El Levantamiento de Octubre de 1934 en España: Asturias y Cataluña
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,44 KB
Causas, Desarrollo y Consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934
El viraje conservador y la obstrucción de las reformas impulsadas por el bienio de izquierdas durante el Bienio Conservador o Bienio Negro (1933-1935), tuvieron como consecuencia una radicalización del PSOE, cuyo sector más izquierdista declaró, junto a los anarquistas, una guerra abierta contra el nuevo gobierno, que se materializó en la proliferación de huelgas y manifestaciones.
Ante esta situación, la CEDA endureció su posición y reclamó una acción más contundente en materia de orden público, exigiendo participar directamente en el gobierno bajo la amenaza de retirar su apoyo parlamentario. El jefe del gobierno, Alejandro Lerroux, accedió a esas peticiones y el 5 de octubre otorgó tres carteras ministeriales a la CEDA.
La izquierda interpretó la entrada de la CEDA en el gobierno como una deriva hacia el fascismo. Al día siguiente, por iniciativa de la UGT, y con escasa participación de la CNT, se produjeron huelgas y manifestaciones en algunas grandes ciudades para defender las reformas sociales, amenazadas por la acción del nuevo gobierno. El movimiento fracasó a nivel nacional por la falta de coordinación y la contundente respuesta del gobierno, que decretó el estado de guerra, pero los acontecimientos fueron especialmente graves en Asturias y Cataluña.
Desarrollo de la Revolución
La Revolución en Asturias
En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, fruto del acuerdo previo entre anarquistas, socialistas y comunistas. Columnas de mineros armados ocuparon los pueblos de las cuencas y tomaron gran parte de los cuarteles de la Guardia Civil. Asimismo, sustituyeron los ayuntamientos por comités revolucionarios, que asumieron el abastecimiento de alimentos, el funcionamiento de los transportes y el suministro de agua y electricidad. Los mineros sitiaron Oviedo dispuestos a defender la revolución y se enfrentaron a las fuerzas del orden.
El gobierno envió desde África a la Legión y los Regulares para reprimir el levantamiento. Estas fuerzas desembarcaron el día 10 en el puerto de Gijón al mando del general Yagüe. A ellas se sumarían las tropas que entraron desde Galicia comandadas por el general López Ochoa, si bien toda la operación estuvo dirigida desde Madrid por el general Franco.
Oviedo fue la ciudad más castigada durante esta revolución. La Cámara Santa fue volada el día 11 y dos días después los revolucionarios atacaron y destruyeron otros edificios, como el de la Universidad, que perdió su valiosa biblioteca. En cambio, fueron las fuerzas gubernamentales quienes quemaron el Teatro Campoamor.
La Revuelta en Cataluña
En Cataluña, la revuelta tuvo un carácter más político. Contó con el respaldo del presidente de la Generalitat, Lluís Companys, que pretendía evitar la entrada de la CEDA en el gobierno por el carácter centralista de esta organización. Por ello, el 6 de octubre proclamó la República catalana, dentro de la República española. Se declaró el estado de guerra y el ejército, al mando del general Batet, ocupó la Generalitat. Hubo 3.500 detenidos, entre ellos todos los miembros del gobierno catalán y del Ayuntamiento de Barcelona.
Consecuencias de la Revolución de 1934
Transcurridas dos semanas desde los inicios de la revolución, la resistencia fue finalmente derrotada. El acuerdo para negociar la rendición establecía que no entrasen las tropas africanas en las cuencas. La represión fue durísima, computándose más de 1.000 muertos entre los insurrectos, unos 2.000 heridos y unos 300 muertos entre fuerzas de seguridad y del ejército. En toda España se practicaron miles de detenciones, calculándose en torno a unas 30.000.
La principal consecuencia de la revuelta en Cataluña fue la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña.