Literatura Española: Prosa Romántica, Poesía, Teatro Postguerra y Registros Lingüísticos
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La Prosa Romántica
La prosa romántica se manifiesta en los cuadros de la novela de folletín.
El Teatro Romántico
- No respeta las normas aristotélicas.
- Mezcla el verso y la prosa, lo trágico con lo cómico.
- El protagonista, de origen desconocido, acaba víctima de la fatalidad.
- Las mujeres están condenadas al sufrimiento.
- Aparecen elementos fantásticos y melodramáticos.
Autores
- Martínez de la Rosa: La conjuración de Venecia.
- Mariano José de Larra: Macías.
La Poesía Romántica
Es el género más adecuado para expresar la actitud romántica.
En la primera mitad del siglo, encontramos una poesía narrativa que recrea leyendas e incorpora elementos maravillosos y fantásticos.
La poesía lírica presenta dos corrientes:
- Una de tendencia centrada en los conflictos entre el individuo y el mundo. Sobresalen las canciones de José de Espronceda: El pirata y El mendigo.
- Una lírica más intimista, centrada en los temas del amor, la naturaleza y la muerte.
Los dos poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX son Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
El Teatro Posterior a 1936
La evolución del teatro español, como la de la lírica y la de la novela, estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. A partir de 1939, el panorama escénico quedó marcado por el exilio de autores como Max Aub, Rafael Alberti o Pedro Salinas, y por la desaparición de dramaturgos que murieron durante esos años.
En los años de posguerra, la escena española estuvo dominada por un teatro nacional. Las dos líneas dramáticas que triunfaban en los escenarios son:
- La comedia burguesa, que se caracteriza por su intrascendencia, con dosis de humor, de ternura y amabilidad.
- El teatro de humor alejado de la realidad inmediata, con dos grandes autores: Enrique Jardiel Poncela y Miguel Miura.
Alberti, Max Aub y Casona continuaron su producción fuera de España. En la posguerra, el teatro estuvo muy determinado por la censura. A pesar de ello, la actividad teatral de posguerra fue muy abundante, aunque mediocre.
A finales de los 40, comienza un teatro realista. El estreno en 1949 de Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, marcó un cambio en el teatro español, ya que a partir de un contexto, un argumento y unos personajes se intentaba hablar de la realidad desde el escenario. Podemos citar el teatro de carácter documental y de signo crítico de José Martín Recuerda, con obras como Los salvajes, o las obras de Lauro Olmo.
Desde mediados del siglo XX, surgieron orientaciones dramáticas, tanto en lo formal como en el contenido de las obras:
- En los años 50, el teatro de vanguardia, representado por Fernando Arrabal y Francisco Nieva.
- En los años 60, el teatro simbolista, que se caracteriza por un acentuado carácter vanguardista, representado por José Ruibal.
Este teatro se vio influido por las innovaciones teatrales europeas, especialmente por dos tendencias:
- El teatro del absurdo, de Beckett y de Ionesco.
- El teatro de la crueldad, de Artaud.
En los años sesenta, el teatro que verdaderamente triunfaba en los escenarios era un teatro de evasión, heredero de la comedia burguesa y representado por Alfonso Paso.
A finales de esa misma década, surgieron los primeros grupos de teatro independiente en los círculos del teatro comercial. En principio, era un teatro que rechazaba el espectáculo conservador, representado por grupos como Els Comediants. Superada la transición política, se produjo la progresiva desaparición de este tipo de teatro. El poder público subvencionó a grupos de trabajo estables con programas de actuación a largo plazo.
Después de 1975, surgió un teatro neorrealista que se inclinó por un drama de temas contemporáneos de estética básicamente realista. La instauración de la democracia trajo consigo también la recuperación para la escena española de autores como Valle-Inclán.
Las Variedades Socioculturales del Lenguaje
Cuando creamos enunciados, los adecuamos a los contextos, que son los que ayudarán a nuestro interlocutor a interpretar correctamente el sentido de lo transmitido.
Recordamos que el texto, todo unitario y total, debe estar construido de acuerdo a la situación comunicativa en la que se produzca el acto de habla. Es decir, para que el texto sea aceptable como instrumento y transmita una información completa, debe tener otra propiedad: la adecuación. Así, un texto es adecuado si consigue la intención o propósito para el que ha sido creado y si se ajusta a la situación comunicativa a través de un lenguaje culto.
Cada persona se expresa con el lenguaje apropiado a su nivel sociocultural. Una persona culta conoce la norma y sabe adaptarla a las situaciones determinadas.
Las variantes idiomáticas que el hablante culto utiliza según la circunstancia y el interlocutor son los registros idiomáticos. Maneja bien su código quien es capaz de cambiar de registro.
Los hablantes introducen cambios en la lengua en sus cuatro niveles: fónico, morfológico, sintáctico y léxico.
Existen numerosos factores sociales y culturales que influyen en los rasgos lingüísticos de los mensajes: las características del entorno, el tema tratado, el lugar y el nivel cultural del hablante. La combinación de ambos grupos de factores permite utilizar las llamadas variedades diafásicas y diastráticas.
Niveles o Tipos de Registro
Registro Culto
Se caracteriza por ser estable, uniforme y cuidado. Su amplitud de recursos permite afrontar cualquier situación comunicativa.
- Plano fónico: Tiende a la pronunciación cuidada. Es habitual el yeísmo. La acentuación de las palabras siempre es correcta y la entonación suele ser relajada.
- Plano morfosintáctico: Tanto en la lengua oral como en la lengua escrita, hay una construcción cuidada de la frase.
- Plano léxico-semántico: Amplitud de vocabulario.
Registro Común o Familiar
Tiene un grado menor de uniformidad que el nivel culto. En la modalidad coloquial es más expresivo, menos rígido y posee gran cantidad de fórmulas para manifestar los estados afectivos.
- Plano fónico: Utiliza una amplia diversidad de recursos paralingüísticos para mostrar la expresividad. También se apoya en factores gestuales.
- Plano morfosintáctico: Se producen abundantes elipsis en la construcción de las frases, así como algún caso de discordancia entre los componentes oracionales. Se prefieren oraciones simples, con oraciones cortas.
- Plano léxico-semántico: Sobre todo en el plano conversacional, abusa de muletillas.
Registro Vulgar
Se caracteriza por ser pobre, repetitivo, rutinario y cargado de incorrecciones lingüísticas. Se da habitualmente en la comunicación oral.
- Plano fónico: Presenta articulaciones exageradas u omitidas, fuertes altibajos en las curvas de entonación.
- Plano morfosintáctico: Los usos más frecuentes son la utilización de abundantes interjecciones y construcciones de valor impersonal.
- Plano léxico-semántico: Es muy limitado el uso del vocabulario, con dificultades en el empleo de sinónimos y abuso de palabras baúl.