Legado Filosófico: Del Cristianismo al Renacimiento

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 15,2 KB

El Impacto del Cristianismo en la Cultura Occidental

La cultura occidental está profundamente marcada por el cristianismo, siendo imposible comprenderla sin él. El cristianismo, una religión que surge en el seno del judaísmo, no se presenta como un sistema especulativo, sino como un modo de vida con la promesa de una inmortalidad feliz. Se extendió desde círculos judíos, ganando adeptos en núcleos urbanos del Imperio Romano, primero entre las gentes más humildes y luego en las clases altas. Su rechazo de la esclavitud y la negativa a rendir culto al emperador generaron desconfianza y hostilidad por parte del poder político, lo que provocó persecuciones sangrientas que terminaron en el año 313 con el Edicto de Milán y la conversión al cristianismo del emperador Constantino.

Aportaciones Clave del Cristianismo

  • Teología: El cristianismo defiende la idea de un Dios único (monoteísmo), eterno, omnisciente, omnipotente e independiente del mundo, que crea el mundo de la nada. Esto chocaba con el politeísmo griego y romano. La noción de creación de la nada resultaba inconcebible para los griegos, que consideraban que el cosmos procede de materia eterna: un cosmos imperecedero cuya existencia se percibe como un hecho obvio y necesario.
  • Metafísica: El cristianismo presenta una realidad escindida en dos ámbitos heterogéneos: creador y criaturas, ser necesario frente a seres contingentes. La idea de contingencia supone un giro radical con respecto a las metafísicas griegas, que se sustentaban en la idea de necesidad.
  • Epistemología: El cristianismo se muestra seguro de que hay verdad: la existencia de Dios. Mientras que la filosofía griega cree que la razón es la única vía de conocimiento, el cristianismo añade otra vía: la fe. Las opiniones sobre las relaciones entre fe y razón están aquí encontradas: para San Agustín y Santo Tomás, ambas colaboran para llegar a la verdad, mientras que Guillermo de Ockham solo admite la fe para alcanzar el conocimiento de Dios.
  • Antropología: La antropología cristiana descansa sobre la noción de persona y afirma tres cuestiones esenciales: la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios, la inmortalidad del alma y la resurrección de los cuerpos. Para los griegos, el alma era inmortal, pero de carácter material o corruptible. Otros, como Platón y Pitágoras, sostenían la inmortalidad del alma, pero los conceptos de filiación divina o resurrección de los cuerpos les resultaban desconocidos.
  • Ética: La ética de las escuelas griegas tenía un fuerte carácter individualista: la maldad humana tiene su origen en la ignorancia. El cristianismo pone el acento en la voluntad libre y la necesidad de la ayuda divina para obrar bien. La ética cristiana se presentó como una ética que sitúa la felicidad humana en la entrega a los demás, lo que chocó con las éticas griegas, que ponían la felicidad en metas individuales como la tranquilidad de ánimo o el placer razonable. Desde el punto de vista ético, el cristianismo parece frenar el desarrollo de la autonomía humana: el hombre ya no crea sus propios valores, sino que debe limitarse a cumplir la voluntad divina. La virtud y la santidad consistirán en la obediencia al querer de Dios, y el peor mal será el pecado.

Periodización de la Filosofía Cristiana

Patrística (Siglos I-IV)

La patrística es el pensamiento de los filósofos cristianos desde el siglo I al IV. Se produce una simultaneidad del cristianismo con la filosofía helenística que domina el mundo romano. La patrística es la doctrina de los 'padres de la Iglesia', que buscan asentar el mensaje religioso y defenderlo de paganos, herejes y ateos. Su finalidad es más teológica que filosófica, y a menudo recurren a la filosofía griega como instrumento para defender sus posturas, sobre todo a Platón, porque sus posturas son más fáciles de asimilar al dogma cristiano. Autores importantes son San Justino, Clemente de Alejandría y San Agustín.

Escolástica (Siglos V-XIV)

La escolástica se extiende desde el principio del siglo V hasta el fin de la patrística latina y el comienzo de la Edad Media. El término 'escolástica' sirve para caracterizar la filosofía que se elabora dentro del horizonte del dogma católico. El nombre indica que era la filosofía que se enseñaba en las escuelas monacales y catedralicias. Además de teología y filosofía, se enseñaba el trivium (gramática, retórica, dialéctica) y el quadrivium (geometría, aritmética, astronomía y música).

Períodos de la Escolástica

  • Siglos VI-VII: Preparación de la filosofía escolástica. Boecio es el intermediario entre la filosofía antigua y el mundo latino. San Isidoro de Sevilla escribe las Etimologías.
  • Siglos IX-XII: Período de formación. Juan Escoto Eriúgena es neoplatónico. San Anselmo es agustiniano y platónico.
  • Siglo XIII: Época de apogeo de la escolástica. San Alberto Magno es dominico y maestro de Santo Tomás. Santo Tomás de Aquino es la figura cumbre de la filosofía escolástica.
  • Siglo XIV: Etapa de decadencia. Destaca el franciscano Guillermo de Ockham, crítico de la escolástica.

