Liberalismo y Absolutismo en la España del Siglo XIX: De las Cortes de Cádiz al Trienio Liberal

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Cortes de Cádiz: Origen y Legado de la Primera Revolución Burguesa Española

A fines de 1810, la Junta Central se autodisolvió y traspasó sus poderes a una Regencia de cinco miembros que convocó a Cortes. Estas se reunieron en Cádiz, la última ciudad segura, en septiembre de 1810 y se autoconcedieron poderes ilimitados. Su obra representa la primera revolución burguesa en España y su función fue triple: gobernar el país, dirigir la resistencia y convocar a Cortes extraordinarias.

Composición y Tendencias Políticas

Estaban formadas por unos 300 diputados elegidos por votación indirecta, con dos grandes tendencias y una intermedia:

  • Los liberales o “patriotas”, partidarios de las reformas revolucionarias y del liberalismo.
  • Los absolutistas o “serviles”, que defendían el absolutismo monárquico.
  • Los jovellanistas, una vía intermedia y minoritaria, que sostenían que el país ya poseía una “constitución histórica” formada por el rey y las leyes tradicionales, la cual debía modernizarse para adaptarse a los nuevos tiempos y evitar conflictos revolucionarios.

Objetivos y Proclamaciones Clave

Las Cortes proclamaron Rey a Fernando VII y se propusieron varios objetivos:

  • Elección por votación de los diputados.
  • Constitución de las Cortes como poder legislativo, en contraposición a las cortes estamentales.
  • Residencia de la soberanía nacional en las Cortes.
  • Redacción de una Constitución.

Pilares de la Transformación Social

Estas medidas tenían como objetivo final la transformación de la sociedad, basada en tres pilares fundamentales: la libertad económica, la igualdad jurídica y un sistema parlamentario y constitucional.

El Trienio Liberal (1820-1823): Auge y Caída del Constitucionalismo en España

Inicio del Trienio: El Pronunciamiento de Riego

El 1 de enero de 1820, un nuevo pronunciamiento, liderado por el teniente coronel Riego, triunfó en Cabezas de San Juan (Sevilla). El Rey, que había prohibido todos los periódicos y ante el rumor de que Riego estaba reclutando un gran ejército, decidió jurar la Constitución de 1812 y autorizó la formación de una Junta Provisional Consultiva que se encargó del gobierno del país.

Desarrollo y Facciones Liberales

Los acontecimientos se sucedieron rápidamente: elecciones municipales y a Cortes, formación de Juntas Provinciales y la división de los liberales en dos grupos: Doceañistas y Veinteañistas. Estos grupos, en la época de Isabel II, serían la base de los futuros partidos moderado y progresista.

Los Doceañistas, liderados por Martínez de la Rosa, eran más moderados y pretendían reformar la Constitución para otorgar más poder a los sectores económicamente influyentes.

Los Veinteañistas, seguidores de Riego, eran más exaltados y deseaban implantar la Constitución de 1812 sin modificaciones, estando dirigidos por Evaristo San Miguel.

Factores que Condicionaron la Política del Trienio

La acción política de la época estuvo condicionada por varios factores clave:

  • La división interna de los liberales.
  • La intromisión de sociedades secretas como la masonería y los carbonarios.
  • La conspiración continua del Rey contra los liberales y su resistencia a todo desarrollo constitucional.
  • La contrarrevolución realista, que estableció una Regencia en Seo de Urgell.

La Contrarrevolución Absolutista y la Intervención Extranjera

Los absolutistas manifestaron su oposición al gobierno liberal desde el comienzo del Trienio. Sin embargo, a partir del verano de 1822, esta oposición fue fraguando en un poderoso grupo, conocido como los realistas, cuya intervención, en complicidad con el propio rey, fue apreciable en varios acontecimientos encaminados a restablecer el viejo absolutismo:

  • La sublevación de la Guardia Real (julio de 1822), sofocada finalmente por la Milicia Nacional.
  • La organización de fuerzas guerrilleras en Navarra y Cataluña.
  • La creación de la Regencia de Urgell, instalada en Seo de Urgell, que hasta su disolución por el ejército pretendió actuar como gobierno legítimo mientras durara la "cautividad" del rey por parte de los liberales.

Fernando VII solicitó la intervención extranjera a la Santa Alianza, que envió a los Cien Mil Hijos de San Luis, dirigidos por el Duque de Angulema. Estas fuerzas vencieron a las tropas constitucionalistas de Espoz y Mina. El Rey fue devuelto al absolutismo, poniendo fin al Trienio Liberal.

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