Libros de Caballerías: Legado Literario y su Influencia en la Época Moderna
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El éxito de los libros de caballerías se refleja directamente en la narrativa extensa de las cortes de la Baja Edad Media, sobre todo la centrada en Arturo y sus caballeros. Este género nacerá en Castilla, en lo que se puede considerar una estrategia de mercado. Hacia 1496, un regidor, Garci Rodríguez de Montalvo, publica una obra enormemente extensa, en dos volúmenes: Amadís de Gaula y Sergas de Esplandián. Amadís consta de cuatro libros, y las Sergas sería un quinto que lo continuaría. Los cuatro libros de Amadís tuvieron gran éxito y funcionarán como piedra fundacional de un género propiamente español, imitado en toda Europa: los libros de caballerías.
Origen y Consolidación del Género
A finales de los siglos XIII y XIV, apareció una obra titulada Amadís por influencia de la corriente artúrica que llegó a la península. Tuvo tanto éxito que fue reeditada y ampliada hacia 1400, hablándose de una obra en tres partes. Montalvo reescribe una obra anterior de gran éxito, transformando su lenguaje en uno mucho más latinizante y elegante. Para adaptar la vieja corriente, donde lo importante era la aventura, a los nuevos ideales de cruzada, Montalvo desmantela el final para prolongarlo. Amadís termina mostrando la antigua caballería enamorada, mientras que Esplandián adopta los valores cristianos y será un paladín de la cruzada (y transmitirá el mensaje de que la caballería no debe limitarse al ideal individual y la lucha por el amor, sino que debe orientarse hacia el ideal colectivo y la lucha contra el infiel).
Evolución y Continuaciones
El modelo que propone Montalvo es una renovación literaria, lingüística y filosófica. Así, en el siglo XVI, encontraremos un gran número de publicaciones que son derivaciones de este modelo, incluso las continuaciones de los cinco libros de Amadís (llegando hasta trece o catorce). De forma paralela, aparecen otros ciclos como Belianís de Grecia o el Palmerín de Oliva. Destaca una reacción muy clara del público: acoge con entusiasmo el lenguaje retórico, pero rechaza las posturas de tipo moral, potenciando la aventura y la fantasía.
Feliciano de Silva continuará las Sergas de Esplandián, potenciando lo retórico y las frases complejas y grandilocuentes, y retomará la aventura como tal, eliminando las moralizaciones y adoctrinamientos. Escribirá Amadís 9, 10, 11 y hasta el 12. Encontramos que lo sobrenatural es algo muy importante; se irá incorporando materia literaria que, en su momento, pudo tener gran importancia, demostrando un avance acorde al gusto de la época, introduciendo, por ejemplo, escenas pastoriles antes de que se publicaran las primeras novelas pastoriles. Será leído por la alta, media y baja nobleza, los habitantes de las ciudades, muchas mujeres y parte de los artesanos. Por otro lado, el esquema de fondo es tradicional, muy sencillo, algo que también se puede observar en el Quijote.
Recepción y Difusión Internacional
Los franceses terminarán haciendo antologías de estas obras, traduciendo, por ejemplo, las obras de Amadís no moralistas, que se difundirán como modelos de retórica. Amadís acabará incorporándose a la ópera, con obras de Haëndel, de un hijo de Bach...
El Poema Caballeresco Italiano: Una Perspectiva Diferente
Un género italiano, relacionado con el caballeresco y que dará temas para la ópera del siglo XVIII, supone una forma distinta de abordar este tema, demostrando un interés continuo por la aventura, lo fantástico y lo maravilloso, pero también por lo amoroso, idealista y erótico. Estará escrito en octava real u octava rima (11 A-B (x3) 11 CC). Su tradición provendrá de los cantares caballerescos franco-vénetos, donde se cantaban las historias de Carlomagno y Roldán (u Orlando). Se potencia la exageración y la ironía, sin tomar en serio a estos personajes.
En la Florencia de finales del siglo XV, Mateo María Boiardo comienza a escribir un poema de este estilo, con un lenguaje muy cuidado, tomando una historia donde Roldán será el núcleo fundamental. Se denota un gusto por lo fantástico, aventurero y amoroso, y un punto de vista irónico, con un fuerte tono lírico.
Ariosto y la Culminación del Género
La obra queda incompleta debido a las guerras en Italia, hasta que la retoma Ariosto con su Orlando el Furioso, que se convertirá en la obra fundamental de la Edad Moderna. Ariosto, en la corte de los Este, retoma la obra y la transforma en una obra enorme donde lo fantástico y lo maravilloso crean una obra de referencia para el resto de la época, con gran fuerza lírica. Junto con las aventuras de Orlando, nos contará las historias de Ruggiero y Bradamante, que terminarán entroncando con la genealogía de los Este, y a Ruggiero como descendiente de Héctor (héroe troyano).