El Legado de la Guerra de Independencia: Batallas Clave y el Nacimiento del Liberalismo Español
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El Reinado de José I y el Declive Francés en España (1810-1813)
José I se sentía más identificado con el ideario pacifista de sus súbditos afrancesados que con el de conquista de Napoleón. Por ello, se decidió a intervenir directamente en el gobierno de la Península, con el fin de sacar de ella los recursos necesarios para el mantenimiento de sus tropas. En 1810, las provincias al norte del Ebro fueron transferidas a la autoridad militar para preparar su anexión a Francia.
La Campaña de 1812 y la Derrota de Arapiles
En 1812, lo que en un principio pareció un paseo militar, obligaba a Napoleón a mantener en España un importante conjunto de tropas, cada vez más necesarias en el frente de Rusia; la retirada de efectivos podía llevar a los franceses al desastre. Esto ocurrió en julio de 1812, cuando el general Wellington, al frente de tropas inglesas, portuguesas y españolas, y ayudado por las partidas guerrilleras, derrotó a los franceses en Arapiles, cerca de Salamanca. Los expulsó de Andalucía y entró en Madrid, obligando a José I a dejar la ciudad.
El Avance Aliado en 1813 y el Tratado de Valençay
En la primavera de 1813, el general inglés lanzaba de nuevo su acometida, sin que los franceses lograran parar su avance. Abandonaron Madrid y llegaron hasta Vitoria, donde sufrieron una grave derrota, que se repitió en la batalla de San Marcial (Irún). Vencido también en Alemania, Napoleón se apresuró a llegar a un acuerdo con Fernando VII, al que devolvió la corona de España por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813).
El Programa Revolucionario de las Cortes de Cádiz (1810-1814)
Mientras gran parte de la sociedad española se enfrentaba con las armas a los franceses y a sus ideas, unos pocos ilustrados pretendían implantarlas para realizar, como en Francia, una verdadera revolución burguesa.
La gran oportunidad llegó cuando las derrotas militares desacreditaron a la Junta Central, que, refugiada en Cádiz, dio paso, en enero de 1810, a una Regencia colectiva, una especie de gobierno. Muchos burgueses liberales, funcionarios ilustrados e intelectuales procedentes de otras ciudades tomadas por el ejército francés, huyendo de la guerra, se habían concentrado en Cádiz, ciudad protegida por la marina británica.
Convocatoria y Composición de las Cortes de Cádiz
La Regencia no se decidió a convocarlas hasta que no llegó a Cádiz la noticia del establecimiento de poderes locales en distintas ciudades americanas que podían poner en peligro el Imperio español. Después de 100 años, en los que los Borbones habían gobernado sin convocarlas, las Cortes inauguraron sus reuniones en septiembre de 1810, con el juramento de los diputados de defender la integridad de la nación española, y prolongaron su actividad hasta 1814. Un conjunto de decretos, y sobre todo la Constitución de 1812, manifestaban su deseo de transformación del país mediante la aplicación de importantes reformas que debían convertir a España en una monarquía liberal y parlamentaria.
A causa de las dificultades de la guerra, la alta nobleza y la jerarquía de la Iglesia apenas estuvieron representadas en Cádiz. En las Cortes predominaban las clases medias con formaciones distintas:
- Intelectuales
- Militares
- Burguesía
No había, en cambio, representación de las clases populares y del campesinado, ni de las mujeres (no tenían derechos políticos).
Las primeras sesiones de las Cortes reunieron a unos 100 diputados, que pasaron a 300.