El Legado Artístico y Arquitectónico del Califato Fatimí
Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 3,54 KB
El Califato Fatimí (910-1171)
El arte fatimí surge por oposición religiosa; se erigieron como un califato al creerse descendientes directos de Fátima. Entre Omeyas y fatimíes hubo una relación muy intensa. Al-Mahdi creó el califato chií. Fueron muy tolerantes, hasta que se llegó al reinado de al-Hakim. Este califato duró más que el Califato de Córdoba. Al ser dos califatos paralelos, se puede observar que la fundación de Madinat al-Zahra y la de El Cairo fueron contemporáneas.
El territorio fatimí era amplísimo, aunque se instalaron inicialmente en Túnez, cuya capital fue Mahdiya. En Mahdiya se construyó un gran palacio.
La Gran Mezquita de Mahdiya
En la Gran Mezquita de Mahdiya destacan dos elementos. Se establecieron en Túnez, por lo que adoptaron el lenguaje aglabí, manifestado en los arcos de herradura y el uso de materiales reutilizados. Un elemento por excelencia fatimí se observa en esta mezquita: la entrada monumental que sobresale al exterior, evocando un arco del triunfo, con la que monumentalizaron el acceso a la mezquita desde el exterior. La mezquita presenta una planta en forma de T. No posee una gran fachada en la nave principal. Aparece otra característica constante en la arquitectura fatimí: la presencia de más de un alminar, llegando a tener 2, 3 o incluso 4.
Los soportes son columnas; la nave central está poco monumentalizada, con un pasillo central que cuenta con solo 4 columnas. Se encuentra una cúpula delante del mihrab y otras dos columnas en cada extremo de la nave de la qibla. Todo esto lo recuperarán los almohades.
El mihrab, con arco de herradura, está cubierto por una venera. El patio está completamente restaurado; los capiteles recuerdan a los capiteles de penca de Córdoba.
Relieve Descontextualizado
Se encontró un relieve completamente descontextualizado, tallado en piedra. Es una escena cortesana: un músico junto a un monarca que está bebiendo de su copa. Además, el monarca lleva corona, algo muy extraño en el mundo islámico. El monarca fatimí era un monarca oculto, a diferencia del de Córdoba, que era visible.
Ciudad de Mansuriyya
Según las últimas excavaciones, se piensa que pudo haber tenido un palacio en la parte sureste. Era una gran explanada, pero en su interior no había construcciones. Se encontró en un conjunto de ruinas, lo que sugiere una estructura más o menos cerrada.
El Cairo Fatimí (969-973)
Su función era la de una ciudad oculta, llena de pasadizos por donde el monarca pasaba sin ser visto. Cuando se fundó El Cairo, Madinat al-Zahra llevaba construida 40 años.
La ciudad de El Cairo se planificó como un rectángulo irregular, en cuyo centro se levantaron sus dos grandes palacios, a ambos lados de una calle que se dirigía de norte a sur: el Palacio de Oriente y el Palacio de Occidente. Se piensa que el de Oriente era el palacio donde vivía el monarca y el de Occidente el de representación. Entre ambos palacios había un enorme jardín. En la ciudad se levantaron varias mezquitas, aunque la más importante fue la de al-Azhar.