Manejo Clínico de Catéteres Urinarios y Vías Intravenosas: Procedimientos y Cuidados Esenciales

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Procedimientos y Cuidados en Cateterización Urinaria y Vías Intravenosas

1. Inserción de Sonda Vesical (Sonda Foley)

1.1. Preparación y Técnica

  • Realizar una higiene de manos exhaustiva.
  • Preparar el material estéril: guantes estériles, sonda vesical estéril (de la talla adecuada), gasas estériles, lubricante hidrosoluble.
  • Lubricar la punta de la sonda.
  • Para mujeres: Separar los labios menores para visualizar el meato urinario. Insertar la sonda suavemente a través del meato hasta que fluya orina.
  • Para hombres: Sostener el pene en posición vertical. Insertar la sonda suavemente a través del meato urinario hasta que fluya orina.
  • Una vez que la orina comience a fluir, avanzar la sonda unos centímetros más.
  • Inflar el balón de la sonda con la cantidad de agua destilada indicada por el fabricante (generalmente 5-10 ml) utilizando una jeringa. Importante: Utilizar siempre agua destilada, no suero fisiológico, para inflar el balón.
  • Retraer suavemente la sonda hasta sentir resistencia, asegurando que el balón esté correctamente posicionado en la vejiga.
  • Fijar la sonda al muslo del paciente con un dispositivo de fijación o esparadrapo, dejando un poco de holgura para evitar tracción.

2. Cuidados del Paciente con Sonda Vesical

El manejo adecuado de la sonda vesical es fundamental para prevenir complicaciones, especialmente infecciones urinarias.

  • Prevención de Acodamientos: Asegurarse de que la sonda y el tubo de drenaje de la bolsa de diuresis no estén acodados para permitir un flujo continuo de orina.
  • Vaciado de la Bolsa de Diuresis: Vaciar la bolsa de diuresis regularmente, al menos una vez por turno o según indicación médica, y siempre antes de que esté completamente llena.
  • Monitorización de la Orina: Realizar un uroanálisis rápido (tira reactiva de orina) al menos una vez al día o según indicación médica, mojándola con la orina del paciente para detectar posibles infecciones.
  • Higiene Rigurosa: Extremar las medidas de higiene perineal y del punto de inserción de la sonda diariamente y después de cada deposición.
  • Hidratación: Fomentar la ingesta de líquidos en el paciente, siempre que sea posible y no esté contraindicado, para mantener un buen flujo urinario.
  • Posición de la Bolsa de Diuresis: La bolsa de diuresis debe mantenerse siempre por debajo del nivel de la vejiga para evitar el reflujo de orina y el riesgo de infección, a menos que esté pinzada temporalmente para procedimientos específicos.
  • Cambio de Bolsas: La frecuencia de cambio de las bolsas de diuresis dependerá del protocolo hospitalario. Las bolsas cerradas suelen cambiarse diariamente, mientras que las abiertas pueden durar 2 o 3 días.

3. Cuidados de la Zona de Inserción de Vías Intravenosas

La vigilancia y el cuidado de los accesos venosos son cruciales para prevenir complicaciones como flebitis o extravasación.

  • Inspección Regular: Verificar la zona de inserción de la vía intravenosa para detectar signos de:
    • Pérdida o extravasación de líquidos.
    • Calor o enrojecimiento.
    • Edema (hinchazón).
    • Signos de flebitis (vena inflamada, dolor a la palpación, cordón palpable).
    • Sangrado en el punto de inserción.
    Si se observa alguno de estos signos, la vía debe ser retirada y se debe buscar un nuevo acceso si es necesario.
  • Cambio de Apósito: Cambiar el apósito de la vía intravenosa cada 24 horas o según el protocolo institucional, manteniendo siempre la asepsia.
  • Vigilancia Sistémica: Vigilar la aparición de escalofríos, fiebre o reacciones alérgicas sistémicas. En caso de presentarse, detener inmediatamente la infusión y avisar al médico.
  • Cambio de Equipos de Infusión: Los equipos de infusión (sueros y sistemas) deben cambiarse según el protocolo institucional, generalmente cada 72-96 horas para infusiones continuas, o cada 24 horas para infusiones intermitentes o lípidos. Se debe cambiar todo el sistema, incluyendo el punto de conexión.
  • Mantenimiento de Vías: Las vías intravenosas se mantienen en el paciente hasta el alta o hasta que ya no sean necesarias, siempre que no presenten complicaciones.

3.1. Precaución con Punciones Arteriales

Es fundamental diferenciar entre accesos venosos y arteriales. Las punciones en arterias (como la femoral o radial) se realizan para fines específicos (ej. gasometría arterial, monitorización de presión arterial invasiva) y conllevan riesgos diferentes. Una punción arterial accidental o un manejo inadecuado pueden provocar complicaciones graves como isquemia o necrosis distal, especialmente en la arteria radial, manifestándose con cambios de coloración (negro) en la extremidad.

4. Retirada de la Sonda Foley

La retirada de la sonda vesical debe realizarse con técnica aséptica y siguiendo un protocolo para minimizar molestias y complicaciones.

4.1. Material Necesario

  • Guantes no estériles (o estériles, según protocolo).
  • Jeringa de 10 ml (o la capacidad necesaria para el balón).
  • Bolsa de residuos.
  • Empapador o protector de cama.

4.2. Procedimiento

  • Informar al paciente sobre el procedimiento.
  • Colocar un empapador debajo del paciente para proteger la cama.
  • Calzarse los guantes.
  • Conectar la jeringa a la válvula del balón de la sonda.
  • Aspirar completamente el líquido del balón. Verificar la cantidad de líquido indicada en la válvula (generalmente 5-10 ml) y asegurarse de que se aspira todo el volumen. Si la sonda no se desliza fácilmente, asegurar que todo el líquido ha sido retirado del balón.
  • Retirar la sonda suavemente y de forma continua.
  • Desechar la sonda y el material en la bolsa de residuos.

4.3. Cuidados Post-Retirada y Reeducación Vesical

  • Indicar al paciente que beba abundantes líquidos para fomentar la micción y "lavar" la vejiga.
  • Advertir al paciente que las primeras micciones pueden ser dolorosas o presentar una sensación de ardor.
  • Es crucial que el paciente no retenga la orina debido al dolor, ya que esto puede llevar a infecciones urinarias y retención urinaria, requiriendo una nueva cateterización.
  • Monitorizar la primera micción post-retirada (volumen, características) y registrar el procedimiento y la respuesta del paciente en la historia clínica para asegurar la continuidad de los cuidados.
  • En algunos casos, se puede realizar una reeducación vesical antes de la retirada definitiva, pinzando la sonda por periodos intermitentes (ej. 15 minutos pinzada, 45 minutos abierta; luego 30 minutos pinzada, etc.) para permitir que la vejiga recupere su tono y capacidad.

5. Otros Tipos de Sondas y Colectores Urinarios

5.1. Sondas Pezzer

Son sondas de drenaje que se insertan a través de la pared abdominal, comúnmente utilizadas en cirugías vesicales como catéteres de drenaje suprapúbico. Su extremo distal tiene forma de hongo para asegurar su retención.

5.2. Colectores de Orina (Urinarios Externos)

Estos dispositivos recogen la orina externamente, reduciendo el riesgo de infección en comparación con las sondas internas.

  • Para Hombres: Consiste en un dispositivo similar a un preservativo que se coloca sobre el pene y se conecta a un tubo que drena la orina a una bolsa de diuresis.
  • Para Mujeres: Existen colectores externos específicos para mujeres encamadas que dirigen la orina directamente a una bolsa.
  • Indicaciones: Son útiles para pacientes incontinentes o con movilidad reducida.
  • Consideraciones: En pacientes parapléjicos con retención urinaria, se suelen utilizar sondas intermitentes (como la sonda de Nelaton) para vaciar la vejiga periódicamente.

Es importante recordar que, si bien los colectores externos tienen un menor riesgo, la sonda vesical interna, al ser un cuerpo extraño, aumenta significativamente el riesgo de infección urinaria si no se maneja con los cuidados adecuados.

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