La Lírica Renacentista Española: Del Humanismo al Manierismo

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El Renacimiento y la Edad Moderna

Con el Renacimiento, cuyo comienzo se sitúa en 1492 (fecha del descubrimiento de América), se inicia la Edad Moderna, período histórico que abarcará hasta la Revolución francesa (1789).

Esta nueva época, iniciada en el siglo XV, se caracteriza por la formación de las primeras naciones modernas con monarquías absolutas como los Austrias y los Borbones. En España, los Reyes Católicos en el siglo XVI unieron las coronas de Castilla y Aragón, marcando el inicio de la colonización en América y la influencia cultural de Aragón en Italia. Este periodo también vio el fin del reino de Granada y la sucesión de Carlos I en el trono, quien heredó el Imperio alemán, marcando una época de apertura al exterior que culminaría con Felipe II y la Contrarreforma en la segunda mitad del siglo.

En el ámbito económico, el Renacimiento marca el surgimiento del capitalismo, cambiando el poder de la nobleza terrateniente al poseedor de dinero. La corriente intelectual predominante es el humanismo, destacando la influencia de la cultura grecolatina, el antropocentrismo y la valorización de las lenguas vulgares. Filosofías como el epicureísmo, estoicismo, escepticismo y neoplatonismo influyen en el pensamiento renacentista. En el plano religioso, se experimenta una crisis con la Reforma luterana y la Contrarreforma católica, marcada por el Concilio de Trento y la instauración de la Inquisición. El fin de la Reconquista y la toma de Granada, junto con la expulsión de judíos y moriscos, tienen impactos significativos en la península. A pesar del auge económico, surgen desequilibrios socioeconómicos y culturales, con señales tempranas de diferencias de clase. En el ámbito literario, se considera que la literatura renacentista comienza en 1526 con la obra de Garcilaso.

La Evolución de la Lírica en el Siglo de Oro

Durante el Siglo de Oro se produce una evolución continua de la lírica desde el inicio de la poesía moderna con Garcilaso de la Vega hasta el punto máximo de su evolución con Góngora.

En esta unidad, se aborda el estudio de la lírica durante el Renacimiento, destacando dos momentos: el primer y segundo Renacimiento. Este movimiento europeo del siglo XVI aplicó ideales humanistas a diversas actividades culturales y políticas, adoptando modelos clásicos adaptados a la época. Los escritores buscaban imitar a maestros grecolatinos y italianos como Virgilio, Petrarca y otros. En el primer Renacimiento, que coincide con la primera mitad del siglo XVI, España, bajo el reinado de Carlos I, muestra apertura hacia corrientes literarias europeas, especialmente italianas. Se destaca la influencia de la lírica italiana en la adopción de nuevas métricas y estrofas, como el verso endecasílabo, soneto, silva, octava real y lira.

El Primer Renacimiento: Naturalidad e Imitación

En el primer Renacimiento, el ideal estético reside en la naturalidad y en la falta de afectación: la imitatio es admitida sin reservas. Garcilaso de la Vega es el autor más representativo del momento.

La temática central del primer Renacimiento es el amor, influenciado por el tono petrarquista. El petrarquismo presenta un amor en conflicto entre los deseos y la imposibilidad de consumación, expresado estéticamente con abundantes antítesis. Esta lírica refleja un profundo sentimiento personal, donde la naturaleza, idealizada, sirve como escenario para expresiones afectivas delicadas e íntimas. Se destaca también el interés por temas mitológicos, relacionados directamente con los sentimientos del autor. Además de la tendencia italianizante, en este periodo persiste la lírica anterior, representada por Cristóbal de Castillejo, quien inicialmente se adhiere a la línea petrarquista aunque luego desarrolla su propia vertiente, marcando una transición desde la lírica culta y tradicional.

Garcilaso de la Vega: El Maestro del Petrarquismo Español

La obra de Garcilaso, breve pero de gran calidad, abarca tres églogas, treinta y ocho sonetos, dos elegías, cuatro canciones y una oda. Destaca por introducir exitosamente las formas italianas en la poesía española, siendo un poeta petrarquista tanto en la forma, con nuevos versos y estrofas, como en el contenido, caracterizado por el neoplatonismo.

Garcilaso aprendió de la poesía italiana que la forma - muy cuidada, rozando la perfección - no debía ser más importante que la emoción lírica, la comunicación de los sentimientos al lector. Eso le convierte en nuestro primer poeta moderno.

