Maestros del Barroco Italiano: Caravaggio y Annibale Carracci

Pintura Barroca Italiana: Orígenes y Maestros

La pintura italiana de finales del siglo XVI y principios del XVII sentó las bases de dos corrientes artísticas que se extendieron por toda Europa Occidental: el Clasicismo y el Naturalismo. Estas estarían representadas por dos figuras cumbres: Annibale Carracci y Caravaggio.

Annibale Carracci: El Maestro del Clasicismo Barroco

Annibale Carracci fue considerado por sus contemporáneos al mismo nivel que Rafael o Miguel Ángel debido a la maestría de sus composiciones. Annibale se marchó a Roma en 1595, seguido dos años más tarde por su hermano Agostino, a requerimiento del Cardenal Farnese. En Roma comenzó a pintar con formas grandiosas y con un mayor dramatismo, fruto del estudio de la naturaleza y de la Antigüedad Clásica.

Una de sus obras destacadas es “Triunfo de Baco y Ariadna”.

Caravaggio: Revolución del Realismo y el Tenebrismo

En el estilo de Caravaggio se advierte una marcada evolución, basada en los dos pilares en los que se asienta su producción: el Realismo y el Tenebrismo.

El Realismo de Caravaggio

El Realismo le lleva a representar a los personajes tal cual son, sin idealizar sus rostros, sus anatomías o sus vestidos, y a representar temas religiosos como si fueran cotidianos.

El Tenebrismo: Dominio del Claroscuro

El Tenebrismo consiste en llevar hasta sus últimas consecuencias la técnica del claroscuro. Los fondos de las composiciones aparecen oscuros y solo se iluminan aquellas figuras o las partes de estas que tienen un especial interés para el artista.

Trayectoria Artística de Caravaggio

Caravaggio desarrolló sus primeros pasos artísticos con un taller en Milán ligado a los cánones manieristas. Luego se marchó a Roma, donde trabajó con pintores de segunda fila.

Primeras Obras: "Baco"

Una de sus primeras obras conocidas es “Baco”, probablemente su autorretrato. En este cuadro destaca la calidad con la que se representan la vajilla y los vegetales. Asimismo, la actitud que muestra Baco habla por sí misma de la ruptura con los cánones que desde el Renacimiento se habían seguido para este tipo de representaciones mitológicas.

Periodo de Madurez y Plenitud del Tenebrismo

Cuando el Cardenal del Monte adquirió algunas obras de Caravaggio y se convirtió en su mecenas, comenzó el periodo de madurez del artista. En este momento, el tenebrismo alcanza su plenitud. El color queda subordinado a la luz que surge en sus cuadros de un único foco. El dramatismo y el realismo se acentúan.

Obras Maestras del Periodo de Madurez

"El Entierro de Cristo"

El cuadro “El Entierro de Cristo” recoge el momento en el que el cuerpo de Cristo muerto es depositado en su tumba. Caravaggio sitúa el punto de vista del espectador casi dentro de la misma fosa, por lo que se obtiene una vista del conjunto en un marcado escorzo. La perspectiva se ve acentuada por el ángulo de la losa en la que se apoyan los personajes, casi abandonando el cuadro para introducirse en el terreno del espectador. Empleó la técnica del claroscuro en este cuadro. El cuerpo de Cristo, las manos y el rostro quedan iluminados, mientras que el resto permanece en la penumbra.

"Muerte de la Virgen"

“Muerte de la Virgen” es un cuadro de gran formato, por lo que las figuras son casi de tamaño real. El ambiente en el que se desarrolla la escena es humilde. Los personajes aparecen vestidos con ropas toscas, sin apenas colorido. La Virgen aparece muerta, en el centro de la composición. La luz incide directamente sobre ella y sobre la túnica roja que viste. El uso de la iluminación es claramente tenebrista. Para lograr mayor realismo, parece ser que Caravaggio tomó como modelo el cadáver de una ahogada. En la anatomía de la Virgen se reflejan crudamente los signos de la muerte: los pies y el vientre hinchados. La iluminación, los colores oscuros y las expresiones de los personajes transmiten hondo dolor. La técnica empleada es la pintura sobre lienzo.