El Legado Artístico Visigodo: Arquitectura, Escultura y Orfebrería en la Península Ibérica

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El pueblo germánico, altamente romanizado, y su asentamiento en el Imperio de Occidente facilitaron la aparición de un arte con una marcada influencia paleocristiana.

Arquitectura Visigoda

Las iglesias visigodas conservadas se encuentran principalmente en zonas rurales y son de pequeño tamaño. Actualmente, se presentan desnudas, sin los adornos originales que las embellecían (como pinturas, cortinajes y objetos de orfebrería, entre otros).

Los elementos característicos de la arquitectura visigoda incluyen:

  • Muros: Construidos con sillares regulares aparejados a soga y tizón.
  • Plantas: Predominan las basilicales, de cruz griega o una combinación de ambas. El interior presenta un espacio muy compartimentado (similar al bizantino) debido a la disposición de múltiples espacios, muros y pilares. A menudo, incorporan un transepto más o menos complejo.
  • Soportes: Se utilizan pilares o columnas. Los capiteles, de tipo corintio, son de factura tosca y suelen presentar relieves decorativos en bandas horizontales con motivos entrelazados, vegetales o geométricos.
  • Arco de herradura: De origen romano, característico por su peralte de 2/5 de la medida del radio.
  • Cubiertas: Frecuentemente se emplean bóvedas de cañón (a veces soportadas por arcos de herradura) y bóvedas de arista (construidas con ladrillos, y en ocasiones, techumbres de madera).
  • Cabeceras: Exterior e interiormente suelen ser cuadradas, aunque existen excepciones con ábsides en forma de herradura. Una estructura notable son las tres capillas de la cabecera con muros independientes, como se observa en Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar).

Ejemplos Notables de Arquitectura Visigoda

  • San Juan de Baños (Palencia): Mandada construir por Recesvinto en el año 661, en un lugar que anteriormente fue ocupado por un ninfeo romano. Su planta, originalmente con una cabecera tripartita y capillas independientes, sufrió una profunda reforma. Actualmente, presenta una planta basilical con tres naves separadas por columnas reaprovechadas y capiteles corintios.
  • Iglesia de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos): Conserva un ábside recto y exento, así como un crucero. Originalmente, su planta era de cruz latina con tres naves. Es famosa por la calidad de sus sillares y sus bajorrelieves.
  • Iglesia de San Pedro de la Nave (Zamora): Considerada una obra cumbre del arte visigodo, su planta es el resultado de la fusión de elementos basilicales y cruciformes.
  • Santa María de Melque (Toledo).
  • Santa Lucía del Trampal (Alcuéscar, Cáceres).
  • San Fructuoso de Montelios (Braga, Portugal).

Escultura y Orfebrería Visigoda

La escultura visigoda se manifiesta principalmente a través de relieves decorativos en las iglesias. En las impostas o en bandas horizontales que recorren los muros, se observan motivos decorativos geométricos, muy esquemáticos, tallados a bisel y con escasa profundidad. Estos relieves representan una síntesis entre las formas geométricas germanas, elementos clásicos y otros de procedencia oriental.

Ejemplos de Escultura Visigoda

  • Relieves de Quintanilla de las Viñas: Destacan por la representación del Sol y la Luna, junto con cuatro evangelistas, un Cristo y dos ángeles.
  • Capiteles de San Pedro de la Nave: Considerados una de las obras escultóricas más famosas, presentan escenas del Antiguo Testamento (como Daniel en el foso de los leones o el sacrificio de Isaac), caracterizadas por su factura rústica y gran expresividad.

Orfebrería Visigoda: Tesoros Reales

Las muestras más sobresalientes de la orfebrería visigoda son los célebres Tesoros de Guarrazar y el de Torredonjimeno, ambos datados en el siglo VII. El Tesoro de Guarrazar, el más importante, incluye un conjunto de coronas (regaladas por los monarcas a las iglesias, no destinadas a adorno personal), cruces y cadenas de oro.

Entre las piezas más destacadas se encuentra la corona de Recesvinto, que conserva una inscripción con letras esmaltadas. Esta corona está formada por un cilindro de oro, sostenido por cuatro cadenillas y ricamente decorado con piedras semipreciosas engarzadas.

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