Manejo de Emergencias Traumáticas: Hemotórax, Neumotórax, Fracturas y Valoración del Paciente
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Hemitórax: Tipos y Definición
Acumulación de sangre en la cavidad pleural.
- Masivo: Implica riesgo vital inmediato. El sangrado procede de la rotura de un vaso intratorácico (aorta), rotura cardíaca o laceración pulmonar. Se manifiesta por shock hipovolémico e insuficiencia respiratoria.
- Simple: La pérdida de sangre suele provenir de las fracturas costales.
Actuación ante Neumotórax a Tensión
- Avisar a UVI-Móvil; un médico deberá evaluarlo inmediatamente.
- Colocar al paciente en posición semi-incorporada (semi-sentado) y lateralizado sobre el hemitórax lesionado, buscando que el hemitórax contralateral (con el pulmón funcionante) se expanda con mayor facilidad.
- Resolver las posibles complicaciones asociadas.
- Considerar la inmovilización de las áreas lesionadas si es pertinente.
- Facilitar una función respiratoria suficiente y tolerada mediante la administración de oxígeno y tratamiento postural.
- Realizar inspección ocular, palpación directa de la zona y auscultación pulmonar.
Actuación ante Neumotórax Abierto
- Evaluación de constantes vitales.
- Administración de oxígeno a alto flujo.
- Traslado urgente por UVI-Móvil (si no formamos parte de ella, solicitarla).
- Oclusión parcial de la herida torácica: colocar un apósito impermeable (gasa vaselinada o el envoltorio de plástico estéril de un paquete de gasas) sellando solo tres de sus lados sobre la piel. Esto funciona como una válvula unidireccional, permitiendo la salida de aire durante la espiración pero impidiendo su entrada durante la inspiración.
- Tranquilizar al paciente y explicarle el procedimiento que se está realizando.
- Colocar al paciente en posición semi-sentado, si la tolera.
Fractura Abierta: Definición y Actuación
Definición
Es aquella fractura en la que existe una herida que comunica el foco de fractura con el exterior. Se considera siempre contaminada y existe un riesgo adicional de complicaciones como osteomielitis, gangrena gaseosa o tétanos.
Actuación
- Evaluación inicial del paciente (valoración primaria).
- Tranquilizar al lesionado.
- No movilizar la zona afectada si no es estrictamente necesario para evitar agravar la lesión.
- Retirar anillos, pulseras u otros objetos que puedan dificultar la circulación sanguínea distal.
- Revisar los pulsos distales a la fractura.
- Inmovilizar el foco de la fractura (sin intentar reducirla) utilizando férulas rígidas, evitando movimientos bruscos.
- Cubrir la herida con apósitos estériles.
- Observar la perfusión periférica: presión de pulso, coloración y temperatura de la piel distal.
Fractura Conminuta
En una fractura conminuta, el hueso o una parte de él se rompe en múltiples fragmentos o esquirlas.
Esguinces: Tipos y Actuación
Tipos de Esguinces
Se clasifican según la gravedad de la lesión ligamentosa:
- Grado I o leve: Existe una distensión de la cápsula articular y los ligamentos, sin rotura de fibras. Suele acompañarse de dolor leve e inflamación mínima. Las estructuras vuelven a su situación normal.
- Grado II o moderado: Hay una rotura parcial de las fibras ligamentosas y/o de la cápsula articular. Se acompaña de dolor moderado a intenso, inflamación evidente y posible hematoma.
- Grado III o grave: Se produce una rotura completa del ligamento y/o la cápsula articular, provocando inestabilidad en la articulación. Cursa con dolor intenso, gran inflamación y hematoma extenso.
Actuación (Método RICE/PRICE)
- Valoración primaria del paciente (descartar otras lesiones).
- Tranquilizar al afectado.
- Aplicar el método RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación) o PRICE (Protección adicional):
- Reposo: Evitar cargar peso sobre la articulación lesionada durante las primeras 24-48 horas.
