Libertad, Responsabilidad y Ética: Fundamentos de la Conducta Humana
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Libertad y Responsabilidad
Temperamento y Carácter
Llamamos personalidad a nuestra peculiar forma de ser, que nos identifica y nos distingue del resto de gente. La personalidad tiene una parte genética llamada temperamento y una parte adquirida que es el carácter.
Somos lo que Hacemos
La posibilidad de modificar nuestro carácter hace que nuestros hábitos tengan una gran importancia. Ser generoso o ser tacaño no es algo genético, porque depende de lo que hacemos. Cambiando tus costumbres puedes acercarte al tipo de persona que quieres llegar a ser.
- Los hábitos que adquirimos van formando nuestro carácter, y nos transforman cambiando nuestra personalidad.
La Ley y la Moral
Es importante aprender a controlar nuestro comportamiento, reflexionando acerca de lo que hacemos o dejamos de hacer. Este es el ámbito en el que actúan las leyes y la moral.
- Las leyes sirven para regular la conducta de las personas y para hacer posible la convivencia. Nos indican cuáles son nuestras obligaciones. Se trata de normas elaboradas por la sociedad, pero que tienen carácter obligatorio para todas las personas. Si no cumplimos las leyes podemos ser castigados.
- En cambio, la moral está compuesta por las reglas personales de conducta. Estas normas son internas y hacen referencia a lo que es correcto o incorrecto dependiendo de las ideas y creencias de cada persona. Si actuamos en contra de nuestras convicciones morales, sentimos remordimiento.
Autonomía y Heteronomía
- Una persona es autónoma cuando ella misma crea sus propias normas de conducta.
- Un individuo actúa con heteronomía cuando obedece las normas dictadas por otras personas.
Somos Responsables Porque Somos Libres
Una de las características más significativas de los seres humanos es nuestra capacidad de elegir cómo queremos actuar. A diferencia de lo que sucede con los animales, las personas podemos controlar nuestros instintos y decidir lo que queremos hacer gracias a nuestra libertad.
Libertad Positiva y Negativa
Por un lado, libertad significa "ausencia de coacción". Esto es lo que se conoce como libertad negativa. La libertad negativa es una "libertad de".
Pero para conseguir la que deseamos no basta con la ausencia de ataduras. También hace falta que podamos trabajar para alcanzarla. En eso consiste la libertad positiva. La libertad positiva es una "libertad para".
Ejemplo: Nuestra libertad positiva se reduce en una situación de analfabetismo o de pobreza.
Autonomía y Responsabilidad
La capacidad de elegir también nos hace responsables de nuestros actos. Ser responsable significa hacerse cargo de las decisiones que tomamos. Como somos libres de elegir, también tenemos la obligación de justificar por qué hemos elegido una cosa y no otra.
Tenemos que asumir la responsabilidad de la que hacemos de forma libre, consciente y voluntaria. Por eso es justo que nos castiguen cuando nos comportamos incorrectamente.
Introducción a la Ética
Distintas Perspectivas sobre la Ética
La moral tiene que ver con lo que nos parece correcto o incorrecto. La ética, en cambio, es una parte de la filosofía que se hace preguntas acerca de la moral. Trata de encontrar respuestas racionales sobre las preguntas que surgen al cuestionarnos la moral.
El Ser y el Debe Ser
La ética no se ocupa de mostrarnos cómo son realmente las acciones humanas. En lugar de eso, lo que hace es indicarnos cómo deberían ser.
En Qué Debe Basarse la Ética
¿En qué se basan nuestros juicios morales?
Algunos autores creen que la razón es la base de la moral. La ética es una cuestión racional ligada al conocimiento, aunque se trata de una racionalidad práctica y no teórica, ya que tiene que ver con las acciones que llevamos a cabo y que pueden afectar a los demás. La posición que defiende que la ética se basa en la razón es el intelectualismo moral.
La posición opuesta es el emotivismo moral. Para los emotivistas, la base de los juicios morales no está en la razón, sino en los sentimientos. Por lo que son nuestros sentimientos y emociones los que nos ayudan a ver qué es bueno y qué es malo.
El Contenido de la Ética
Algunos autores piensan que la tarea de la ética es encontrar cuáles son los fines a los que debemos aspirar los seres humanos.
Sin embargo, otros creen que la ética no debe proponernos ningún contenido material concreto, ya que el individuo debe tener total autonomía para ponerse él mismo sus fines. Es por ello, que la ética no puede ocuparse de la materia de los juicios morales, sino únicamente de su forma.
El Origen Occidental de la Ética
La reflexión ética comienza con los sofistas. Un rasgo común a los sofistas fue el relativismo, cultural y moral. En sus viajes habían visto que lo que en una polis estaba bien considerado en otra estaba muy mal visto, de modo que identificaron la moral como una simple convención. Como consecuencia, negaron la existencia de principios morales con validez universal. Entre los sofistas destacó Protágoras que decía que: "El hombre es la medida de todas las cosas".
