Crítica en Marx: Conciencia, Indignación y Transformación Social
¿Qué entiende Marx por crítica?
Por crítica, Marx entiende el develamiento de una situación, es decir, tornar claro algo que estaba oscuro: una toma de conciencia. Si una persona nunca toma conciencia de su situación de ignominia, siempre le va a parecer natural lo que está padeciendo. Es necesario que en algún momento tome conciencia de lo que le está pasando. Cuando toma conciencia, está viendo su situación desde una perspectiva crítica. La perspectiva crítica es aquella que nos dice si lo que nos pasa está bien o mal.
La crítica es aquello que acompaña a la conciencia; no debe rendirse ante la realidad, sino que debe decidir sobre la realidad. En consecuencia, luego es uno el que sigue o no a esa conciencia.
Marx habla de la crítica de las armas. Lo que va a decir aquí es que no solo es necesario comprender que la situación de una sociedad es injusta, sino que luego viene la parte de la crítica de las armas.
¿Qué es el pathos de la indignación?
Marx va a hablar del pathos de la crítica, es decir, la pasión que alimenta a la crítica. La crítica no es algo desapasionado; es una filosofía muy pasional. Por tanto, lo que va a decir Marx es que el pathos de la denuncia es la indignación.
El pathos de la indignación surge en el momento en que descubrimos nuestra situación de ignominia y nos llena de indignación.
La Burguesía y el Proletariado: Una Dinámica Incontrolable
La burguesía, ¿aprendiz de hechicero?
Lo que Marx dice es que la burguesía capitalista desarrolla unas potencias económicas tan poderosas que finalmente no las va a poder controlar. O, como Marx está diciendo, la burguesía capitalista es como el aprendiz de hechicero. Marx va a decir de la burguesía que no puede controlar lo que desató.
Cuando Marx nos dice que la burguesía ya no sabe cómo contener los conjuros que ha desatado, nos va a tranquilizar y nos va a decir: “Quédense tranquilos, eso lo va a hacer el proletariado”. Una vez que el proletariado sepulte a la burguesía, va a instaurar un mundo justo y un mundo racional.
Eso no ocurrió. La burguesía sepultó al proletariado, y la burguesía está desbocada en el siglo XXI más que nunca. En lugar de burguesía, se da a sí misma el nombre de neoliberalismo, no como democracia, sino como el mercado.
El Secreto de la Mercancía: Ocultamiento y Encantamiento
¿Cuál es el secreto de la mercancía?
Lo que hay detrás de este objeto de madera puede ser la más cruda explotación del campesinado maderero, es decir, algo que no vemos. Este sillón está ocultando las condiciones de su producción.
En consecuencia, la mercancía nos deslumbra de tal modo que nos impide ver el proceso de producción de la mercancía.
¿Todo es mercancía?
Marx va a decir: “El mundo de las mercancías es un mundo encantado” porque son objetos encantadores que producen justamente una situación de encantamiento en nosotros.
En consecuencia, Marx dice que todos somos mercancías, habitamos en el mundo de las mercancías, queremos mercancías, trabajamos para comprar mercancías, llevamos las mercancías a nuestra casa, nos venden mercancías por la televisión, por la radio y por el cine, y todo es una mercancía.
Las mercancías remiten todas a una mercancía que las representa a todas. La mercancía que representa a todas las mercancías, la mercancía a la cual todas las mercancías se remiten, es el dinero.