Literatura Universal: Corrientes, Autores y Obras Clave del Siglo XX
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1. La Crisis del Pensamiento Decimonónico
Las fórmulas realistas acaban por cansar y se produce una reacción renovadora que se caracteriza por: los escritores se rebelan contra los valores burgueses y eligen un tipo de vida más marginal e irregular; nacen así las dos caras de la bohemia, el dandismo y el malditismo; y los escritores consideran que el fin último del arte debe ser la belleza. También se producen avances en los medios de transporte, en la medicina… Pero también crecen las desigualdades sociales, la incomunicación, la angustia… El modo de vida fue influenciado por tres corrientes: la psicoanálisis de Freud; el existencialismo (es una escuela filosófica, en ella reflexionan sobre todo acerca del sentido, o de la falta de este. El hombre aparece como un ser condenado a una existencia en la que la posibilidad de encontrar la felicidad es limitada); y el marxismo de Karl Marx (constituye una crítica a la sociedad capitalista burguesa, se produce, pues, la lucha de clases).
2. Nueva Forma de Escribir
Las técnicas realistas se incorporan a nuevos temas dando lugar a la novela de aventuras. En las primeras décadas del siglo XX destacan el francés Marcel Proust con En busca del tiempo perdido; el irlandés James Joyce con Ulises; el austríaco Franz Kafka con La metamorfosis; y el alemán Thomas Mann con Muerte en Venecia y La montaña mágica. La novela después de la Segunda Guerra Mundial es de temática existencialista. Destacan el francés Jean-Paul Sartre con La náusea; Albert Camus con El extranjero y La peste. Los años finales del siglo XX se caracterizan por las diversas tendencias: la novela fantástica, Tolkien es considerado el padre con El Hobbit y El señor de los anillos; y la novela de ficción científica, Isaac Asimov con Saga de la Fundación y Arthur C. Clarke con 2001, una odisea espacial. El nacimiento del héroe contemporáneo merecía admiración, bien como que la figura del héroe se concibiese como un personaje normal que por alguna razón se convierte en un modelo a seguir; bien podía ser una persona corriente que realiza una hazaña extraordinaria; o bien se considera héroe a una persona que lucha por procurar su propia identidad. Por otra parte, había héroes con poderes sobrenaturales o fantásticos. El crecimiento de las ciudades, la prensa y el nacimiento de la policía hizo que la trama policial fuese adquiriendo rasgos definidos y tomando gran valor. El autor que asienta las bases de este género es Edgar Allan Poe. El máximo esplendor se lleva a cabo en el siglo XX con Agatha Christie con Asesinato en el Orient Express…; Dashiel Hammett con El halcón maltés. En la literatura española destaca Manuel Vázquez Montalbán, creador del personaje Pepe Carvalho.
3. Las Vanguardias
También llamados “poetas del cambio de siglo”. Destacamos las obras de Yeats y de Rilke. Las “vanguardias” es un término procedente del ámbito militar que designa una serie de movimientos también llamados “ismos”. Crean su propio universo estético: eliminan lo anecdótico, lo didáctico…; rompen las relaciones de casualidad y la tradición de espacio y tiempo; fantástico; imágenes sorprendentes y metáforas insólitas; rechazo radical del pasado; actitud lúdica, agudeza y humor; y, por último, el progreso. Los principales movimientos vanguardistas son:
- El cubismo: tiene su origen en el cubismo pictórico, destacan Picasso y Guillaume Apollinaire, que defiende las palabras en libertad y la supresión de la sintaxis.
- El futurismo: se inició en Italia, Marinetti publicó Manifiesto comunista en el que muestra su fascinación por el mundo moderno, las máquinas, la velocidad…
- El dadaísmo: se originó en Suiza, concretamente en Zúrich, su mayor representante es Tristán Tzara. Esta técnica reclama la libertad absoluta del creador, e incluso llega a burlarse del propio arte, pues quiere acabar con la lógica y utilizar el absurdo como medio de expresión literaria.
- El surrealismo: significó una auténtica revolución en el arte posterior a la Primera Guerra Mundial, destaca André Bretón. El surrealismo tiene unos rasgos especiales teóricos muy sólidos: el surrealismo aspira a desentrañar el sentido último de la realidad; para el surrealismo el ser humano solo se encuentra libre en el mundo de los sueños; la “escritura automática” será un instrumento para hacer consciente el mundo suprarreal; y los poetas surrealistas mezclan objetos, sentimientos y conceptos.
4. La Generación Perdida
El narrador es un mero testigo que sabe de los personajes tanto como el propio lector. La estructura secuencial y la corriente de conciencia son muy utilizadas. Destacan: Ernest Hemingway con ¿Por quién doblan las campanas? y El viejo y el mar; Francis Scott Fitzgerald con El gran Gatsby y El último magnate; John Dos Passos con Manhattan Transfer; John Steinbeck con De ratones y hombres y Las uvas de la ira; y William Faulkner con El sonido y la furia. La Generación Perdida americana engloba autores con estilos muy diversos, y con distintas actitudes y objetivos estéticos.
5. El Teatro del Absurdo y el Teatro de Compromiso
Ambos son dos tendencias de renovación dramática propias de esta época. Las dos difieren tanto en sus objetivos como en sus características formales; pero tienen en común un deseo de ruptura con las formas anteriores y, sobre todo, una fuerte sensación de desarraigo y una actitud crítica ante el mundo.
5.1. El Teatro de Compromiso
Se sustenta en la filosofía existencialista. Este tipo de teatro se centra en problemas esenciales de la condición humana como la injusticia, la guerra, la pobreza… Destacan: Jean-Paul Sartre con Las moscas y A puerta cerrada, la temática de sus obras coincide con las preocupaciones existencialistas como la libertad, la esperanza…; Bertolt Brecht con Los Horacios y los Curiacios y Madre Coraje y sus hijos, su teatro se basa en el antisentimentalismo ya que no se debe conmover al espectador, introduce eslóganes, canciones…; y Albert Camus con Calígula.
5.2. El Teatro del Absurdo
También se preocupa por el individuo y la sociedad. Sus obras se limitan a presentar las contradicciones y los problemas sin esperar solución alguna. Ante el absurdo del mundo solo cabe la risa. Se busca la brevedad y se utilizan técnicas del “clown”. Destacan: Eugène Ionesco con La cantante calva y El rinoceronte; y Samuel Beckett con Esperando a Godot. El teatro del absurdo y el teatro de compromiso se nos muestran como dos respuestas artísticas a un mismo problema, que no es otro que el problema existencialista en todas sus expresiones.