- Hielo (Crioterapia): Aplicar frío local (bolsas de hielo envueltas en un paño) durante 15-20 minutos cada 2-3 horas para reducir dolor e inflamación.
- Compresión: Realizar un vendaje compresivo elástico (sin apretar en exceso para no comprometer la circulación).
- Elevación: Mantener el miembro lesionado elevado por encima del nivel del corazón siempre que sea posible.
Definición de Politraumatizado, Policontusionado y Polifracturado
- Un politraumatizado es aquel herido que presenta dos o más lesiones traumáticas graves, de las cuales al menos una supone un riesgo vital inmediato o potencial.
- Un policontusionado es un paciente con múltiples traumatismos (contusiones, heridas) de carácter menor, que no comprometen su vida.
- Un polifracturado es un paciente que presenta más de una fractura ósea, pero sin que ninguna de ellas, por sí sola o en conjunto, suponga un riesgo vital inminente.
Valoración Primaria del Politraumatizado y Asistencia en Intubación
Tras descartar la existencia de parada cardiorrespiratoria o hemorragia externa masiva y exanguinante (abordaje <0>ABCDE o XABCDE), procederemos a la valoración sistemática denominada ABCDE.
(A) Vía Aérea y Control de la Columna Cervical
- Comprobar la permeabilidad de la vía aérea, especialmente si el paciente está inconsciente, manteniendo simultáneamente la inmovilización manual de la columna cervical en posición neutra.
- Si existe obstrucción, liberarla mediante maniobras manuales (elevación mandibular, tracción mandibular), aspiración de secreciones, extracción de cuerpos extraños (pinzas de Magill) y/o colocación de una cánula orofaríngea (Guedel) o nasofaríngea.
- Colocar un collarín cervical adecuado para una inmovilización segura, ajustándolo correctamente mientras se mantiene la tracción cervical manual.
(B) Ventilación y Respiración
- Evaluar la calidad de la ventilación: Ver (movimientos torácicos, uso de musculatura accesoria, cianosis), Oír (ruidos respiratorios) y Sentir (el aire exhalado).
- Observar la simetría de la expansión torácica, la frecuencia respiratoria y la amplitud de las respiraciones.
- Administrar oxígeno a alto flujo (mascarilla con reservorio).
- Descartar lesiones torácicas potencialmente letales que comprometan la ventilación: neumotórax a tensión, neumotórax abierto, hemotórax masivo, tórax inestable, taponamiento cardíaco.
(C) Circulación y Control de Hemorragias
- Evaluar el estado circulatorio: Palpación de pulsos centrales (carotídeo, femoral) y periféricos (radial), valorando su presencia, frecuencia, ritmo y amplitud.
- Valorar signos de perfusión tisular: coloración de la piel (palidez, cianosis), temperatura, tiempo de relleno capilar.
- Identificar y controlar hemorragias externas visibles mediante compresión directa, vendaje compresivo y, si es necesario y está indicado, aplicación de torniquete (anotando hora de colocación).
- Sospechar hemorragia interna ante signos de shock hipovolémico sin sangrado externo evidente (taquicardia, hipotensión, alteración del nivel de conciencia, palidez, frialdad).
(D) Déficit Neurológico (Evaluación Neurológica Breve)
- Realizar una evaluación neurológica básica para determinar el nivel de conciencia y detectar signos de lesión intracraneal o medular:
- Valorar el nivel de conciencia: Utilizar la Escala de Coma de Glasgow (GCS), evaluando la apertura ocular, la respuesta verbal y la respuesta motora. Alternativamente, usar la escala AVDI (Alerta, responde a estímulos Verbales, responde a estímulos Dolorosos, Inconsciente).
- Valorar las pupilas: Tamaño (midriasis, miosis), simetría (isocoria, anisocoria) y reactividad a la luz (reflejo fotomotor).