El Intelectualismo Socrático
Sócrates se opone al relativismo moral y cultural de los sofistas. Defiende que sí podemos tener conocimientos universales sobre el mundo, las acciones, etc. Por lo que los juicios morales se basan en el conocimiento a través de la dialéctica. Afirma que para hacer un bien primero tengo que saber qué es y que quien actúa mal lo hace por ignorancia. Por lo que la virtud se compone con el ejercicio del bien.
La Ética de la Felicidad
La ética de Epicuro es una ética de la felicidad. Epicuro creía que la felicidad consiste en el placer. El placer no consiste en desenfrenos, sino en la ausencia de temor y dolor. Por lo que, aunque los excesos pueden producirnos un placer intenso y momentáneo, posteriormente suelen causar sufrimiento y dolor. Este tipo de conducta no nos acerca a la felicidad. Es por ello que hay que buscar la calma y el sosiego.
El placer de la ataraxia debe estar siempre controlado por la moderación para evitar el sufrimiento. En realidad, los mejores placeres no son los del mundo material sino los espirituales como el conocimiento y la amistad.
Cirenaicos
Es una escuela creada por Aristipo, de la cual Diógenes fue su seguidor. Para ellos, la felicidad provenía de cultivar el conocimiento, llevando una vida buena, viviendo libres, de manera simple y acorde a lo que la naturaleza le ofrecía y criticando las convenciones sociales y los deseos de fama y poder.
Utilitarismo
Según el utilitarismo a la hora de actuar debemos pensar en las consecuencias de lo que vamos a hacer. Una acción será moralmente buena cuando dé felicidad, es decir, bienestar y ausencia de dolor.
¿Qué es lo que deberíamos hacer si nuestra acción puede hacer felices a algunos e infelices a otros?
El utilitarismo propone realizar un cálculo de los placeres. Para decidir qué sería correcto, debemos tener en cuenta el número de personas que van a salir beneficiadas o perjudicadas.
Para la ética utilitarista, la acción moralmente correcta es la que proporciona mayor utilidad para el mayor número posible de personas.
El Utilitarismo de Bentham
Jeremy Bentham, un utilitarista del siglo XX, confirmaba que lo bueno coincide con lo útil. Es lo bueno lo que da placer y evita el dolor. Esto supone que el criterio para decidir lo que es moralmente correcto depende de la cantidad de placer y de dolor que produzcan nuestras acciones.
El Utilitarismo de J. S. Mill
Una de las cosas que John Stuart Mill criticaba era que para Bentham todos los placeres se contabilizasen de la misma manera. Según Mill esto es incorrecto porque no todos los placeres son iguales. Algunos placeres tienen más valor que otros, y esta diferencia debe ser tenida en cuenta a la hora de realizar el cálculo utilitarista.
Mill creía que los placeres superiores son los que nos distinguen de los demás animales. Entre ellos destacan los placeres intelectuales y morales, que son los que pueden proporcionarnos una mayor felicidad. Estos placeres tienen más valor que los que están asociados a la pura satisfacción de nuestras necesidades materiales. Por eso pensamos que una vida feliz es algo más que dedicarse a comer, beber y dormir.
El Eudemonismo de Aristóteles
En Busca del Florecimiento Humano
Aristóteles sostiene que el bien máximo al que podemos aspirar las personas es el desarrollo pleno de todas nuestras capacidades. Para describir esta vida en plenitud los griegos usaban el término "eudaimonía", que se traduce como "felicidad".
Para Aristóteles la eudaimonía no consiste en un estado pasajero no transitorio, sino que hace referencia a una forma de vida.
Una Ética Eudemonista
Como la capacidad de pensar es nuestra facultad más noble y valiosa. Aristóteles considera que la actividad más elevada consistirá en ejercitarla.
La más alta felicidad corresponde a la forma de vida del sabio.
El Cultivo de la Virtud
Sin embargo, Aristóteles era consciente de que este tipo de vida no estaba al alcance de todo el mundo.
Para alcanzar la eudaimonía en la vida práctica, Aristóteles creía que debemos ejercitar la virtud. La palabra griega para virtud es "areté", que significa "excelencia". Las personas que alcanzan la eudaimonía son las que se comportan de manera excelente porque saben actuar de manera correcta en cada situación.
La virtud surge de la costumbre. Nos volvemos virtuosos cuando nos acostumbramos a comportarnos de manera adecuada.
Podemos alcanzar una vida plena y lograda si nos acostumbramos a elegir bien cómo actuar en la vida. Debemos huir de los excesos, procurando elegir siempre el término medio entre dos extremos. Para encontrar este punto medio debemos emplear la razón a través de la prudencia.
Ética Kantiana
- Totalmente distinta a las éticas anteriores.
