Literatura Española: Poesía del 27, Novela y Teatro (1939-Actualidad)
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La Poesía del Grupo Poético del 27
1. Características del Grupo Poético del 27
El Grupo Poético o Generación del 27 fue denominado así porque sus integrantes se unieron para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora en 1927. Aunque la poesía de cada uno de sus autores presenta un estilo particular, se dieron ciertas características comunes:
- a) El predominio absoluto de la metáfora y el hermetismo (lo que les identificaba con Góngora).
- b) La influencia de las vanguardias (sobre todo del surrealismo).
- c) Presentan una actitud estética semejante, que aspira a una síntesis entre tradición y vanguardia.
- d) La mezcla entre la tradición popular y los elementos cultos y el uso de una métrica variada (formas tradicionales y verso libre).
2. Etapas y Tendencias
Los críticos han establecido tres etapas en la evolución de las tendencias poéticas de esta Generación:
- Primera etapa (1926-1929): En esta época se combinan tres líneas poéticas: el creacionismo (en los primeros títulos de Gerardo Diego), el neopopularismo y la poesía pura.
- Segunda etapa (1929-1936): En esta época se da una gran influencia del surrealismo. Una parte del grupo evolucionará hacia una poesía más social y politizada.
- Tercera etapa (A partir de 1936): La Guerra Civil rompe la unidad del grupo, pues Lorca es asesinado al inicio del conflicto y una parte del grupo marcha fuera de España durante (como Pedro Salinas) o al finalizar la guerra (como Alberti). Cada uno de los poetas evoluciona en un sentido más personal.
3. Autores y Obras Representativos
Quizá el poeta más importante del grupo sea Federico García Lorca (1898-1936), creador de un sistema poético propio en el que el mundo popular andaluz cobra enorme fuerza poética gracias a un tratamiento artístico exquisito. La opresión, la muerte y el tema sexual aparecen con frecuencia en sus versos. Entre sus obras destacan Romancero gitano, dentro de la corriente neopopularista, y Poeta en Nueva York, obra de marcada influencia surrealista.
Rafael Alberti (1902-1999) es otro de los poetas fundamentales del grupo con sus obras Marinero en tierra, de carácter neopopularista, y Sobre los ángeles, de influencia surrealista. La poesía de Alberti tendrá en esta época un marcado carácter de compromiso político. Ya en el exilio abordará el tema de la evocación nostálgica en obras como Retornos de lo vivo lejano.
Luis Cernuda (1902-1963) reúne toda su poesía en una sola obra: La realidad y el deseo. Para el poeta, solo el amor da sentido a la existencia. Sin embargo, el deseo erótico choca con una realidad agresiva que se opone a su cumplimiento, abocando al yo poético a la soledad. En el exilio escribe una de las obras más importantes de la posguerra, Desolación de la quimera, que se añadirá póstumamente a La realidad y el deseo.
Otros poetas relevantes de la Generación del 27:
- Vicente Aleixandre: La destrucción o el amor y Sombra del paraíso.
- Dámaso Alonso: Hijos de la ira.
- Pedro Salinas: La voz a ti debida.
- Jorge Guillén: Cántico.
La Novela Desde 1939 Hasta los Años 70
1. Los Años Cuarenta
La Guerra Civil provocó una ruptura profunda con la tradición anterior, abandonando las tendencias renovadoras de Unamuno. En la década posterior surgieron dos corrientes principales: el tremendismo y el existencialismo en la novela. El tremendismo, liderado por Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte, ofrece una visión cruda de la realidad más miserable y brutal. El existencialismo refleja la vida cotidiana de manera amarga, con un estilo directo y un tono tristemente desesperado, trasladando el malestar social al ámbito personal. La obra más destacada de esta corriente es Nada de Carmen Laforet.
2. La Novela del Exilio
Durante estos años, los novelistas exiliados continúan el impulso realista y humanizador que había caracterizado a la novela anterior a la guerra, sin dejar por ello de incorporar técnicas innovadoras. Reflexionan sobre España, sobre las secuelas de la guerra. Entre estos novelistas se encuentran Ramón J. Sender, Rosa Chacel, Max Aub y Francisco Ayala.
3. La Década de los Cincuenta
En los años cincuenta, la novela española evolucionó hacia el realismo social con obras como La colmena (1951) de Camilo José Cela. Se abandonó la narrativa tradicional lineal y surgió una estructura más abierta. Se destacan dos corrientes principales:
1. Objetivismo (neorrealismo): Los escritores presentaban la realidad sin juicios explícitos, permitiendo al lector interpretarla. Autores como Ignacio Aldecoa, Ana María Matute y Carmen Martín Gaite se asociaron con esta tendencia, siendo El Jarama de Sánchez Ferlosio una obra clave.
