El Manifiesto de los Persas y la Restauración del Absolutismo en España: Contexto Histórico y Consecuencias
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Contexto Histórico del Manifiesto de los Persas
Una vez concluida la introducción, es necesario abordar el contexto histórico en el que se encontraba la nación española cuando se redactó el Manifiesto de los Persas.
El Regreso de Fernando VII y la Abolición de la Constitución de 1812
Como es sabido, a pesar de todos los esfuerzos, la labor legislativa de Cádiz no tuvo una aplicación práctica debido, principalmente, al obstáculo que implicó la Guerra de la Independencia. Además, el liberalismo que las Cortes intentaban transmitir no representaba la realidad de la sociedad española del momento. Por todo ello, cuando Fernando VII recuperó el trono en 1814, no tuvo dificultades para eliminar la Constitución y suspender todas las reformas.
Fernando VII entró en España aclamado por la población, ya que su regreso simbolizaba el final de la Guerra de la Independencia y la esperanza de recuperación del país. A su llegada, recibió numerosos apoyos, como el del general Elío, quien pronunció un discurso a favor de la restauración del Antiguo Régimen, y el de un grupo de diputados conservadores, quienes presentaron el documento del que estamos hablando: el Manifiesto de los Persas. Este escrito exigía la abolición de la Constitución de 1812, el fin de las Cortes de Cádiz y la persecución de los liberales, condenándolos a prisión o al exilio. En otras palabras, la reimplantación del absolutismo.
La Situación Económica y la Santa Alianza
En estos momentos, España se encontraba económicamente inestable debido a las guerras, los expolios y las malas cosechas. Es entonces cuando se producen cambios en el ejército mediante las rebeliones de los militares (aquellos que se mantenían liberales) o los pronunciamientos. Mientras tanto, en Europa se formó una coalición llamada la Santa Alianza, integrada por Prusia, Rusia y Austria, con el objetivo de restaurar y defender las monarquías absolutas.
El Trienio Liberal y la Década Ominosa
Sin embargo, en 1820 comienza el pronunciamiento de Rafael del Riego, quien proclama la Constitución en Sevilla, dando lugar al Trienio Liberal. Como consecuencia, Fernando VII se ve obligado a acatar la Constitución y convocar las Cortes. De esta forma, se implanta de nuevo el Estado Liberal proyectado en 1812, recuperando parte de la legislación y creando la Milicia Nacional y Voluntaria para conservar el orden público y defender el régimen liberal. No obstante, los liberales se enfrentaron a varios obstáculos, como la minoría liberal y la divergencia de opiniones entre ellos, dividiéndose en dos grupos: los moderados y los exaltados. Aun así, el Gobierno liberal sobrevive y estimula otras insurrecciones en Europa, lo que provoca que la Santa Alianza intervenga en 1823 y envíe a los Cien Mil Hijos de San Luis, quienes derrocan el régimen liberal y restauran el absolutismo, dando lugar a la era conocida como la Década Ominosa (1823-1833).
La Represión Antiliberal
Al volver a restaurar el absolutismo, se produce una fuerte represión antiliberal, con persecuciones a participantes del Gobierno. Se cierran los periódicos y las universidades (censura) y se crean los Tribunales de Fe.