La Maestría Escultórica de Miguel Ángel: Un Viaje a Través de Sus Obras Más Icónicas

La Maestría Escultórica de Miguel Ángel

Miguel Ángel es escultor, arquitecto y pintor del Cinquecento, aunque su verdadero temperamento artístico será escultórico.

MA nace en 1475 en Capresse. Florencia fue la ciudad con la que mantuvo siempre profundos lazos y donde quiso ser enterrado. La vocación de MA fue el dibujo, que finalmente fue aceptada.

Trayectoria Escultórica

Para explicar su trayectoria escultórica, la dividiremos en tres etapas donde hablaremos de la obra cumbre:

1. La Piedad

La Piedad: obra realizada en 1478. En ella muestra una perfección asombrosa y revela un profundo conocimiento de la anatomía humana. Los ropajes de la Virgen presentan pliegues profundos, creando juegos de luz y sombra que enmarcan el cuerpo de su hija. Además, la juventud con la que aparece María simboliza su pureza y virginidad, y responde al ideal neoplatónico en el que el ideal de belleza se representa mediante la belleza física. Así que, el artista muestra el extraordinario dominio de la técnica de esculpir en mármol, ya que tiene gran dificultad. El pulimentado final de mármol conseguido con abrasivos logra un acabado perfecto.

2. El David

El David: realizado entre 1501 y 1504. En su obra, MA representa a David justo en el momento previo a la acción. En su obra sigue habiendo perfección técnica, pero a través de su expresión muestra una gran energía espiritual: el entrecejo fruncido, mirada amenazante… Los ojos están profundamente tallados con trépano y el claroscuro de los cabellos intensifica la mirada. Los músculos en tensión, los tendones vibrantes y las venas nos transmiten sensación de una vida interior. En la postura del cuerpo, el artista utiliza el contrapposto en el brazo izquierdo que está doblado con la honda y el derecho descansa estirado; la pierna derecha soporta la tensión del resto del cuerpo. Por último, la visión frontal queda rota con el giro de la cabeza hacia la izquierda.

3. El Moisés

El Moisés: realizado entre 1513 y 1516. Es una composición cerrada, clásica: existe un ligero contrapposto marcado por el giro de la cabeza y la simetría entre el brazo izquierdo hacia arriba y el derecho hacia abajo, así como la pierna izquierda hacia afuera y la derecha hacia adentro. MA sugiere de este modo el movimiento en potencia; los músculos están en tensión, pero no hay movimiento en acto. Capta el momento en que Moisés va a levantarse y vuelve la cabeza llena de furia ante la infidelidad de su pueblo, la “terribilitá”. MA abandona los rostros serenos de su primera época (La Piedad) y opta por una expresividad acentuada, anunciando el Barroco. Moisés está lleno de vida interior, producto no solo de su propia evolución personal, sino también por la influencia del Laoconte.

Los Esclavos

Por último, cabe nombrar a los esclavos que realiza MA al final de su vida, donde apreciamos los inacabados y la falta de equilibrio y de estabilidad.