La producción de Garcilaso es casi exclusivamente de temática amorosa. El poeta presenta dos actitudes ante el amor (al igual que ocurría ya en Petrarca):

  • Poemas in vita, escritos en vida de Isabel: nos muestran un amor desengañado ante el rechazo de la dama y aparecen los celos en algunas composiciones.
  • Poemas in morte, tras la muerte de la amada: el poeta transmite un amor dolorido por su imposibilidad definitiva. A veces se recuerda el tiempo pasado con nostalgia, como si la relación en algún momento hubiese llegado a ser plena.

Garcilaso se destaca por la búsqueda de la perfección. Entre las características más importantes de su poética sobresalen la musicalidad, la suavidad (sobre todo, en la adjetivación - casi siempre por medio de epítetos: verde prado, cristalino río-) y la elegancia.

El soneto XXIX de Garcilaso presenta una imagen heroica y trágica del amor, inspirándose en la historia de Hero y Leandro. A pesar de la oposición de los padres al matrimonio, los jóvenes se encontraban clandestinamente cada noche. Utilizando un candil en la ventana, Hero guiaba a Leandro, quien nadaba para verla. Trágicamente, en una noche de tormenta, el viento apagó la luz del candil y Leandro perdió la vida ahogado.

El Segundo Renacimiento o Manierismo: Complejidad y Originalidad

En el Segundo Renacimiento o manierismo, que abarca la época de Felipe II (1556-1593), se conservan algunos valores del periodo anterior, pero se producen modificaciones. Influenciado por la Contrarreforma, hay un cierre a nuevas ideologías externas, y el vitalismo da paso a la renuncia a lo terrenal, característico de la ascética. En esta etapa, coexisten influencias tan diversas como las del poeta latino Horacio y la mística sufí.

En la segunda mitad del siglo, la naturalidad comienza a ser sustituida por la selección (el estilo se vuelve más meditado y artificioso) y, de este modo, la imitatio cede su lugar a la inventio, la originalidad. Fernando de Herrera, San Juan de la Cruz y fray Luis de León ejemplifican esta tendencia. Muchos de estos aspectos serán retomados y llevados al extremo en el Barroco.

El segundo Renacimiento implica la expansión, tanto en temas como en recursos estéticos, respecto al primer Renacimiento. Se añaden temas patrióticos, morales y religiosos al amoroso, la variedad de tonos se amplía (escéptico, irónico, pesimista), y se diversifican los recursos estilísticos, especialmente aquellos que afectan la estructura global de las obras, como la diseminación-recolección. Las primeras obras líricas de Lope de Vega y Góngora, escritas hacia 1580, se sitúan en el manierismo. Un ejemplo de este periodo es un soneto de Góngora, fechado en 1580, que, a diferencia de uno renacentista de Garcilaso, desarrolla el tema del"carpe die".

El soneto de Góngora se fundamenta en la figura manierista por antonomasia, la diseminación-recolección: varios términos aparecen dispersos en los cuartetos divididos en dos series. Una serie incluye partes del cuerpo (cabeza, frente, labio y cuello), mientras que la otra serie está formada por objetos de comparación (oro, lilio, clavel, cristal) de esos mismos elementos. La expresión del"tempus fugi" se reserva hasta el último verso, que presenta una impresionante gradación final, revelando la progresiva desaparición del cuerpo humano.

Fray Luis de León: Ascetismo y Sencillez Formal

La producción literaria del escritor castellano fray Luis de León abarca tanto prosa como verso. Destacan sus obras en prosa, como"La perfecta casad" (1583), un manual que aborda las virtudes de la mujer ideal, y"De los nombres de Crist" (1575), una serie de comentarios sobre los nombres dados a Cristo en la Biblia. Su obra en verso, aunque limitada a unos cuarenta poemas, se distingue por el hábil manejo de la oda, que sirve como medio para explorar temáticas ascéticas y filosóficas. En sus versos, se reflejan reflexiones sobre la vida sencilla, el desprecio de los bienes materiales y la vanidad humana. El estilo de fray Luis de León refleja el espíritu renacentista, caracterizado por la sencillez formal, armonía y cuidada elaboración.

