El Legado de Augusto y la Dinastía Julio-Claudia: Poder y Sucesión en Roma
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El Legado de Augusto y la Dinastía Julio-Claudia
Augusto en el año 27 a.C. fue investido por el Senado, y desde el año 38 a.C. poseía también el título de "Imperator", que le confería poderes absolutos sobre el ejército romano, y en el año 12 a.C. fue elegido "Pontifex Maximus", que le convertía también en la mayor autoridad religiosa. El poder pasó a la figura de Octavio, asistido por unos nuevos tipos de funcionarios que no eran elegidos por el pueblo, sino por él.
Augusto amplió las fronteras del territorio romano: completó la conquista de Hispania, además de Germania hasta el desastre de Teutoburgo. Posteriormente llegó una época de paz llamada Pax Augusta. Augusto dividió el territorio romano en provincias, las senatoriales y las imperiales. En Hispania, la única provincia senatorial era la de Baetica. También Augusto inició una tarea de embellecimiento de Roma, con la construcción de magníficos edificios públicos de mármol como el "Ara Pacis". Tuvo una única hija de su primer matrimonio, Julia, que le dio dos nietos varones, pero que murieron jóvenes. Augusto enviudó y se casó por segunda vez con Livia, con la que no tuvo hijos, pero acabó adoptando al hijo mayor que Livia había tenido en su primer matrimonio, al que nombró su sucesor, Tiberio, y se inauguró la dinastía de los Julio-Claudios. Augusto murió en el año 14, con 66 años.
Los Sucesores de Augusto: Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón
Tiberio gobernó desde el año 14 hasta el 37. Confió sus tareas de gobierno a Sejano, quien aprovechó y eliminó a la mayoría de los miembros de la familia Julio-Claudia. Tiberio se dio cuenta de su error y mandó ejecutar a Sejano. Tiberio gobernó Roma desde el terror hasta su muerte en el año 37. De la dinastía Julio-Claudia sólo había sobrevivido un bisnieto de Augusto, Cayo Julio César, al que los soldados llamaban Calígula, el cual gobernó Roma del año 37 al 41, después de ser asesinado por un grupo de soldados.
Claudio, tío de Calígula, fue nombrado emperador a la fuerza y compró la lealtad de los pretorianos. Claudio entonces estaba casado en un tercer matrimonio con Mesalina, con la que tuvo al poco un hijo llamado Británico. Claudio ejecutó a Mesalina y se casó con su sobrina Agripina, que tenía un hijo de su anterior matrimonio llamado Nerón, al que Claudio adoptó. La rivalidad entre Británico, hijo de Claudio, y Nerón, hijo de Agripina e hijastro de Claudio, se fue decantando a favor de Nerón. Claudio intentó defender la legitimidad de Británico ante el Senado, pero en octubre del 54 el propio Claudio murió.
Nerón rápidamente se presentó en el funeral de Claudio como el heredero legítimo de Claudio: Británico quedó relegado a un segundo plano y un año más tarde, en el 55, murió envenenado por orden de Nerón, que gobernó Roma del 54 al 68. Posteriormente se organizó una conspiración en contra de Nerón, que fue capaz de darse cuenta de esta, y mató a los conspiradores, luego fue abandonado por el ejército y el senado y murió en el año 68. Su sucesor fue Galba.