- Valorar la función motora y sensitiva de las extremidades: Pedir al paciente (si está consciente) que mueva brazos y piernas, preguntar por sensibilidad, parestesias (hormigueos) o dolor de espalda/cuello.
Nota: En ausencia de un médico, la presencia de déficits motores o sensitivos debe hacer sospechar una lesión medular.
(E) Exposición y Control Ambiental
- Desnudar completamente al paciente para permitir una exploración física detallada y buscar lesiones ocultas, prestando especial atención a la espalda y pliegues cutáneos.
- Prevenir la hipotermia cubriendo al paciente con mantas secas (preferiblemente térmicas) una vez finalizada la exploración.
Optimización de la Valoración Primaria (Medidas Iniciales)
Paralelamente o inmediatamente después del ABCDE, se deben iniciar medidas para estabilizar al paciente:
- Aseguramiento de la vía aérea: Intubación endotraqueal si es necesaria.
- Oxigenoterapia: Mantener aporte de oxígeno a alto flujo.
- Accesos venosos: Canalizar al menos dos vías venosas periféricas de grueso calibre.
- Fluidoterapia: Iniciar reposición de volumen con cristaloides tibios (Ringer Lactato o Suero Salino Fisiológico) según estado hemodinámico.
- Analgesia y sedación: Administrar fármacos para controlar el dolor y la agitación si es necesario y la situación hemodinámica lo permite.
- Monitorización: Conectar al monitor multiparamétrico (ECG, pulsioximetría, presión arterial no invasiva/invasiva, capnografía si está intubado).
- Sondajes: Colocar sonda nasogástrica (si no hay sospecha de fractura de base de cráneo) y sonda vesical (si no hay sospecha de lesión uretral) para descompresión gástrica y monitorización de diuresis.
- Inmovilización: Asegurar la inmovilización completa del paciente en un tablero espinal largo o colchón de vacío, incluyendo cabeza y extremidades si hay sospecha de fracturas.
Función del Técnico en Emergencias ante la Intubación
Nuestra función durante la preparación para una intubación endotraqueal es tener listo y ordenado todo el material necesario. Esto incluye: laringoscopio con diferentes tamaños de palas (curvas y rectas), tubos endotraqueales de varios calibres (incluyendo uno del tamaño estimado, uno superior y uno inferior), fiador o guía, jeringa para inflar el neumotaponamiento, sistema de aspiración con sondas, fuente de oxígeno, bolsa autoinflable (Ambú) con mascarilla y reservorio, capnógrafo, lubricante hidrosoluble, fonendoscopio y material de fijación del tubo. También prepararemos las cánulas orofaríngeas (Guedel) de tamaños adecuados.
Valoración Secundaria: Cabeza y Cuello
Una vez estabilizado el paciente (tras la valoración primaria y las medidas iniciales), se realiza una exploración más detallada:
- Inspeccionar cuidadosamente el cuello (retirando la parte anterior del collarín si es necesario, manteniendo la inmovilización manual) buscando heridas, hematomas, desviación traqueal, ingurgitación yugular o enfisema subcutáneo. Palpar la línea media cervical posterior en busca de dolor o deformidades.
- Explorar la cara y el cuero cabelludo (scalp) en busca de heridas, contusiones, deformidades óseas (hundimientos, crepitación) o hematomas (signo de Battle en mastoides, ojos de mapache periorbitarios).
- Inspeccionar oídos y nariz en busca de salida de sangre o líquido cefalorraquídeo (otorragia, rinorragia, otolicuorrea, rinolicuorrea).
- Explorar la boca buscando lesiones en dientes, lengua, paladar, presencia de sangre o cuerpos extraños. Evaluar la estabilidad mandibular.
- Realizar lavado con suero salino si hay heridas y asegurar una sujeción adecuada del collarín.