2. Realismo crítico: Los novelistas buscaban denunciar injusticias sociales y despertar conciencias. Alfonso Grosso y Antonio Ferres fueron exponentes destacados de esta corriente.
4. Los Años Sesenta. La Novela Experimental
En los años 60 se produce un cansancio de la novela social. En la novela experimental encontramos las siguientes características:
- Subjetivismo. La indagación de la realidad española se realiza a través de personajes fuertemente individualizados, sumidos en crisis de identidad. Esto se traduce en el uso del monólogo interior y el tú autorreflexivo.
- La creación de espacios simbólicos o míticos.
- La inclusión de materiales diversos (informes, rótulos, anuncios...).
- Mayor preocupación por la forma.
- Se incorporan procedimientos narrativos utilizados en Europa y América: ruptura del relato lineal, mezcla de distintos planos temporales, alternancia de distintos puntos de vista y personas gramaticales, alteraciones de las normas de puntuación.
El Teatro Desde 1939 Hasta Nuestros Días
1. Los Años Cuarenta
En los años cuarenta, las tendencias que triunfaban en los escenarios tenían como rasgo común la evasión de la realidad de la época. La comedia burguesa cumplió la función de entretener al público. Sobresale el tema del amor, empleado para exaltar valores como la familia, el matrimonio y el hogar. Sus personajes pertenecen a la burguesía, al igual que su público usual. Autores como José María Pemán o Edgar Neville cultivaron esta tendencia. En el teatro del humor destacan Enrique Jardiel Poncela, con obras como Eloísa está debajo de un almendro, y Miguel Mihura, con su obra Tres sombreros de copa, en la que se refleja el conflicto entre los convencionalismos sociales y la aspiración de una vida más libre.
2. El Teatro en el Exilio
Paralelamente siguen escribiendo teatro los grandes dramaturgos españoles en el exilio: Rafael Alberti (El adefesio), Max Aub (San Juan) y Alejandro Casona, cuyas obras, como La dama del alba, presentan una combinación escapista de poesía y misterio.
3. Los Años Cincuenta: El Teatro Comprometido
En los años cincuenta, en España, surgió un teatro comprometido con la realidad social y política del país. El estreno de Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo marcó un cambio hacia el drama realista en el teatro español. Buero Vallejo, el dramaturgo más destacado de la posguerra española, utilizó personajes históricos y elementos simbólicos para reflexionar sobre la condición humana y la realidad de la época. La tendencia realista se consolidó con el teatro de agitación política y social de Alfonso Sastre, conocido por obras como Escuadra hacia la muerte y La taberna fantástica. Otros dramaturgos como José Martín Recuerda con Las salvajes de Puente San Gil y Lauro Olmo con La camisa también se unieron a esta corriente, representando la sociedad contemporánea y denunciando las injusticias y la violencia institucional.
4. El Teatro Experimental
En los quince últimos años del franquismo surge un grupo de dramaturgos que se sirven de la parábola política, con un lenguaje indirecto, para denunciar el régimen. Entre estos autores están los vanguardistas, herederos del teatro del absurdo: Fernando Arrabal, con obras como El cementerio de automóviles o Pic-nic, es el fundador del Movimiento Pánico, con el que pretende “conciliar lo absurdo con lo cruel e irónico”. Francisco Nieva (Pelo de tormenta) crea el denominado teatro furioso, caracterizado por la libertad imaginativa, heredera del surrealismo.
5. Algunas Tendencias del Teatro Desde 1975
En el teatro español contemporáneo bajo democracia, dos aspectos influyentes son el apoyo institucional y la disminución del énfasis en el dramaturgo y el texto dramático. Esto ha dado lugar a un mayor papel del director de escena y al surgimiento de grupos independientes como El Joglars y La Fura dels Baus, que se centran en la creación colectiva y el teatro no verbal.
A pesar de estos cambios, el teatro de texto sigue siendo relevante y ha cobrado fuerza en años recientes. Destacan autores como José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro) y José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!), pertenecientes a la "generación del 82", quienes exploran el realismo y abordan temas de personajes marginados. En la escena contemporánea, ha surgido la Generación Bradomín con dos tendencias distintivas: un teatro enfocado en la palabra, representado por Juan Mayorga (Cartas de amor a Stalin), y un teatro experimental radical encabezado por autores como Angélica Liddell y Rodrigo García.