Liderazgo con Propósito: Cultivando el Potencial Humano en Proyectos

Un Proyecto con Propósito: Liderazgo y Transformación Humana

En este proyecto, mi intención fue construir humanidad, crear un equipo y transformar un trabajo universitario en un espacio de cambio real. Un lugar donde el cor inquietum, ese corazón que no se conforma, pudiera comenzar a despertar. Quizás fue un punto de partida demasiado ideal, cuyas expectativas no se adecuaban al código del momento. Un código en el que la pasividad es norma, la proactividad asusta, la fragilidad emocional se vuelve refugio y el mínimo esfuerzo es bandera.

Asumí el trabajo con pasión, no por orgullo, sino por amor al proyecto, por responsabilidad, por compromiso con la excelencia y por una fidelidad interna que no depende de premios. En medio de silencios, excusas y ausencias, intenté guiar desde la empatía, la escucha, la comprensión y la aceptación, a través del ejemplo de la constancia, el esfuerzo y la dedicación. Sin embargo, en un mundo reactivo, este modo de ser y estar a veces se percibe como amenaza, distorsionando la entrega e incluso su sentido. Y es que creo que cuesta reconocer que el propio abandono nace de la cobardía, de no querer mirarse por dentro.

La Emoción Detrás del Esfuerzo

Esta situación me generó frustración y tristeza, pero no una cualquiera, sino una que nace del amor por la belleza que intuyo en lo humano y que encontré dormida, y por la esperanza de lo posible que no se concretó.

El Significado: Un Espejo de Valores

Fue un espejo. Tal vez un reflejo de mi propia historia personal, de la autocrítica y autoexigencia que configuran el hecho de no poder esperar sentada un cambio (porque me consume) ni depender por completo de lo externo (porque me desvanece). También veo en ello el reflejo de la cultura del momento, y reconozco que me da vértigo. Hoy, en esta era líquida y posmoderna, donde no hay jerarquía de valores y en la que los ídolos son efímeros y desdibujados, me pregunto: ¿Seremos capaces de mirar a la IA a los ojos sin perder el alma en su reflejo?

Quizás mis valores no estén de moda: Vencer. Tal vez hoy sean solo palabras grandes en bocas que no saben pronunciarlas. Pero aún los llevo, no como medallas, sino como raíz. En cuanto a mi voluntad, creo que he trabajado, compartido y liderado desde la humildad, poniendo en práctica la escucha activa, la retroalimentación honesta y la mirada profunda. También he errado y me he responsabilizado de ello como parte de este proceso natural de crecimiento.

El Despertar del Potencial Colectivo

Pero sobre todo, me ha emocionado ver cómo algunos de mis compañeros se desplegaron, aunque fuera brevemente, porque sé lo que podemos ser cuando estamos despiertos. Este proyecto me mostró que sola soy capaz, sí, pero eso ya no me basta. ¿Qué sentido tiene si no es con el otro? Mi deseo no era solo hacer un buen trabajo, sino ver florecer a quienes me rodean.

Siento que en parte no lo conseguí y me queda muchísimo por gestionar y aprender. Pero sigo teniendo fe, fe en lo humano, en lo verdadero, lo bello y la bondad. Porque aún late. Y mientras lata, vale la pena no rendirse. Inteligencia para ver, Afectividad para sentir, pero sobre todo Voluntad para seguir.