Lesiones Terciarias por Explosión
Las lesiones terciarias son consecuencia del desplazamiento del cuerpo de la víctima por la onda expansiva y su posterior impacto contra objetos fijos o el suelo. La gravedad de estas lesiones (fracturas, traumatismos craneoencefálicos, lesiones internas) es mayor cuanto más cerca se encuentre la persona del foco de la explosión, ya que la fuerza de proyección disminuye con la distancia.
Lesiones Primarias por Explosión
Las lesiones primarias se producen por el efecto directo de la onda de sobrepresión (onda expansiva) sobre el organismo. Afectan principalmente a los órganos que contienen aire, debido a la diferencia de impedancia acústica entre el aire y los tejidos. Los órganos más vulnerables son: el oído (rotura timpánica), el aparato respiratorio (contusión pulmonar, neumotórax, hemorragia alveolar) y el tubo digestivo (perforación intestinal, hemorragia).
Valoración Primaria en Niños Politraumatizados
La valoración primaria en niños sigue la misma secuencia ABCDE, pero con consideraciones específicas debido a sus diferencias anatómicas y fisiológicas.
- Valoración del escenario y seguridad.
- (A) Vía Aérea y Control Cervical:
- Mantener alineación corporal: cabeza-cuello-tronco en posición neutra (puede requerirse un realce bajo los hombros en niños pequeños por el occipucio prominente).
- Inspeccionar boca y fosas nasales buscando sangre, secreciones, vómito o cuerpos extraños. Aspirar si es necesario.
- Permeabilizar la vía aérea con maniobras manuales (tracción mandibular preferible a la hiperextensión cervical). Usar cánula orofaríngea (Guedel) si está inconsciente y no tiene reflejo nauseoso.
- Contraindicados los golpes interescapulares para desobstrucción en trauma.
- Inmovilización cervical con collarín de tamaño pediátrico adecuado y/o inmovilizadores laterales.
- (B) Ventilación:
- Administrar oxígeno a alto flujo (10-15 l/min) con mascarilla con reservorio.
- Si está inconsciente, apneico o con ventilación inadecuada, ventilar con bolsa autoinflable (Ambú) con reservorio y mascarilla facial de tamaño adecuado. Considerar intubación orotraqueal precoz (realizada por personal experto), especialmente en niños con GCS < 9.
- Una vez asegurada la vía aérea y la ventilación, evaluar el tórax (realizado por médico o personal avanzado):
- Inspección: Movimientos respiratorios, simetría, tiraje, heridas, hematomas, ingurgitación yugular (difícil de ver en lactantes), cianosis.
- Palpación: Crepitación (enfisema subcutáneo, fracturas costales), dolor a la palpación.
- Percusión: Timpanismo (neumotórax), matidez (hemotórax).
- Auscultación: Simetría del murmullo vesicular, presencia de ruidos anormales, auscultación de tonos cardíacos (apagados en taponamiento).
- (C) Circulación y Control de la Hemorragia:
- Valorar pulso central (femoral o braquial en lactantes, carotídeo en niños mayores) y periférico (radial, pedio). Evaluar frecuencia, ritmo y calidad.
- Evaluar la perfusión sistémica: coloración y temperatura de la piel, relleno capilar (normal < 2 segundos), nivel de conciencia, diuresis (si hay sonda).
- Controlar hemorragias externas activas mediante compresión directa.
- Acceso vascular: Canalizar 1 o 2 accesos venosos periféricos (considerar vía intraósea si el acceso venoso es difícil o imposible en situación crítica).
- Infusión de líquidos: Administrar bolos de cristaloides isotónicos tibios (20 ml/kg) si hay signos de shock, reevaluando respuesta.
- (D) Evaluación Neurológica:
- Nivel de conciencia: Usar la escala AVDI (Alerta, responde a la Voz, responde al Dolor, Inconsciente) o la Escala de Coma de Glasgow modificada para niños.