San Juan de la Cruz: La Pasión del Amor Divino

La producción de San Juan de la Cruz es limitada, con menos de mil versos, destacando por obras mayores de temática mística."Noche oscura del alm" describe la huida del alma y su unión con el Amado en ocho liras."El Cántico espiritua" (cuarenta liras) expone el camino hacia Dios a través de las tres vías místicas:

  • Vía purgativa: purificación del alma mediante la penitencia. Se rechaza lo mundano, lo corporal. Este punto también lo alcanzan los ascetas.
  • Vía iluminativa: el alma es alumbrada por un saber especial, completamente distinto a lo mundano.
  • Vía unitiva: el alma se funde con Dios, produciéndose el éxtasis. El gozo que se alcanza es indescriptible.

San Juan de la Cruz utiliza diversos recursos expresivos, tanto tradicionales como de la nueva poesía italianista. Emplea figuras como la reiteración, antítesis, oxímoron y paradoja para resaltar conceptualmente una palabra, utilizando estas herramientas como expresión de lo inefable, lo que no se puede decir con palabras. Combina léxico popular y rústico con términos cultos, dialectalismos, palabras de vocabulario amoroso trovadoresco y diminutivos frecuentes. Destaca en su poesía la función predominante del sustantivo sobre el verbo, generando una expresividad condensada y un aumento de la velocidad, como se aprecia en versos como"Mi amado, las montaña".

San Juan de la Cruz, destacado poeta lírico de la literatura española, logra expresar con gran intensidad la pasión de amor divino, el deseo y la consecución de la unión con el Amado. Utiliza el símbolo de manera intensa como mecanismo para expresar lo inefable, siendo un precursor en esta técnica que no se retomará hasta Bécquer en el siglo XIX."Noche oscura del alm" es un poema donde el alma, siguiendo las vías místicas, se despoja de lo corporal (vía purgativa), vislumbra la presencia luminosa de Dios (vía iluminativa) y se une en éxtasis a Él (vía unitiva).

Se destaca en la poesía de San Juan de la Cruz un lenguaje aparentemente amoroso, influenciado por el petrarquismo y el neoplatonismo, con propósitos religiosos al relacionar términos como amada-Amado y alma-Dios. En cuanto a la forma, resaltan el paralelismo y el juego de palabras, el tono exclamativo en la estrofa 5 y la acumulación de verbos en la última, creando una sensación de quietud inspirada en la mística sufí. Entre los símbolos presentes, destaca el de la noche, con ricos matices, que representa el camino oscuro y verdadero hacia la unión con Dios, en contraste con el día donde la luz del sol oculta las estrellas.

La Narrativa Renacentista: Idealismo y Realismo

La Narrativa Idealista

La narrativa idealista nos muestra una realidad idealizada, poblada de personajes fantásticos y arquetípicos, con argumentos, por lo general, inverosímiles.

El Género Caballeresco

El género caballeresco, con raíces en la época medieval, experimentó un significativo desarrollo durante el siglo XVI, impulsado por la difusión de la imprenta. Entre las destacadas novelas de este periodo se encuentra"Tirante el Blanc" de Joanot Martorell, escrita en catalán en 1499 y traducida al castellano en 1511. Cervantes la elogió como el"mejor libro del mund" por su estilo y la ausencia de episodios fantásticos comunes en otras obras del género."Amadis de Gaul" de Garci Rodríguez de Montalvo, publicada en 1508, es la novela caballeresca española por excelencia. Se caracteriza por la presencia de elementos fantásticos y didácticos, orientados hacia la defensa de virtudes caballerescas como honor, valentía, fidelidad y religiosidad, siendo muy popular con treinta ediciones entre 1508 y 1587.

La Novela Pastoril

La novela pastoril renacentista es de origen italiano y se inicia en 1504 con L'Arcadia de Sannazaro, libro que hará fortuna entre los lectores contemporáneos. Se trata de obras que narran las desventuras amorosas de unos pastores idealizados que viven en un espacio igualmente idílico.

Las novelas pastoriles, caracterizadas por la presencia de fragmentos líricos en verso, están estrechamente vinculadas a las Églogas de Garcilaso. En castellano, Jorge de Montemayor (1520-1561) fue el primer novelista del género, con su obra"Dian" (1558-59), que presenta un mundo utópico con pastores que narran experiencias amorosas y desengaños. Gaspar Gil Polo continuó esta tradición con"Diana enamorad" (1564), obteniendo gran éxito y consideración como un clásico de la novela pastoril. En 1585, Cervantes publicó la primera parte de"La Galate", que nunca continuó. El género se mantuvo activo hasta el siglo XVII.

