El Legado de Leovigildo: Unificación Visigoda, Conflictos Religiosos y el Fin del Reino Suevo
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El Fin del Reino Suevo: Integración Visigoda en Hispania
El reino Suevo, que se había convertido al catolicismo en el siglo VI, fue obra del monje Martín de Braga, originario de Panonia, quien creó la primera red parroquial en Galicia durante el reinado de Teodomiro. La conversión al catolicismo de los suevos fue vista con recelo por los visigodos al verse ahora rodeados por católicos.
El rey Miro (570-583) lanzó en el 583 una campaña contra el reino visigodo que llegó hasta Sevilla. Esto entró en conflicto con una rebelión católica en el reino visigodo. Después de derrotar la rebelión, en el 585, Leovigildo lanzó una campaña de conquista y asimilación contra los suevos, aprovechando la muerte de Miro y la suplantación de su hijo por un noble suevo. Fue una expedición victoriosa que logró la asimilación del reino suevo.
La Búsqueda de la Fusión Étnica y Religiosa en el Reino Visigodo
Para lograr una vinculación étnica, Leovigildo enfrentó el hecho de que la mayor parte de la población hispana era católica, lo que generaba ciertos problemas, como al contraer matrimonio. Los visigodos tenían una antigua ley que prohibía los matrimonios mixtos. Esta ley fue anulada por Leovigildo, sancionando de facto una realidad ya existente.
Asimismo, se llevó a cabo la promulgación de un código de leyes, el Codex Revisus, que fue una revisión de leyes anticuadas. Este Codex se convirtió en un código territorial, aplicable tanto a godos como a hispanos.
Leovigildo intentó llevar a cabo la fusión de los dos pueblos a través del arrianismo. No obstante, Leovigildo no impuso el arrianismo, sino que otorgó incentivos para la conversión a esta fe. Por ejemplo, se dispensaba el bautismo, requiriendo solo la abjuración de la creencia en un Dios-Hijo, reconociendo solo un Dios único. En segundo lugar, Leovigildo mantuvo la posibilidad de rendir culto a las reliquias de los mártires. Aunque se ejerció cierta presión sobre la alta jerarquía católica, no hubo una imposición forzosa.
Con esta política de fusión del arrianismo y el catolicismo, Leovigildo se encontró con la oposición de su hijo Hermenegildo.
La Rebelión de Hermenegildo: Un Desafío a la Unidad Visigoda (580-584)
En el 579 se produjo el matrimonio de Hermenegildo con Ingunda, una princesa merovingia. Ingunda no abjuró del catolicismo, sino que, según Isidoro, había convencido a Hermenegildo de convertirse al catolicismo. Su padre lo había enviado en el 579 a Sevilla, lo que produjo un alejamiento de la corte de Leovigildo, con la intención de someter a las ciudades católicas del sur para que no se unieran a los bizantinos.
En el 580, Hermenegildo se convirtió al catolicismo, influenciado por Leandro de Sevilla, quien lo bautizó. Además, se le unió parte de la nobleza católica, alzándose contra su padre, y la ciudad de Mérida se unió a la revuelta.
Leovigildo lanzó una serie de campañas entre el 582 y el 584 contra la revuelta. En el 582, Mérida fue tomada; en el 583, Sevilla; y en el 584, Córdoba. Hermenegildo fue llevado a Valencia y murió a manos de su carcelero en Tarragona en el 585.
La revuelta puso de manifiesto la imposibilidad de realizar la fusión étnica a través del arrianismo y el catolicismo. Después de la muerte de Hermenegildo, a Leovigildo le sucedió Recaredo.