- Pupilas: Evaluar tamaño, simetría y reactividad a la luz.
- (E) Exposición y Control de Hipotermia:
- Desnudar completamente al niño para una inspección global buscando lesiones.
- Prevenir activamente la hipotermia (los niños pierden calor más rápidamente): cubrir con mantas secas y calientes, usar manta térmica, mantener ambiente cálido.
- Monitorización continua de constantes vitales (ECG, SatO2, PANI, Tª). Considerar inserción de sonda nasogástrica y urinaria según indicación médica.
Técnicas para Interrogar a Pacientes Ancianos
Al comunicarse con pacientes de edad avanzada, especialmente en situaciones de emergencia, es útil emplear ciertas técnicas:
- Mostrar paciencia y hablar de forma clara y pausada, asegurándose de que nos oyen bien (considerar déficits auditivos).
- Plantear preguntas específicas y cerradas en lugar de preguntas abiertas muy generales. Ofrecer opciones puede facilitar la respuesta.
- Si el paciente tiene dificultades para comunicarse o recordar, y con su consentimiento (si es posible), interrogar a un familiar, cuidador u otra persona relevante que le conozca bien.
- Prestar atención a posibles deterioros sensoriales (vista, oído) o cognitivos (comprensión, memoria) y adaptar la comunicación.
- Establecer contacto físico si es apropiado (ej., tomar la mano puede ser tranquilizador y permitir valorar la fuerza). Dirigirse al paciente por su nombre.
- Crear un ambiente tranquilo y sin distracciones en la medida de lo posible.
Heridas: Clasificación y Características (Incluyendo Mordeduras)
Según Mecanismo de Producción
- Erosiones o Abrasiones: Herida superficial causada por fricción o roce (traumatismos leves o repetidos). Afecta a las capas más externas de la piel.
- Heridas Incisas: Producidas por objetos cortantes o afilados (cuchillo, bisturí, cristal). Bordes limpios, regulares y suelen sangrar abundantemente.
- Heridas Punzantes: Causadas por objetos puntiagudos (clavo, aguja, punzón, asta de toro). Orificio de entrada pequeño, pero pueden ser profundas y lesionar estructuras internas (vasos, nervios, órganos). Mayor riesgo de infección.
- Heridas Contusas: Producidas por impacto con objetos romos (golpe, caída). Bordes irregulares, aplastados, a menudo con hematoma asociado. Puede haber necrosis tisular.
- Heridas por Avulsión o Arrancamiento: Desgarro de la piel y tejidos subyacentes por tracción violenta o maquinaria. Bordes irregulares, a menudo con pérdida de sustancia. El scalp (arrancamiento del cuero cabelludo) es un ejemplo.
- Heridas por Mordedura: Causadas por dientes (humanos o animales). Suelen ser una combinación de herida punzante y contusa, a menudo con desgarro. Se consideran siempre contaminadas/infectadas debido a la flora bacteriana de la boca.
- Heridas por Arma de Fuego: Lesiones complejas con daño tisular extenso debido al proyectil y la energía cinética disipada. Pueden tener orificio de entrada y salida, o solo de entrada.
Según Presencia de Infección
- Limpias: Realizadas en condiciones de asepsia (ej., heridas quirúrgicas), sin signos de inflamación y sin afectación de tractos respiratorio, digestivo o genitourinario. Bajo riesgo de infección.
- Limpias-Contaminadas: Heridas quirúrgicas en las que se entra en tractos (respiratorio, digestivo, etc.) de forma controlada y sin contaminación inusual.
- Contaminadas: Heridas accidentales recientes (< 4-6 horas), fracturas abiertas, heridas quirúrgicas con fallo importante de la técnica aséptica o contaminación grosera (ej., del tracto gastrointestinal). Incluyen la mayoría de las heridas traumáticas.