- Es una ética formal (se basa en la forma) no se basa en el contenido.
- Critica las éticas anteriores porque son éticas materiales.
El Deontologismo de Kant
La Crítica de las Éticas Materiales
La filosofía moral de Kant critica las éticas anteriores, a las que llama éticas materiales, que fundamentan la acción moral en la meta hacia la que debemos orientar nuestra vida.
Las éticas materiales presentaban grandes inconvenientes:
- Las normas de la ética material son hipotéticas. Cuando alguien nos inspira a salvar su alma, la conducta que debe seguir es muy distinta. No tiene por qué servir al mundo.
- Son "a posteriori", esto significa que para saber cómo debemos comportarnos debemos basarnos en la experiencia.
La Propuesta de una Ética Formal
La filosofía moral de Kant pretende ser una ética necesaria, autónoma y "a priori", contraria a toda ética material.
La ética de Kant es formal porque no contiene órdenes ni prohibiciones concretas. No nos indica el contenido de lo que debemos hacer y considera que somos nosotros mismos quienes debemos decirlo haciendo uso de nuestra autonomía.
El Imperativo Categórico
Kant llamaba imperativo categórico a la forma específica a la que deben ajustarse los máximos si queremos que sean moralmente válidos.
El imperativo categórico se formula del siguiente modo: "Obra siempre según una máxima que puedas querer que se convierta en ley universal".
Una Ética del Deber
La ética de Kant es una ética del deber. Una acción es moralmente correcta cuando la hacemos porque debemos hacerla, aunque ello nos desagrade o nos perjudique. Debemos pensar únicamente en cuál es nuestro deber.
Acciones humanas, se agrupan en tres:
- Acciones contrarias al deber, ej: robar (inmorales)
- Acciones conformes al deber (acciones legales)
- Acciones por deber (acciones morales)
Además Kant hace una segunda formulación de imperativo categórico: "actúa siempre tratando a los demás como un fin y nunca como medio".
La Genealogía Moral
La filosofía de Friedrich Nietzsche se presenta como una crítica radical de la moralidad.
Una Filosofía Vitalista
Nietzsche es un filósofo vitalista. Todo su pensamiento se apoya en la convicción de que lo realmente importante es que la vida individual se entienda como una experiencia llena de intensidad y plenitud.
El Reto de Establecer una Ética de Mínimos
A diferencia de lo que sucedía en otras etapas históricas, hoy en día vivimos en un mundo abierto y multicultural.
Esto hace que nuestras sociedades sean más ricas y plurales, pero también puede crear conflictos y dificultades.
Teniendo en cuenta esta situación, lo deseable sería encontrar algunos principios éticos básicos. Se trataría de establecer una ética de mínimos.
Aceptar una ética de mínimos significa comprometerse con una concepción muy concreta de lo que es valioso e importante para orientar nuestra conducta. En cambio, una ética de mínimos es más modesta, porque tan solo aspira a encontrar algunos principios básicos que todos podamos aceptar independientemente de nuestro punto de vista acerca del bien y de la moral.
Moral de Señores y Moral de Esclavos
Nietzsche llama "moral de señores" a esta visión que valora aquello que potencia la vida y desprecia lo que la empequeñece. La denomina así porque es propia de quienes son poderosos, fuertes y nobles. Se trata de una minoría de personas excelentes, ya que no todos son capaces de vivir de esta manera.
En cambio, la mayor parte de la gente carece del valor y de la fortaleza que hacen falta para vivir de este modo.
Para esta mayoría resulta preferible refugiarse en valores muy distintos, como la humildad, la compasión, la resignación o la obediencia. Esta es una "moral de esclavos".
El problema de la moral occidental es que está dominada por valores contrarios a la vida. Es una moral que condena cualquier intento de destacar por encima de los demás para ser excelente y admirable. En cambio, lo que defiende es la igualdad a todos de la misma manera. Para esto, según Nietzsche es un error, ya que no todos somos iguales.
La "Moral Amoral"
Nietzsche cree que el origen de los valores morales que dominan actualmente la cultura occidental está en el resentimiento y la envidia de los esclavos.
El verdadero triunfo de la moral de los esclavos se produjo con el cristianismo.
La ética de Nietzsche plantea una crítica radical a la moral occidental, a la que considera basada en valores contrarios a la vida. Frente a ella, Nietzsche aboga por una "moral amoral" que vaya más allá que las concepciones tradicionales acerca del bien y del mal.
Nietzsche propone la tarea de superar esta moral extraviada. Esto solo se puede lograr mediante una transvaloración de los valores. No hay nada en el mundo que en sí mismo sea bondadoso.
En cambio, lo que sí existe en la realidad es aquello que resulta beneficioso o perjudicial para la vida. Este ha de ser el criterio adecuado para juzgar lo que conviene hacer.