Maestros del Barroco Romano: Bernini y Borromini
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Arquitectura Barroca: Bernini y Borromini
Con el triunfo del Barroco, comienzan a perfilarse las principales nacionalidades artísticas europeas. Los elementos comunes de todas las escuelas son el empleo del orden colosal y la riqueza de la ornamentación, pero surgirán variantes en la organización de los espacios interiores y en la composición de las fachadas:
- La arquitectura barroca italiana se caracteriza por las plantas movidas, que modulan el espacio mediante paredes cóncavas y convexas. El mismo juego de líneas se transmite también a las fachadas.
- En Francia, en cambio, la arquitectura está controlada por la Academia. Los espacios son regulares y las fachadas rectas, siguiendo los cánones clásicos y renacentistas. Por ello, el Barroco francés es denominado clasicista. Los jardines se convertirán en un complemento de la arquitectura.
Arquitectura Italiana: Bernini y Borromini en Roma
El Barroco italiano gira en torno a dos artistas contradictorios y rivales: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) y Francesco Borromini (1599-1667). Ambos construyen edificios de plantas elípticas y muros alabeados, pero se diferencian en el empleo de los órdenes, los materiales y el uso del espacio y la luz.
Gian Lorenzo Bernini
Los biógrafos de Bernini nos lo presentan como un genio; de grandes cualidades morales, jovial, buen padre y buen esposo. Sirvió a ocho papas, Luis XIV lo llamó a Francia, sus clientes fueron cardenales y duques.
Obras destacadas de Bernini:
- Baldaquino de San Pedro (1624-1633): Un movido palio de bronce sustentado por columnas salomónicas que se sitúa bajo la cúpula de la basílica, sobre la cripta de San Pedro. Tras este proyecto, es nombrado arquitecto pontificio.
- Columnata de la Plaza de San Pedro (1656-1657): Cierra ópticamente la plaza del Vaticano, sirve de deambulatorio cubierto a las procesiones y abraza ecuménicamente a la cristiandad que peregrina para recibir del papa la bendición solemne Urbi et orbi.
- Cátedra de San Pedro (1657-1666): Relacionada con la silla que, según la tradición, había usado San Pedro. Bernini sitúa esta reliquia sobre un trono que sostienen en el aire los doctores de la Iglesia y abre en la zona superior un rompimiento de gloria que perfora el muro. La obra es un precedente de los transparentes hispanos.
- San Andrea al Quirinal (1658-1670): Es la obra arquitectónica de la que Bernini se sentía especialmente satisfecho. Era una iglesia de planta central destinada a los novicios jesuitas, donde juega con la línea cóncava y convexa.
Francesco Borromini
Tiene una biografía completamente opuesta a la de Bernini. De carácter irascible, violento, con un final atormentado que lo lleva a suicidarse desesperado por la enfermedad.
Aspectos de su carrera y obras:
- Sus clientes son las órdenes religiosas más humildes, como los Descalzos Trinitarios, Filipenses, las Hermanas Agustinas y los Franciscanos.
- Comienza trabajando como cantero en Milán y en 1614 pasa a Roma, donde lo acoge su pariente Carlo Maderno, quien dirigía las obras del Vaticano.
- Su primera obra como artista independiente es San Carlino alle Quattro Fontane, encargada por los trinitarios españoles. Realizó el convento y el claustro (1637), la iglesia (1641) y la fachada (1667).
- Realiza también el Oratorio de San Felipe Neri (1637), concebido como una sala de audiciones, ya que los Filipenses otorgaban gran importancia a la música en la liturgia.
- Por último, realiza a partir de 1642 su obra más original: la Iglesia de San Ivo a la Sapienza. Su planta está formada por dos triángulos equiláteros que, al cruzarse, crean un hexágono; este esquema se vuelve a repetir en la cúpula, que adquiere la forma de las celdillas de un panal. Para algunos, es una alusión al papa Urbano VIII, cuyo emblema era la abeja.
- Para Inocencio X, diseña la Iglesia de Sant'Agnese in Agone en la Piazza Navona (1653).
- Para los franciscanos, realiza en los mismos años el templo de San Andrea delle Fratte.