El Lazarillo de Tormes: Características y Estilo de la Novela Picaresca
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El Lazarillo de Tormes y las Claves de la Novela Picaresca
Las novelas picarescas comparten una serie de características comunes que podrían resumirse en los siguientes puntos:
- El protagonista es el pícaro: Procedente de los bajos fondos, su línea de conducta está marcada por el engaño, la astucia, el ardid y la trampa ingeniosa. Vive al margen de los códigos establecidos y su mayor bien es la libertad.
- Carácter autobiográfico: El protagonista narra sus propias aventuras.
- Una doble temporalidad: El pícaro aparece en la novela desde una doble perspectiva: como autor y como actor.
- Estructura abierta: Las aventuras que se narran podrían continuarse indefinidamente.
- Carácter moralizante: Cada novela picaresca funciona como un"ejempl" de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada. La picaresca está muy influenciada por la retórica de la época, basada en la predicación de"ejemplo" que narran la conducta descarriada de un individuo, el cual finalmente es castigado o se arrepiente.
- Carácter satírico: La sátira es un elemento constante en el relato picaresco. El protagonista deambula por las distintas capas sociales, poniéndose al servicio de diversos amos, lo que le permite conocer los acontecimientos más íntimos de sus dueños. Todo ello es narrado por el pícaro con una actitud crítica. Sus males reflejan los males de una sociedad en la que imperan la codicia y la avaricia, en perjuicio de los menesterosos de las capas más bajas.
El Lazarillo de Tormes: Un Caso Particular
La forma autobiográfica, rasgo común de todas las novelas picarescas, es la primera nota que caracteriza el relato de ficción del Lazarillo. Lázaro nos relata la historia de su vida:
- Nace en Salamanca, cerca del río Tormes, en el seno de una familia pobre.
- Desde niño se ve obligado a servir a varios amos (ciego, clérigo, noble, fraile, buldero, pregonero).
- Lázaro termina independizándose y, ya casado, disfruta de una situación que él considera próspera.
Doble Perspectiva y Justificación del "Caso"
En este relato autobiográfico aparecen dos categorías temporales: un "ahora" que se explica a través de un "antes". Lázaro dirige su relato a una persona de rango superior ("Vuestra Merced"), a quien cuenta su "caso": las dudosas relaciones entre su mujer y el Arcipreste de Sant Salvador, cuya casa ella frecuenta. Este caso es el núcleo configurador en torno al cual se organiza la materia narrativa.
La unidad estructural gira en torno a la convergencia de todo el pasado en el ser presente de Lázaro, quien cuenta su vida para justificar su "caso", un caso de honra. Lázaro no hace sino justificar una conducta moral muy particular, aprendida de los labios de su madre: arrimarse a los "buenos", aquellos que le ayudan a sobrevivir.
Proceso Educativo y Planos Narrativos
Los sucesos fundamentales de su vida expresan el proceso educativo del protagonista, como una evolución pedagógica de perversión. Lázaro, hombre de vil origen, educado en la astucia y el engaño por el ciego, busca una honra que le proporcione un provecho, lo cual finalmente consigue, como relata en el "Tratado VII".
En la novela existen dos planos narrativos: el del autor y el del protagonista. Ambos planos se interfieren a través de la ironía, aunque en dos sentidos diferentes:
- Lázaro cuenta su vida como si de un triunfo se tratase, mientras el autor cree todo lo contrario.
- Lázaro, desde su perspectiva, considera que ha llegado a buen puerto; para el autor, por el contrario, aquella situación es el colmo de la abyección.
Estilo y Verosimilitud en el Lazarillo
En cuanto al estilo del Lazarillo, está escrito dentro del "estilo humilde", relacionado con la poética de los tres estilos (sublime, mediocre e ínfimo). El origen social de Lázaro exige al autor seguir las normas de la poética del estilo bajo. Cada estilo debía acomodarse a unos temas y personajes para conseguir el "decoro", cualidad artística que consiste en hacer hablar a los personajes de acuerdo con su procedencia estamental.
Por ello, el autor sitúa al pícaro y a su mundo dentro de una verosimilitud narrativa, en consonancia con su personalidad y el medio ambiente en el que vive. Esto se logra intentando que la lengua sea un reflejo de este telón de fondo social; de ahí que abunden los vulgarismos y un estilo coloquial, con el que se busca un acercamiento a la situación existencial del protagonista y su entorno.