La Novela Bizantina

Las novelas bizantinas son narraciones de amor, viaje y aventuras en las que una pareja de enamorados sufre la desgracia de la separación y, ya el uno sin el otro, viven extrañas y complicadas peripecias (raptos, encantamientos, desapariciones, etc.) que terminan siempre felizmente con el reencuentro de los amantes.

La Historia de los amores de Clareo y Florisea (1552) de Alonso Núñez de Reinoso es la primera novela española de este género, al que también pertenece la obra póstuma de Cervantes Persiles y Sigismunda (1617).

La Novela Morisca

Se trata de narraciones de asunto granadino que aparecen como derivación de los romances fronterizos del siglo XV. En ellas se cuentan historias amorosas protagonizadas por moros y cristianos, con frecuentes encarcelaciones, separaciones y reencuentros.

En las novelas moriscas, se presenta comúnmente una imagen idealizada del musulmán y relaciones idílicas entre ambas culturas, distorsionando la realidad. Un ejemplo es la"Historia del Abencerraje y la hermosa Jarif", de autor desconocido y conservada en cuatro versiones. Esta obra sentimental destaca por la pareja de enamorados, musulmanes nobles de Granada, Abindarráez y Jarifa, con una clara idealización de los personajes en un escenario andaluz exótico. La sencillez y naturalidad son los principales valores de la obra. Otra novela morisca notable es la"Historia de Ozmin y Daraj", intercalada en la novela picaresca"Guzmán de Alfarach" de Mateo Alemán.

El Realismo Incipiente: El Lazarillo de Tormes

El Lazarillo de Tormes: La Primera Novela Picaresca

El Lazarillo de Tormes: es la primera de las novelas picarescas, y por lo tanto, la que da origen al subgénero.

Autoría

El Lazarillo es una novela anónima. ¿Por qué ocultó el autor su nombre? Este hecho ha provocado diversas interpretaciones:

  • Debido a la carga crítica de la novela, ha sido atribuida a un escritor de ideología erasmista o a un judío converso. La teoría erasmista ha dado pie a la propuesta de Alfonso de Valdés, secretario del emperador Carlos I.
  • Ciertos documentos aparecidos recientemente han hecho considerar también la hipótesis de que sea Diego Hurtado de Mendoza el autor del Lazarillo.
  • El carácter autobiográfico de la novela favorece, por otra parte, el anonimato: el Lazarillo es la historia de un pícaro contada por él mismo, y ello confiere verosimilitud al libro.

Estructura y Argumento

El Lazarillo es una carta que Lázaro envía a alguien desconocido para justificar por qué admite la situación tan deshonrosa en la que vive. La obra está formada por un prólogo, donde se nos explica el motivo de la carta, y siete tratados, cada uno de ellos centrado en un amo, que nos llevan desde el nacimiento del protagonista hasta el presente.

Tema e Intencionalidad

  • La honra: ya en el prólogo se aclara que este es el motivo central de la obra: Lázaro debe justificar unas acusaciones que recaen sobre su persona. Lázaro, determinado por su origen, no puede aspirar a ese tipo de honra. La obra plantea una fuerte crítica a la estructura social.
  • La crítica al clero y, en menor medida, a la nobleza.
  • Uno de los motivos más recurrentes es el del hambre, muy presente en toda la obra.
  • Todos estos temas y motivos se agrupan en torno al eje del proceso formativo erróneo que sufre Lázaro.

Estilo

La obra es una autobiografía, es decir, está escrita en primera persona y pertenece al género epistolar. Un rasgo estilístico destacable es el uso del humor, que se pone al servicio del interés crítico del autor. Frente a la narrativa idealista de su siglo, de estilo artificioso y afectado, el Lazarillo destaca por su naturalidad lingüística y su trabajada sencillez. Este rasgo formal, típicamente renacentista, responde a la idea de escribir sin afectación que se resume en la frase del humanista Juan de Valdés.

Trascendencia: Hacia la Primera Novela Moderna

  • Lázaro evoluciona psicológicamente, es decir, no es igual al final de la obra que al principio, ya que los sucesos vividos le hacen cambiar.
  • Por su estilo realista: se desarrolla en un lugar conocido, con personajes verosímiles que emplean un lenguaje adecuado a su rango social.
  • Por tener un protagonista de origen humilde y carácter antiheroico.

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