Lacan y Descartes
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DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE Dios
Después de que Descartes resolviese el problema de deducir la existencia de una realidad extramental mediante la teoría de las ideas, se encuentra con que la idea de Dios es una idea innata, en cambio necesita demostrar su existencia
Descartes empleará tres argumentos para su demostración en la existencia de Dios En primer lugar encontramos el argumento de la casualidad aplicada a la idea de Infinito. Que se basa en 2 apoyos en la teoría de la realidad objetiva de las ideas que representa el contenido representativo de una idea. Y en la aceptación de la proposición "de la nada, nada viene", la aceptación de que todo tiene una causa y consecuencia, además de que la idea como realidad objetiva de una cosa ha de tener una causa real que sea proporcional a la idea. Con estos dos apoyos Descartes afirma
que la idea de un ser infinito no puede haber sido causada por una persona ya que uno mismo es un ser finito si lo que tendría que estar causado por un ser cuya realidad en acto sea proporcional a la idea en suma por un ser infinito, infiriendo que un ser infinito existe.
En segundo lugar encontramos el argumento de Dios como causa de mi ser. También se basa en la teoría de la realidad objetiva y realidad formal de las ideas. Afirma que si una persona fuese la causa de la realidad objetiva de la idea de la perfección, mi realidad formal debería ser proporcional a esa idea. Por lo tanto, si yo poseo la idea de perfección, y no poseo la perfección, yo no puedo ser la causa de esa idea ni de mi propio ser. Por lo tanto en nuestra mente hay una idea de perfección infinita
tercer lugar encontramos el argumento ontológico. Formulado por primera vez por semana enfermo en el siglo equis uno y fue rechazado por Santo Tomás de Aquino retomado por Descartes
pretende ser una prueba de la existencia de Dios partiendo de la misma idea de Dios. San Anselmo afirma que todos los hombres tienen una idea de Dios, es imposible entender un ser mayor que él. En cambio ese ser debe existir en el pensamiento y en la realidad, ya que si no se puede demostrar en la realidad podríamos pensar que hay un ser mayor que él y caeríamos en la contradicción. Por ello al ser de existir también en la realidad no solo en nuestro pensamiento
Descartes debe acudir a este tipo de argumentos ya que solo tiene seguridad de la existencia del yo como ser pensante, de la existencia de las ideas y de los tipos de ideas. Además utilizar otro elemento sería traicionar su método.
En cuarto lugar, ya demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como suma de todas las perfecciones, se puede afirmar su bondad y veracidad, y a la vez rechazar la hipótesis del genio maligno. Para Descartes, Dios es su creador, por lo que es su garantía de verdad mediante las ideas innatas o las verdades eternas, son creaciones divinas que están en nosotros porque él nos las ha puesto las cuales se presentan con total claridad y distinción que son verdaderas. Esta verdad no se fundamenta en la garantía del pensamiento, sino en Dios, que no puede errar ni engañarnos. Dios no nos puede engañar ya que es un ser perfecto y no puede inducir al error ya que el error es una imperfección.
La perfección es Dios además de ser el origen y la garantía del conocimiento verdadero. En cambio la perfección no puede derivarse de una imperfección, por eso la causa del error solo podemos ser nosotros. En conclusión, en el sistema cartesiano, el el criterio de la verdad está garantizado por Dios. Así todas las ideas que percibamos clara y distinta mente son verdaderas
Para concluir, una vez demostrada la existencia de Dios garantía del criterio de verdad se tiene la posibilidad de abrir la intimidad pensante del sujeto y demostrar la existencia de las cosas corpóreas el mundo que percibo por medio de los sentidos Descartes razona que si Dios existe y por su propia perfección es infinitamente bueno no puede permitir que seamos engañados en creer que el mundo existe por tanto este debe existir retomando nuevamente su teoría de la realidad objetiva de las ideas que nos dice que deben proceder estas de una causa distinta de sí mismo.
afirmando que el error proviene de nuestro juicio que se precipita al pronunciarse sobre la realidad y no de Dios ya que éste garantiza la verdad por tanto somos nosotros quienes nos engañamos al interpretar equivocadamente