El Renacimiento: Una Nueva Visión del Mundo

Características del Renacimiento

  • Antropocentrismo: Frente a la cultura medieval, radicalmente teocéntrica, el Renacimiento considera al hombre como el centro del mundo, un ser individual, libre e independiente que ha de ser justamente valorado.
  • Autonomía de la Razón: La razón se constituye en principio supremo. Se abandona la autoridad de Aristóteles y, en vez de la lógica férrea de la escolástica, se empieza a utilizar el método empírico, origen de la nueva ciencia.
  • Nueva Concepción de la Naturaleza: La naturaleza no es algo malo por ser material. Se vuelve a la visión clásica olvidada por el Medievo.

Humanismo

El humanismo es una corriente renacentista que, a través de los clásicos, buscaba la educación del hombre como tal. Se trata de un movimiento complejo y amplio que tiene como centro al hombre, buscando por encima de la tradición y la Iglesia. La expansión del humanismo se sirvió de la imprenta, que facilitaba la circulación de libros. Los humanistas mantuvieron estrechas relaciones entre sí mediante cartas, viajes e incluso fundaron centros.

Rasgos del Humanismo

  1. Libertad de pensamiento frente a la sumisión religiosa. La filosofía ya no depende de la teología.
  2. Explicación científica del mundo, visión naturalista del universo: ya no depende de Dios, sino que posee sus propias leyes.
  3. Aspiración a un hombre nuevo, liberado de la incultura y la mediocridad.
  4. El hombre es quien labra su propio destino: no depende de la providencia.
  5. Se valora la naturaleza y la vida en sí misma, se acentúan los aspectos naturales del hombre y se minusvalora su destino sobrenatural.

Renacimiento de la Filosofía Clásica

  • Platónicos: En Florencia se fundó la Academia Platónica. Los neoplatónicos se preocuparon de traducir y comentar obras de Platón. Sin embargo, les animaban intereses religiosos. La polémica entre Aristóteles y Platón intentaba dilucidar cuál de los dos filósofos se acercaba más y permitía una mejor comprensión del cristianismo. Se prefería a Platón, pero se quiso hacer ver que Platón y Aristóteles coincidían en el fondo. El ideal era no solo conciliarlos, sino también todas las religiones en una sola y lograr así la paz santísima, la unión indisoluble y la amistad unánime. Los platónicos tuvieron mala suerte, el cisma de las iglesias se consumió.
  • Aristotélicos: Se interesaron por el estudio de la naturaleza. Hallaron en el aristotelismo la posibilidad de afirmar un orden necesario, racional e inmutable del mundo. Niegan la inmortalidad del alma y hacen coincidir el entendimiento agente con el mismo Dios.
  • Estoicos, Epicúreos y Escépticos: El estoicismo renació con Justo Lipsio y tendrá gran difusión en Europa en los siglos siguientes. El epicureísmo reaparece más tarde, con Pedro Gassendi. Entre los escépticos destaca Michel de Montaigne.

La Nueva Ciencia

Aparecen una serie de filósofos que van a empezar a apartarse de la concepción aristotélica del universo.

  • Nicolás de Cusa: Su concepción del universo permite considerarlo un adelantado de la visión moderna de la naturaleza. Creía en que el universo no es finito, en la inexistencia de un centro del mismo y en el movimiento de la tierra, con lo que se aleja de la imagen medieval del universo.
  • Giordano Bruno: El más famoso filósofo renacentista de la naturaleza. Rechazó la imagen medieval del universo geocéntrico y finito, defendiendo el heliocentrismo y la infinitud del universo. Se aprecia la influencia de elementos dispares: el heliocentrismo de Copérnico, el atomismo antiguo y el neoplatonismo. Además, creía en la existencia de infinitos mundos como el nuestro. Fue condenado a muerte por sus ideas.
  • Francis Bacon: Su vida y obra se adentran en el siglo XVII, pero es considerado renacentista. Se opuso a Aristóteles en dos sentidos: en la concepción tanto de la ciencia como del método científico. Si para Aristóteles la ciencia es conocimiento meramente teórico, para Bacon es un instrumento práctico para dominar la naturaleza. Frente al método aristotélico, que da importancia a la deducción (extracción de conclusiones a partir de principios generales), Bacon se la da a la inducción (establecimiento de principios a partir de la observación de hechos). Alertó contra los prejuicios, que impiden al ser humano conocer objetivamente la naturaleza. El avance de la ciencia fue el factor que más influyó en el advenimiento de la modernidad. El origen de la revolución científica se debió al libro de Copérnico De revolutionibus orbium coelestium, que defiende el heliocentrismo.

