Maestros de la Oratoria en la Atenas Clásica: Retórica y Poder en la Antigua Grecia
La Oratoria en la Democracia Ateniense Clásica
En la sociedad democrática ateniense de los siglos V y IV a.C., el buen uso del lenguaje tuvo una gran importancia. Quienes tenían que afrontar un juicio, expresar su opinión en la asamblea o el gobernante que debía convencer, todos necesitaban expresarse bien en público. Los discursos eran de tres tipos principales:
- Políticos: Orientados al futuro.
- Judiciales: Sobre el pasado.
- Epidícticos: Sobre el presente.
En los siglos V y IV a.C. aparecieron los logógrafos, expertos en elaborar discursos judiciales que los clientes aprendían de memoria para exponerlos en el tribunal. Entre ellos destaca Lisias. En el siglo IV a.C. surgieron seis expertos en discursos políticos, entre los que sobresalen Isócrates, Esquines y Demóstenes.
Oradores Atenienses Destacados
Lisias: El Maestro de la Sencillez Judicial
Lisias destacó por ser logógrafo y, posteriormente, ejerció como orador pronunciando sus propios discursos. Conservamos 35 discursos que abordan temas como adulterios, abandono de deberes militares y malversación de fondos. Su éxito se debía a su sencillez y al orden estructural de sus obras, que comenzaban con un prólogo, seguido de una exposición, la presentación de pruebas y concluían con una conclusión final.
Isócrates: El Defensor del Panhelenismo
Isócrates, de familia adinerada, mostró tendencias oligárquicas y fue un ferviente defensor del panhelenismo, liderado por Atenas, a la que elogiaba en gran medida en su obra Panegírico. En Filipo, consideraba a Filipo de Macedonia como el más apropiado para liderar a los griegos frente a la amenaza persa. Se han conservado 21 discursos suyos, de los que destacan Aeropagítico y Sobre la Paz, que tratan sobre la política ateniense.
Esquines: La Retórica en Tiempos de Cambio
Tras la Guerra del Peloponeso, Atenas dejó de tener predominancia. Demóstenes y Esquines se dedicaron a la política, aunque bajo el gobierno de Filipo. Esquines se dedicó a la logografía para subsistir. Perteneció a la facción promacedonia; su discurso Contra Ctesifonte se dirige contra Demóstenes debido a su enfrentamiento. Tras su fracaso en política, se dedicó a la enseñanza retórica en Rodas, donde impartió una enseñanza práctica.
Demóstenes: El Orador Contra Filipo
Demóstenes era tartamudo y, al quedar huérfano a los 7 años, fue educado por unos amigos de la familia que malgastaron su fortuna, lo que provocó su resentimiento y denuncia. Ejerció como maestro de retórica, pero se dedicó principalmente a la política. Defendió Atenas enfrentándose a Filipo, por lo que le concedieron una corona de oro. En la última etapa de su vida, se fue al exilio por un escándalo financiero y, cuando regresó, le condenaron a muerte, por lo que tuvo que huir; pero para no caer en manos de su enemigo, se suicidó envenenándose.
Su obra se divide en discursos privados y políticos. Entre los primeros, destacan Contra Onetor y Contra Afobo, en su propia defensa. Entre sus discursos políticos, sobresalen las cuatro Filípicas. Después de ser derrotada Atenas, compuso su más brillante discurso político, el Discurso de la Corona. También se dedicó a la oratoria epidíctica, en la que destaca su Epitafio. Empleó el ático y un vocabulario no literario, y elaboraba los discursos con espontaneidad, utilizando figuras retóricas.