- Sucias o Infectadas: Heridas traumáticas antiguas (> 6 horas), con tejido desvitalizado, cuerpos extraños, contaminación fecal, o heridas con signos clínicos de infección (pus, eritema, calor, edema). Las mordeduras se incluyen a menudo aquí por su alto riesgo infeccioso.
Tétanos: Características
El tétanos es una enfermedad infecciosa aguda causada por la neurotoxina (tetanospasmina) producida por Clostridium tetani. Este bacilo es un anaerobio estricto (crece en ausencia de oxígeno) y forma esporas muy resistentes que se encuentran en el suelo, polvo y tracto intestinal de animales y humanos.
Heridas con Riesgo Tetanígeno
Se consideran heridas con mayor riesgo de desarrollar tétanos (tetanígenas) aquellas que presentan condiciones favorables para la germinación de las esporas y la producción de toxina. Estas incluyen:
- Heridas o quemaduras con presencia significativa de tejido desvitalizado (necrótico).
- Heridas punzantes (profundas y estrechas), particularmente si ha habido contacto con suelo, estiércol u óxido.
- Heridas contaminadas con cuerpos extraños (tierra, astillas, metal).
- Fracturas abiertas.
- Mordeduras (animales o humanas).
- Lesiones por congelación profunda.
- Heridas que requieren intervención quirúrgica que se retrasa más de 6 horas.
- Heridas en pacientes inmunocomprometidos o con sepsis sistémica.
Comparativa de Antisépticos: Povidona Yodada vs. Clorhexidina
Existen diferencias importantes en las propiedades de la povidona yodada y la clorhexidina:
- Inicio de Acción y Efecto Residual: La clorhexidina posee un efecto antiséptico casi inmediato (15-30 segundos) y un efecto residual prolongado (hasta 6 horas). La povidona yodada tiene un inicio de acción más lento (aproximadamente 3 minutos) y una duración de efecto más corta (unas 3 horas).
- Espectro de Acción: Ambos son bactericidas. La clorhexidina tiene un amplio espectro (eficaz frente a bacterias grampositivas y gramnegativas) y también es fungicida. Es muy utilizada para reducir la colonización bacteriana en la inserción de catéteres, lavado de manos (higiénico y quirúrgico) y preparación de la piel para cirugía. La povidona yodada también tiene un efecto bactericida amplio (incluyendo micobacterias), virucida, fungicida y esporicida (aunque más lento), pero su actividad puede verse reducida por la presencia de materia orgánica (sangre, pus).
- Aplicaciones y Contraindicaciones:
- Clorhexidina: Lavado de manos, antisepsia de la piel (heridas, quemaduras, campo quirúrgico), lubricación/antisepsia de catéteres, uso en ginecología. No debe aplicarse sobre el sistema nervioso central (SNC), meninges o en el oído medio por su potencial neurotoxicidad y ototoxicidad (riesgo de sordera).
- Povidona Yodada: Antisepsia de piel y mucosas, tratamiento de heridas y quemaduras. No se recomienda su uso en neonatos (especialmente prematuros) ni durante el embarazo/lactancia por el riesgo de absorción de yodo y afectación tiroidea. Debe usarse con precaución en pacientes con enfermedad tiroidea, insuficiencia renal o en grandes superficies corporales (quemados extensos) por riesgo de toxicidad sistémica (acidosis metabólica, disfunción tiroidea/renal).
- Tolerancia y Seguridad: La absorción sistémica de la clorhexidina a través de la piel intacta es mínima. Las reacciones alérgicas o de irritación son poco frecuentes, aunque pueden ocurrir. La povidona yodada puede causar dermatitis de contacto y, como se mencionó, tiene mayor riesgo de efectos sistémicos con el uso prolongado o en grandes superficies.
- Costo-Efectividad: Generalmente, la clorhexidina se considera una opción costo-efectiva, especialmente teniendo en cuenta su efecto residual prolongado.
Conclusión: La clorhexidina se considera a menudo el antiséptico de elección para muchas aplicaciones (especialmente la antisepsia de la piel antes de procedimientos invasivos y el lavado de manos quirúrgico) debido a su rápido inicio de acción, efecto residual prolongado y buen perfil de seguridad general. Sin embargo, la elección final puede depender de la aplicación específica, las características del paciente y las políticas locales. No existe un consenso absoluto sobre la concentración óptima de clorhexidina para cada uso. Es importante destacar que la evidencia específica sobre el antiséptico ideal en el ámbito podológico puede ser limitada.
Condiciones para el Éxito de la Reimplantación
La posibilidad de reimplantar con éxito una parte del cuerpo amputada depende de varios factores:
- Tiempo de Isquemia: Es el factor más crítico. Cuanto más tiempo permanezca la parte amputada sin flujo sanguíneo (isquemia), menores serán las posibilidades de supervivencia tisular y éxito funcional. El tiempo de isquemia tolerable varía según el tipo de tejido (músculo es más sensible que piel/hueso) y la temperatura.
- Enfriamiento Adecuado: Enfriar la parte amputada (sin congelarla) reduce su metabolismo y prolonga el tiempo de isquemia tolerable (isquemia fría).
- Tipo de Amputación: Las amputaciones limpias (tipo guillotina) tienen mejor pronóstico para reimplante que las producidas por aplastamiento o avulsión, que causan mayor daño tisular.
- Características del Paciente: Individuos jóvenes, sanos y no fumadores suelen ser mejores candidatos. Enfermedades preexistentes (diabetes, vasculopatía periférica) pueden comprometer el resultado.
- Nivel de la Amputación: Las amputaciones más distales (dedos) suelen tener tasas de éxito de reimplante más altas que las más proximales (brazo, pierna).
- Disponibilidad de Centro Especializado: La reimplantación requiere un equipo quirúrgico microvascular experimentado y un centro hospitalario con recursos adecuados.
Nota: El traslado del paciente al centro adecuado no debe retrasarse para localizar la parte amputada si esta no se encuentra inmediatamente.
Actuación ante una Amputación
Evaluación Inicial y Manejo del Paciente
- Valoración Primaria (ABCDE): Priorizar la estabilización del paciente. Las amputaciones traumáticas pueden cursar con hemorragia grave potencialmente mortal. Controlar la hemorragia es la máxima prioridad (compresión directa, elevación, vendaje compresivo, torniquete si es necesario y está indicado).
- Manejo del Dolor: Las amputaciones son extremadamente dolorosas. Administrar analgesia potente según protocolos y estado hemodinámico.
- Tratamiento del Shock: Iniciar fluidoterapia intravenosa si hay signos de shock hipovolémico.
- Antibioticoterapia y Profilaxis Antitetánica: Administrar según protocolo.
Manejo de la Parte Amputada
- Limpieza Suave: Si está contaminada, limpiar la parte amputada suavemente, aclarándola con suero fisiológico estéril o solución de Ringer Lactato. No frotar ni usar antisépticos agresivos.
- Envoltura Húmeda: Rodear la parte amputada con una compresa estéril humedecida (no empapada) en suero fisiológico o Ringer Lactato.
- Bolsa Impermeable: Colocar la parte envuelta dentro de una bolsa de plástico limpia e impermeable y cerrarla bien.
- Enfriamiento Indirecto: Introducir esta bolsa sellada dentro de otro recipiente (bolsa o contenedor) que contenga agua y hielo. ¡Importante! La parte amputada no debe estar en contacto directo con el hielo para evitar la congelación tisular. El objetivo es enfriar, no congelar.
- Identificación: Marcar claramente el recipiente con los datos del paciente, la parte amputada y la hora de la amputación y del enfriamiento.
- Transporte: Transportar la parte amputada junto con el paciente al centro hospitalario adecuado (idealmente, un centro con capacidad de microcirugía y reimplante).