Luces de Bohemia: Modernismo y Generación del 98
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El Modernismo y la Generación del 98 en la Obra
El Modernismo, como viento artístico, floreció a partir del siglo XIX, dejando atrás las tendencias antiguas para renovar la creación mediante los nuevos recursos del arte. Se podría dividir en la etapa del culto preciosista de los elementos y, posteriormente, la inclinación hacia el lirismo personal y de investigación de la vida.
Valle-Inclán se inicia en el Modernismo, pero se considera perteneciente al grupo del 98. En Luces de Bohemia se reflejan numerosas características de ambas corrientes.
En la obra aparecen diversos modernistas, tanto reales (como Rubén Darío) como ficticios, y parece estar inspirada en el autor Alejandro Sawa.
En cuanto al Modernismo en la obra, encontramos: el cosmopolitismo, el uso del verso, el estilo refinado y la creación de belleza mediante acotaciones, entre otras características.
En el lenguaje se mezclan influencias de los dos movimientos: el léxico cuidado del Modernismo y el afán de recuperación lingüística de la Generación del 98. Este uso del lenguaje es clave para retratar a la sociedad española.
Ambos estilos tienen en común la literaturización de la vida y el valor de la literatura; se hace referencia a diversos autores y obras.
Para finalizar, la influencia noventayochista se manifiesta en los temas abordados en la obra: el problema de España, unido a referencias históricas y situaciones de la vida cotidiana. Además, se muestra la preocupación existencial característica del 98.
Personajes
Max Estrella y Don Latino
En Luces de Bohemia encontramos 54 personajes diferentes, de los cuales analizaremos a los dos protagonistas: Max Estrella y Don Latino de Híspalis.
Max Estrella encarna la figura del último bohemio: "Diego hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales, humorista y lunático". Es identificado con el poeta modernista Alejandro Sawa, íntimo amigo de Valle-Inclán.
En la obra, su nombre tiene valor irónico, ya que alude a una gloria que no tiene. De la misma forma, su seudónimo "Mala Estrella" hace referencia a su mala suerte.
Es presentado como un héroe clásico que es abandonado y se ve solo al perder su trabajo. Así, se siente fracasado y abocado al suicidio. Este fracaso es atribuido en la obra a mantenerse fiel a una determinada forma de ver el arte y la vida.
Su personalidad es contradictoria: se autocalifica en ocasiones de inútil y en otras de genio (es "muñequizado").
En segundo lugar, Don Latino refleja la degradación de este bohemio, que se ha corrompido. Este acepta el papel de perro lazarillo que Max le asigna, denotando cobardía y lealtad, aunque se aprovecha de su dinero sin dárselo a su familia (detonando la muerte de su esposa e hija) y se niega a prestarle el abrigo antes de morir.
Este es un personaje desleal, avaro, cínico e irónico, de lenguaje exagerado y recargado.
Conclusión
En conclusión, Max simboliza la bohemia heroica y rebelde; en cambio, Don Latino muestra la degradación que, a la vez que el país, ha perdido la pureza de las ideas y se ha corrompido.