Maestros y Obras Clave de la Arquitectura Barroca Romana del Siglo XVII
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Carlo Maderno: Pionero del Barroco Romano
Santa Susanna, Roma (1597-1603)
Se trata de la primera obra de Maderno como artista independiente, contando con un joven Bernini como escultor. Su composición destaca por su gran esbeltez y verticalidad, rasgos distintivos del Barroco, en contraste con la horizontalidad del Gesú.
El cuerpo inferior es más rectangular y ancho. En el superior, unos aletones decoran los extremos con espirales esbeltas y decorativas que contribuyen a una impresión de ligereza. El eje central posee una gran verticalidad; no hay líneas de imposta que dividan el primer cuerpo, lo que evita la horizontalidad del conjunto.
Un frontón único remata el primer piso y lo une con el balcón. Este frontón rompe con el basamento del segundo piso y con la horizontalidad. Finalmente, rematando el conjunto, una crestería —un cuerpo transparente— aligera la rigidez del frontón superior.
Sant'Andrea della Valle, Roma
El proyecto original fue de Giacomo Della Porta (1598), con la colaboración del sacerdote Francesco Grimaldi. Della Porta falleció en 1603.
La obra se inició con una clara influencia del Gesú. En 1608, Maderno se incorporó al proyecto, manteniéndose fiel a la idea original. En 1625, con la obra casi terminada, Carlo Rainaldi se unió al equipo hasta 1665. Rainaldi respetó el proyecto original, pero introdujo elementos decorativos en forma de hornacinas donde las molduras presentaban basamentos.
Las dos figuras recortadas nos recuerdan a las de la Capilla Medici, construida por Miguel Ángel. Esta forma de decoración fue continuada por Palladio, quien la extrajo de la arquitectura.
Santa Maria della Vittoria, Roma
En 1605, Carlo Maderno proyectó este edificio, que presenta influencias del Gesú. La fachada, terminada entre 1624 y 1626 por Giovanni Battista Soria, respetó el proyecto original, pero la hizo más esbelta y elegante, incorporando elementos verticales. La mayoría de estos arquitectos se inspiraron en Miguel Ángel.
Se utilizan los órdenes jónico y corintio, lo que permite un friso limpio y liso, ideal para inscripciones de los mecenas que intervinieron en la obra.
El orden jónico impera en la parte inferior, con capiteles similares a los utilizados por Miguel Ángel en el Palacio Capitolino. Este capitel jónico, considerado perfecto, presenta volutas unidas por una guirnalda de frutos, un detalle muy barroco.
El ábaco presenta curvas y contracurvas, un elemento que ya había aparecido en el siglo XVI en España. La parte extrema del ábaco exhibe una curva cóncava.
Sant'Andrea delle Fratte, Roma
Proyectada por Gaspare Guerra en 1605 y terminada por Borromini en 1653.
Se trata de otro edificio jesuítico que sigue el modelo del Gesú.
Su sencillez resulta abrumadora; apenas presenta resaltes. Únicamente las pilastras marcan la verticalidad, con una línea de imposta desaparecida.
Volvemos a encontrar los capiteles de estilo jónico perfecto, a imitación de los usados por Miguel Ángel en el Palacio Capitolino.
Iglesia de San Ignacio, Roma
Proyectada por Orazio Grassi en 1527, un gran matemático de la Compañía de Jesús. Su opinión ante el tribunal de la Inquisición influyó en la condena y muerte de Galileo.
Las obras se iniciaron en 1527 y se detuvieron por falta de presupuesto. En 1640, la iglesia fue consagrada, aunque aún faltaba la cúpula. Finalmente, Andrea Pozzo la completaría en 1685, pintando una cúpula ilusoria sobre un techo plano.
La fachada es prácticamente idéntica a la del Gesú. El cuerpo bajo presenta la misma articulación, con columnas que destacan sobre la entrada principal. Se crea un juego de entrantes y salientes, y la verticalidad aparece mucho más acentuada.