La Revolución Científica

La revolución científica afecta a la astronomía: el modelo aristotélico-ptolemaico, que había valido durante 14 siglos, es sustituido por otro modelo científico.

Rasgos de la Imagen Aristotélica-Ptolemaica

  1. Geocentrismo: El centro de la Tierra coincide con el centro del universo.
  2. Esfericidad del universo: El universo es finito y esférico.
  3. Heterogeneidad del universo: El cosmos se divide en dos regiones: el mundo supralunar es un mundo perfecto, compuesto por un elemento puro e incorruptible, el éter. Los astros son esferas perfectas y su movimiento es circular y constante. El mundo sublunar (la Tierra) está compuesto por cuatro elementos corruptibles y dotado de movimientos rectilíneos hacia su lugar 'natural': hacia abajo se mueven los cuerpos pesados y hacia arriba los ligeros.
  4. Causa extrínseca e inmaterial del movimiento: Las esferas son movidas por motores inmóviles e inmateriales.

La revolución científica supone el fin de este modelo explicativo, el cual es sustituido por una nueva imagen del universo y una nueva concepción de la metodología científica.

Rasgos de la Nueva Imagen del Universo

  1. Heliocentrismo: Copérnico fue el primero en defender el heliocentrismo, la idea de que el Sol y no la Tierra era el centro del universo. La Tierra es considerada como un planeta más, que se mueve sobre sí mismo y alrededor del Sol.
  2. Órbitas elípticas: La principal aportación de Kepler: los planetas no describen movimientos circulares alrededor del Sol, como se creía hasta entonces, sino elípticos.
  3. Homogeneidad del universo: Desaparece la distinción entre el mundo supralunar y el sublunar. Galileo terminó definitivamente con la heterogeneidad del universo mediante observaciones con el telescopio que permitieron contemplar mejor la superficie de la Luna y descubrir manchas solares.
  4. Concepto de fuerza: Si el movimiento se explicaba en el aristotelismo recurriendo a la atracción de un primer motor inmóvil, la nueva explicación del movimiento apelará a la noción de fuerza, que culminará con la teoría de la gravitación universal de Newton.
  5. Nuevo método: El padre del nuevo método hipotético-deductivo es Galileo, que influyó en los filósofos modernos. Parte del hecho de que en la naturaleza hay un orden racional y necesario, formulable en matemáticas. Consiste en reducir los fenómenos a sus propiedades esenciales. Luego construye hipótesis de carácter matemático y deduce consecuencias de la hipótesis. Por último, comprueba experimentalmente la veracidad de las consecuencias deducidas de tal hipótesis.

Filosofía Política: Utopías y Realismo

Utopías Renacentistas

Como consecuencia del descubrimiento de tierras y culturas extrañas, el Renacimiento vio florecer un nuevo género literario-filosófico: la utopía. La palabra 'utopía' significa 'en ningún lugar' y fue introducida por Tomás Moro. Las utopías renacentistas consisten en descripciones de sociedades imaginarias en las cuales reina un orden social y político perfecto y sus habitantes son felices. Este tipo de utopías comporta una crítica de las deficiencias de las sociedades existentes, deficiencias que no existen en las sociedades utópicas. La más importante es la Utopía de Tomás Moro, que describe una sociedad feliz basada en la agricultura en la cual no hay propiedad privada. El trabajo se distribuye entre todos y el tiempo libre se dedica al ocio y la cultura.

Realismo Político de Maquiavelo

Frente a la filosofía política de carácter especulativo y el pensamiento utópico, cuyas propuestas carecen de realismo, se alza la figura de Nicolás Maquiavelo, autor de la importante obra El Príncipe y los Discursos sobre la primera década de Tito Livio. No se interesa por los aspectos morales de la política, ni pretende establecer cómo deben actuar los gobernantes conforme a criterios éticos y jurídicos. Le interesa analizar los modos adecuados de actuación política para mantener y ampliar el poder del Estado. El político es una persona hábil, capaz de manipular situaciones valiéndose de cualquier medio, poseer destreza y una equilibrada combinación de fuerza y tesón, intuición para sortear los obstáculos que se le presenten y carencia total de escrúpulos. Es capaz de actuar según los cambios momentáneos, buscando apoyos o forzando traiciones según las circunstancias. El político no debe poseer virtud, pero ha de estar en condiciones de simular poseerlas todas, y suponer una actuación de absoluta indiferencia ante el bien y el mal. Considera la república como la mejor forma de gobierno, aunque el despotismo estaría justificado solo como paso previo a la ordenación del Estado sobre el que se establecería la república. Sería un mal menor que conllevaría la posibilidad de establecer un gobierno republicano, un gobierno de la mayoría. El gobernante es bueno, justificable por su eficacia.

Entradas relacionadas: