El Legado de la Revolución Industrial: Cambios Sociales y Económicos
La Revolución: Un Proceso de Transformación Radical
La Revolución es un proceso que provoca cambios radicales y profundas transformaciones en las bases donde se asienta una sociedad, ya sean políticas, sociales o económicas.
La Revolución Industrial: Orígenes y Desarrollo
La Revolución Industrial fue un proceso de cambios lentos pero constantes que afectó no solo a los modos de producción, sino también al conjunto de la organización social y económica. Se inició en Gran Bretaña y se caracterizó fundamentalmente por la fabricación en serie de productos estandarizados y baratos. Las manufacturas, en especial las de bajo costo, se producían en el campo, mientras que las más caras y de mejor calidad se elaboraban en los talleres artesanales de las ciudades. La población había crecido y las mejoras en el transporte permitían a Gran Bretaña ofrecer sus productos industriales en todos los mercados internacionales. Gran Bretaña era uno de los principales productores de textiles baratos; las telas eran confeccionadas principalmente con lana y se producían en las zonas rurales. A mediados del siglo XIX, se comenzó a comprender que estos cambios estaban dando origen a un nuevo mundo: la producción fabril sería fundamental y determinaría las relaciones sociales entre trabajadores y patrones.
Causas del Origen de la Revolución Industrial
Entre las principales causas que impulsaron la Revolución Industrial, se destacan:
- Un importante mercado consumidor.
- Las Leyes de Cercamiento, que provocaron la expulsión de los campesinos de sus tierras, llevándolos a dedicarse al trabajo manufacturero en las fábricas de las ciudades o en las casas de las zonas rurales.
De esta manera, los campesinos se transformaron en trabajadores fabriles y, a su vez, en consumidores de productos industriales.
El Mercado Colonial y su Influencia
El mercado externo fue un factor fundamental para el desarrollo de la industrialización. Inglaterra controlaba las principales rutas marítimas y exportaba textiles a su propio imperio colonial, lo que le aseguró un consumo constante. Este abarcaba países tan alejados como Ghana, India y las Trece Colonias de América del Norte. Así, se incentivó el desarrollo de plantaciones de algodón en territorios no industriales, asegurando la materia prima.
Expansión Industrial: El Caso de Estados Unidos
Estados Unidos fue el único lugar donde la industrialización pudo compararse con la británica. Fue una extensión de la industria inglesa, pero disponía de escasa mano de obra. Por eso, los industriales decidieron invertir fuertemente en tecnología. Su producción era más barata y eficiente que la inglesa, aunque su principal mercado era el interno.
Cambio Social y Condiciones Laborales
Lugar de Trabajo: La Fábrica
Las fábricas surgieron para proteger las máquinas y significaron el traslado de la producción manufacturera del campo a la ciudad. Ofrecían grandes ventajas en términos de comunicación y transporte.
Condiciones de Trabajo en la Era Industrial
La nueva disciplina laboral se caracterizó por un estricto control de capataces y el reloj para fijar los ritmos de producción. Las jornadas laborales duraban entre 12 y 16 horas, con un breve descanso para comer. Los espacios de trabajo estaban poco iluminados y ventilados, y los trabajadores no tenían días de descanso ni vacaciones.
Origen de los Obreros y Patrones
En un principio, el origen de los obreros y patrones no era tan distinto, ya que muchos de estos provenían de la industria rural a domicilio. Sin embargo, cuando la industria se transformó en un negocio, los dueños de talleres compraron máquinas y pusieron a trabajar a sus oficiales y aprendices, marcando una clara división social.
Crisis de la Industria Algodonera y el Auge del Ferrocarril
La primera fase de la Revolución Industrial culminó en 1830, debido a varios factores:
- Guerras en Europa, como las derivadas de la Revolución Francesa.
- El bloqueo continental impuesto por Napoleón a los productores.
- La independencia de Estados Unidos y las guerras con Inglaterra.
Así, la oferta de productos ingleses era mayor que la demanda. El ferrocarril, al ser una inversión muy cara, permitió canalizar de manera ordenada la gran cantidad de capitales disponibles para invertir, impulsando una nueva fase de desarrollo.
El Rol Fundamental del Hierro y el Carbón
El ferrocarril fue fundamental para el desarrollo del capital, ya que permitió comunicar nuevas zonas del mundo a donde vender productos. El tren alentó otras actividades como la minería para obtener carbón, que a su vez se usaba para la producción de hierro y para mover máquinas de vapor. El hierro, por su parte, se utilizaba para construir rieles, locomotoras y estaciones, mientras que el carbón se utilizaba como combustible principal.