Legado Político y Social en Costa Rica: Visiones de Calderón Guardia y Figueres Ferrer
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Rafael Ángel Calderón Guardia (1942): El Impulso de las Reformas Sociales
- Obra Principal: “El gobernante y el hombre frente al problema social costarricense”
- Contexto Histórico: Este periodo coincidió con la Segunda Guerra Mundial. Costa Rica experimentaba profundos cambios y la implementación de importantes reformas sociales.
- Idea Central: El propósito de Rafael Ángel Calderón Guardia era fomentar un profundo amor por la patria entre todos los costarricenses, de modo que se entregaran a ella con la certeza de que su nación los protegería. Ante la miseria y el dolor que vivía el país, decidió impulsar las Reformas o Garantías Sociales, aplicando en su gobierno la doctrina del cristianismo social. Se guio por las encíclicas de León XIII, que ofrecen una perspectiva sobre la vida humana desde la concepción cristiana del hombre, la sociedad y el Estado. Él afirmaba: «Lo social debe anteponerse a lo económico, para que uno sea consecuencia del otro». Para crear estas reformas, se basó en las necesidades sociales y en el anhelo de amor por una patria viva.
José Figueres Ferrer (1952): La Visión de la Responsabilidad Ciudadana
- Obras Principales: “Cartas a un ciudadano”, “La responsabilidad ciudadana”, “Producto final”
- Contexto Histórico: Costa Rica se encontraba en una época de reformas económicas y sociales posteriores a la Guerra Civil de 1948 y la aprobación de la Constitución Política de 1949.
- Ideas Centrales:
1. Las "Cartas a un Ciudadano": Un Diálogo con la Nación
Don José Figueres Ferrer inició la escritura de estas cartas con el fin de comunicarse directamente con la ciudadanía. En esta carta introductoria, expresó su interés y anhelo de rendir cuentas a los ciudadanos, no solo en cifras, sino en acciones y pensamientos. Describió cómo los salarios habían aumentado, cómo la educación, la agricultura, la industria y el comercio progresaban rápidamente conforme al crecimiento de la población, y cómo los informes sobre la mejora de la salud pública presentaban cifras halagadoras. Él se autodenominaba un servidor del pueblo, y hablaba de la democracia y la importancia de un gobierno para el pueblo, para el bien común y no para una minoría privilegiada.
2. La Crítica y la Legalidad
Don José Figueres afirmaba que uno de los derechos fundamentales del ciudadano en un país libre es el de criticar a su gobierno. En esta carta, abordaba las críticas de la ciudadanía y ofrecía su opinión personal sobre cada una de ellas. Hablaba del contrabando y de cómo el gobierno nunca debía ser utilizado para ayudar a personas de manera ilícita, pasando por encima de la legalidad. Mencionaba que a muchas personas les gustaría que el presidente tomara más decisiones y se pronunciara en los periódicos sobre la situación actual.
3. El "Producto Final": El Ser Humano
Esta es su última carta, y la inicia con una pregunta trascendental: «¿Cuál ha de ser nuestro producto final?». Él respondía a su propia pregunta afirmando que el producto final no son las riquezas materiales ni la abundancia, sino el ser humano. La calidad del ser humano que nuestra sociedad ayude a formar, la cantidad de ciudadanos que logremos modelar con las más elevadas concepciones del espíritu: eso ha de ser el producto final. Hablaba de la importancia de tener un pueblo física y moralmente sano, en el cual los niños estudien y los adultos posean facilidades culturales, salud y trabajo. Concluía su gobierno explicando los logros, como la creación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la promesa de llevar electricidad a todo el país para 1956. Finalizaba con una poderosa reflexión: «Por causas así, querido ciudadano, vale la pena vivir y morir».