Karl Marx: El Materialismo Histórico y la Crítica a la Economía Capitalista
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La Economía Clásica
La teoría económico-política inglesa asume que el elemento decisivo en la creación del valor de una mercancía es el trabajo. Sin embargo, la economía clásica expone las leyes por las que se rige la economía capitalista como si fuesen leyes naturales, eternas, sin tener en cuenta que el sistema capitalista mismo es un producto de la historia. Marx va más allá de la economía clásica e intenta explicar el origen de la propiedad privada, origen que se halla en la alienación del trabajo humano.
El Socialismo Utópico
Para Marx, lo positivo de los socialistas utópicos y de las diversas corrientes utopistas es que han visto las contradicciones del capitalismo. La realidad no puede ser cambiada con buenos deseos, el capitalismo es una consecuencia necesaria del desarrollo histórico. Frente a las propuestas reformistas de los utopistas y su condena moralizante del capitalismo, Marx defiende un análisis científico del sistema capitalista, que le lleva a descubrir el proceso que ha de llevar de modo necesario a su superación. Marx aboga por la abolición de toda forma de propiedad, abolición que llegará en virtud de la propia evolución del sistema capitalista.
Crítica de Marx a la Filosofía Anterior
Contra Hegel
Para Marx, Hegel representa el summum del pensamiento burgués. Aún así, hay que reconocer en Marx un gran número de elementos hegelianos, tales como la idea de dialéctica y de trabajo. Pero, en general, considera a la filosofía hegeliana como bastante reaccionaria, en cuanto que identifica: REALIDAD=RACIONALIDAD, según Hegel: “Todo lo racional es real, y todo lo real es racional”.
La segunda parte de la frase le pareció a Marx inadmisible, ya que afirma eso, significaba que también la realidad social y política de su tiempo eran igualmente racionales. Una afirmación semejante no es más que mera apología del presente, una justificación del orden establecido. A partir de esta afirmación se deduce, según Marx, que toda posibilidad de cambio o transformación es irracional, porque todo lo que es real es racional, entonces, todo lo que todavía no es real, sino posible, es irracional.
Por lo tanto, tal afirmación es insostenible, ya que la existencia del proletariado, clase condenada a un tipo de vida casi animal, contradice la supuesta racionalidad de la realidad. En otro orden de cosas, Marx critica la concepción hegeliana del saber y la filosofía. Ésta es reducida por Hegel a interpretación, teoría, a una visión de la realidad como sistema perfectamente coherente.
La Alienación en Marx
La Denuncia Social
El marxismo no es solo una teoría de la historia y la sociedad, es, también, una voluntad de transformación social. Para que esta sea posible, es necesario denunciar las injusticias y las incoherencias del sistema. Así lo hizo Marx, quien consideró que el miserable estado de gran parte de la humanidad se debía a las relaciones de producción propias del capitalismo, en el que el hombre no se realiza, sino que se aliena.
La Alienación Económica
El trabajo, dice Marx, es natural y esencial en el hombre. Como forma de transformación de la naturaleza y medio para garantizar la subsistencia, el trabajo se convierte en una necesidad, pero también en una forma de humanización, ya que posibilita la realización personal. Sin embargo, en la sociedad capitalista el trabajo no dignifica, sino todo lo contrario, desposee y aliena. Y es que, en el sistema económico liberal, el trabajo se convierte en un instrumento de explotación. El término alienación es una expresión que procede del vocablo latino alienus (otro) y que, con Marx, adquiere un sentido peyorativo de estar extrañado o fuera de sí mismo. En el fondo, estar alienado significa no identificarse ni reconocerse a sí mismo, ni como con aquello que nos define; y es sinónimo, por lo tanto, de deshumanización. Se produce alienación cuando el trabajador no se siente reconocido ni valorado, se siente que aquello que realiza sea realmente suyo. Así pues, se da en un doble nivel: respecto al producto del trabajo y respecto al acto mismo de trabajar.
El Concepto Marxista de Alienación
En los Manuscritos de economía y filosofía se centrará la crítica en la alienación del trabajador en la sociedad capitalista, al que encuentra víctima de una cuádruple alienación:
Con respecto al producto de su trabajo: el producto debería ser la objetivación de su trabajo, pero al convertirse en capital de otros, aparece ante el trabajador como algo ajeno a él.
Con respecto a la propia actividad: al ser su trabajo apropiado por otro, el trabajador se encuentra extraño en el trabajo. Como consecuencias se produce una extraña paradoja: para Marx, lo más propiamente humano, es el trabajo, hasta el punto de que es el trabajo y no el pensamiento lo que mejor define al hombre (frente a otros autores que Marx llamará idealistas). Pues bien, siendo el trabajo lo más propio del hombre, éste, sin embargo, se encuentra extraño (ajeno y a disgusto) en el trabajo, mientras que se encuentra satisfecho en lo que solo es propiamente animal (comer, dormir, procrear…).
Con respecto a la naturaleza: la naturaleza debería sentirse como el cuerpo inorgánico del hombre, pero aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro.
Con respecto a los otros hombres: el hombre, a diferencia de otros animales, es capaz de trabajar solidariamente, esforzarse por la especie humana, pero el trabajo alienado corta su relación con la humanidad y cada uno trabaja para sí mismo y sus propias necesidades.
Marx concluye, que la propiedad privada es la consecuencia del trabajo alienado, y consecuentemente, la desaparición del trabajo alienado lo será de la propiedad privada. Esta es la finalidad del comunismo.
Resumiendo, cabe distinguir las siguientes clases de alienación: infraestructural o económica y superestructural o ideológica, a su vez, en ésta podemos distinguir entre alienación social, política, religiosa y metafísica.
La alienación económica
consiste en la explotación del obrero en cuanto que el obrero es:
Desposeído del objeto que produce.
No es dueño de su actividad.
Su mundo se transforma en un mundo deshumanizado y objetivado.
El objetivo de Marx a este respecto consiste en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.
B. La alienación social
consiste en la división de la sociedad de clases. En la sociedad capitalista los seres humanos quedan clasificados de acuerdo con los bienes materiales que poseen. El objetivo marxista consistirá pues en la eliminación de todas las clases.
C. La alienación política
es el resultado de la división del trabajo: unos mandan y otros obedecen. El Estado, en lugar de servir a la sociedad tiende a esclavizarla en provecho de los intereses de los gobernantes. Su misión consiste en administrar la explotación del proletariado, de ahí que Marx señale que el obrero no tiene patria y que predique el internacionalismo proletario: “proletarios de todos los países, uníos”. Desde este punto de vista la aspiración última de Marx es la abolición del Estado, de todos, y convertir el mundo entero en patria de la humanidad.
D. La alienación religiosa
consiste en la evasión de la realidad hacia un mundo transcendente e ilusorio, que sirve de consuelo y esperanza para una situación mundana, desgarradora e injusta. En este aspecto Marx rechaza todas las religiones y niega toda trascendencia, según él, Dios no existe y la religión es el opio del pueblo, pues tiende a adormecer la praxis revolucionaria y la revolucionaria y la liberación de los seres humanos. La religión, como el resto de la ideología, está al servicio de la clase dominante.
E. La alienación metafísica
consiste en servir de justificación racional al orden establecido, limitándose a ensartar prejuicios rentables para la clase dominante.
El Materialismo Histórico (Hismat)
El Concepto Marxista del Materialismo
Engels define el materialismo por contraposición al idealismo. Engels emplea la transposición al idealismo. Engels emplea la expresión idealista para denominar a quien afirma que Dios es el creador del mundo, lo que equivale a decir que el espíritu crea la materia. Son materialistas quienes sostienen que la materia es eterna y el principio fundamental de toda realidad y de la cual nace el espíritu. La filosofía contemporánea asume, por lo general, esta definición de materialismo.
Ahora bien, el materialismo histórico de Marx no parte de una afirmación general acerca de la materia, sino de la tesis de que es la infraestructura económica de una sociedad la que determina la conciencia que esta sociedad tiene de sí misma, y no al revés; y de que esta infraestructura evoluciona a partir de contradicciones, es decir, dialécticamente.
La Evolución Dialéctica de la Sociedad
Frente a Hegel, el punto de partida de Marx, no es el pensamiento, el espíritu, sino la actividad material del hombre tendente a satisfacer sus necesidades. A esta actividad es a lo que Marx llama producción. Con hombre no se refiere aquí al hombre abstracto, sino a un hombre determinado por las relaciones de producción. El hombre viene determinado por esas relaciones en las que se relaciona en las que se relaciona con otros hombres. Las relaciones de producción históricamente dadas son:
- Amo/esclavo, en el mundo antiguo.
- Campesino/señor, en la Edad Media.
- Oficial/maestro, en el renacimiento.
- Obrero/empresario, en la sociedad capitalista.
La producción no es solo la actividad del individuo sino el todo de las relaciones de producción, es la sociedad misma (Marx llama producción tanto a plantar un campo de patatas, como a desarrollar un sistema religioso o político-legislativo). Un modo de producción (por ej. el modo de producción feudal, el modo de producción capitalista) es el equivalente en Marx, de lo que para Hegel era una figura de conciencia. En cada modo de producción hay grupos con intereses comunes y antagónicos con los demás (ej.: patronos, obreros). A estos grupos con intereses comunes entre sí y antagónicos con los demás, les llama clases sociales. La historia será entonces concebida como el desarrollo de los diversos modos de producción cuyo motor es la lucha de clases.
PAG 14: El desarrollo, o paso de un modo de producción a otro se produce así:
Cada forma social lleva dentro de sí su negación. Ello se debe a que se cada modo de producción contiene una escisión interna, esta escisión es debida a que en cada modo de producción hay elementos con intereses opuestos entre sí (lo sepan éstos o no). Estos elementos son las clases.
Esta negación (es decir, este enfrentamiento entre intereses opuestos) produce un cambio de forma social. A este cambio es a lo que llamamos revolución.
La revolución instaura una nueva forma social con distintas relaciones entre clases, e incluso distintas clases (ej: En el Imperio romano había una relación básica entre amos y esclavos, en la Edad Media entre señores y siervos) que a su vez lleva una escisión interna, etc.
Desde lo dicho podemos establecer una analogía con Hergel: lo que para Hergel era la fenomenología del espíritu, para Marx es la historia materialmente acontenciada, entendida como la historia de la lucha de clases. Igualmente el esquema sigue el proceso dialéctico que Marx tomó de Hegel, basado en los tres momentos de tesis, antítesis, y síntesis. Y, al igual que en Hegel el proceso terminaba en el espíritu absoluto, ahora, en Marx, terminará cuando queden abolidas todas las clases sociales, con lo que al no haber clases no habrá tampoco lucha de clases que provoque la llegada de una nueva forma social. Este estadio del desarrollo histórico en que ya no haya lucha de cases, es lo que Marx denomina comunismo. La expresión comunismo, viene de comunidad de bienes, lo que quiere decir que no habrá propiedad privada que es la que origina la escisión de clases sociales antagónicas.
Ciencia e Ideología
Es importante entender la distinción que establece Marx entre ciencia e ideología. La ciencia es la forma definitiva del saber, pero quedando claro que la ciencia ha de tener a la base el método dialectico de desarrollo. Recordemos que en Hegel la dialéctica conduce los saberes parciales al saber absoluto poniendo en relación –por así decirlo- las partes con todo. En Marx igualmente la dialéctica tiene que evitar el conocimiento parcial de la realidad y conducir al estudio de la realidad como un todo a cuya base está la infraestructura económica.
Frente a la ciencia, las diversas formas de conciencia justificadoras de cada forma social, constituyen lo que Marx denomina ideología. La ideología disfraza las relaciones reales de producción que constituyen a la sociedad en su base (la ideología también forma parte constituyente de la sociedad a su manera) sustituyéndolas por unas relaciones imaginarias.
Así, por ejemplo: en la Edad Media la religión imperante es el cristianismo que concibe a los hombres como iguales ante Dios, los cuales deben ser buenos aquí en la tierra para ganarse el cielo, etc. Pero con eso sólo están justificando el que realmente los hombres sean desiguales porque hay clases sociales que viven a costa de otras, y el exigírseles un buen comportamiento, etc…, sólo sirve para obligarlos a aceptar resignadamente su situación. Otro ejemplo de interpretación ideológica es el de quienes –pongamos en el siglo XVI- pretenden hacer pasar la situación de inferioridad social de la mujer en esa época como algo natural, que no es sólo una cosa de esa época sino como algo que es esencial al orden del mundo, como algo impuesto por la propia naturaleza, cuando en realidad se trataba de una mera situación coyuntural propia de esta época histórica, pero que no tiene por qué ser así, que no tienen ningún fundamento en la naturaleza sino sólo en la situación histórica.
Dicho de otro modo, ideológico es el discurso que presenta una situación de hecho como fundada de derecho, un privilegio tradicional como una superioridad natural.
La Estructura Social
La historia como ciencia: los cambios sociales (con los consiguientes cambios culturales) dan origen a la historia. La historia es e sucederse de los cambios de tipo socio-cultural. Pero la Historia pretende ser también, una ciencia, la ciencia que estudia esos cambios. Y, como toda ciencia, tiene por finalidad analizar de manera objetiva y rigurosa la parcela de la realidad que le corresponde.
Marx pretendía convertir a la Historia en una ciencia, y como tal, igual de rigurosa y objetiva que la física o las matemáticas. Para ello pretendió, en primer lugar, descubrir la estructura de la sociedad, esto es, descubrir cómo están trabadas las diversas partes de la sociedad. Y en segundo lugar, descubrir el mecanismo que pone en movimiento a la sociedad para transformarla. A la teoría que salió de ahí se la conoce como materialismo histórico.
La estructura de la sociedad quedará explicada entonces de la siguiente manera: en la base está la estructura económica o infraestructura. Esta estructura económica o infraestructura está compuesta por:
- Las fuerzas productivas: compuesta de maquinaria, trabajadores y materias primas.
- Las relaciones de producción: basadas en las relaciones de propiedad y que son las que dan origen a las clases sociales.
Sobre esa base se monta la estructura ideológica o superestructura, que está compuesta por las diversas formas de conciencia, conciencia que abarca aspectos jurídicos, políticos, religiosos, filosóficos, artísticos, etc.
El cambio de una forma social a otra se producirá de la siguiente manera:
- Las fuerzas productivas adquieren en un momento dado un gran desarrollo (por ejemplo: como consecuencia del descubrimiento de nuevas tecnologías) con lo cual las antiguas relaciones de producción ya no valen. Se produce un desajuste (contradicción) que motiva un cambio de relaciones de producción (revolución).
- Como consecuencia de ese cambio se produce una nueva conciencia ideológica (cambian las formas jurídicas, políticas, filosóficas, religiosas, etc.).
Como hemos visto, en este desarrollo Marx dará más importancia a la base material (estructura económica) que a la conciencia ideológica a la hora de explicar los cambios sociales, cosa que lo diferenciará radicalmente de Hegel. No obstante Marx considera que la forma de conciencia también influirá sobre la infraestructura económica (aunque deje sin explicar esta posible influencia, que, en cualquier caso, tendrá menor importancia).
Todo lo anterior podemos explicarlo como un ejemplo histórico: veamos cómo se produce el paso de la sociedad feudal a la capitalista:
En la sociedad feudal las fuerzas productivas básicas son las tierras, y los siervos de la gleba que trabajan las tierras. Pero las tierras son propiedad de los nobles, que tienen por ello el control de la economía. Al tener el control económico los nobles dominan totalmente la sociedad, de modo que imponen un sistema legislativo que les beneficia, imponen una religión (en este caso una determinada interpretación del cristianismo) que justifica la existencia de una sociedad fuertemente jerarquizada, un sistema filosófico y teológico, etc.
Pero en el seno de la sociedad feudal surgen los burgos, pequeñas ciudades dedicadas a la producción de bienes que no dependen directamente de la tierra. En los burgos la gente vive de lo que produce en los talleres artesanales (zapatos, ropa, cerámica, etc.). En los burgos aparecen dos clases sociales nuevas: los maestros y los oficiales, que, de momento, conviven con las propias de la sociedad feudal.
En los burgos renacentistas la fuerzas productivas están constituidas por una maquinaria todavía muy poco desarrollada (tornos manuales, fuelles hidráulicos, etc.) y un empleo escaso de materias primas para la producción de energía.
Pero a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX, una serie de cambios revolucionarán totalmente la sociedad. Estos cambios comienzan, como siempre, en las fuerzas productivas: así hacen su aparición nuevos sistemas de navegación (veleros, aplicación de brújulas, y más tarde barcos de vapor, etc.). el empleo de nuevas fuentes de energía (carbón, petróleo, y más tarde electricidad, etc.) y nueva y sofisticada tecnología (maquinas movidas por vapor, y más tarde por electricidad), etc.
Estas nuevas fuerzas productivas son controladas por ciertos sectores de habitantes de los burgos (burgueses), que convierten sus pequeños talleres artesanales y sus pequeños negocios de venta directa, en grandes fábricas y empresas de exportación. Con lo cual los antiguos maestros venidos a más tienen cada vez mayor poder económico en detrimiento de la nobleza feudal, dueños de las tierras. Y en consecuencia aparece aquí un conflicto, una guerra de intereses entre los señores feudales (que siguen controlando el Estado y el sistema legislativo) y la burguesía (que tiene cada vez mayor poder económico y aspira, por tanto, a hacerse también con el control ideológico, creando un nuevo modelo de Estado y de sistema legislativo que favorezca sus intereses). Así es como surgen las revoluciones liberales, o liberal-democráticas, alentadas por la burguesía en su lucha con la nobleza.
Una vez triunfante la burguesía aparece una nueva forma social, con nuevas fuerzas productivas, nuevas relaciones de propiedad, nuevo sistema jurídico, etc.
Marx presenta su concepción de la dialéctica como una inversión de la de Hegel. Allí donde Hegel trataba de la conciencia y de los procesos del pensamiento Marx tratará de la realidad material (el proceso productivo que ya vimos). Es la realidad material la que es dialéctica y a su desarrollo o llamamos materialismo histórico. La dialéctica de la realidad material dará origen a la historia: cada forma social (tesis) lleva implícita su negación (lucha de clases = antítesis) lo que conduce a otra forma social nueva (síntesis = nueva tesis). El final del proceso se produce con la llegada del comunismo (=desaparición de las clases sociales y por tanto de la contradicción).
Engels y el Materialismo Dialéctico (Diamat)
Ya hemos visto qué entendemos en general por materialismo, y por materialismo histórico. Sin embargo, Engels, y tras él muchos seguidores marxistas (pero no Marx) defendieron simultáneamente otra concepción del materialismo que pretendía explicar todos los fenómenos naturales y servir como marco generales en el que encuadrar el materialismo histórico. Este materialismo fue conocido materialismo dialéctico de la naturaleza (diamat).
Engles comienza criticando el materialismo tradicional que defendieron los atomistas antiguos o los materialistas franceses del siglo XVIII. Este materialismo, al que Engels llama materialismo histórico, considera a la materia como una masa fija e inerte. Por el contrario, el materialismo dialéctico de crear algo nuevo. Este dinamismo de la materia estaría regido por tres leyes dialécticas:
- Ley de la conversión de la cantidad en cualidad: según esta ley, los cambios cuantitativos acaban produciendo cambios cualitativos. Así una serie de pequeños cambios, acaban finalmente produciendo una revolución.
- Ley de compenetración de los opuestos (que explicaría a atracción y repulsión de los polos magnéticos, etc.).
- Ley de negociación de la negación (ejemplo: la negociación de la planta da lugar a la semilla, que al negarse da lugar a una nueva planta).
Resumiendo: el materialismo histórico es la concepción de la historia desarrollada por Marx, según cual, a la base de cada forma social están procesos materiales de producción (materias primas, tecnológicas y trabajadores) que establecen determinadas relaciones de producción antagónicas (lucha de clases), como consecuencia de las cuales se mueve la historia (dialéctica historia). Esta dialéctica histórica o dinamismo histórico o dinamismo histórico conduce (de un modo similar a la Hegel) de lo particular a lo total, es decir, de las formas sociales históricamente dadas hasta ahora, -escindidas en fracciones antagónicas- hasta la sociedad donde todos los individuos estén perfectamente integrados que será la sociedad comunista.
La Economía Capitalista
Marx dedica una especial atención al estudio de la economía capitalista a la que dedica la más voluminosa y elevadora de sus obras El capital, donde introduce –o recoge- toda una serie de categorías que le van a permitir una mayor precisión en el análisis de ducha sociedad. Tales son las de mercancía, plusvalía, valor (de uso y de cambio) etc.
El Análisis de la Economía Capitalista
El Capital comienza con un análisis de la mercancía. Llamamos mercancía a cualquier cosa que es elaborada con vistas a su intercambio por cualquier otra. Toda mercancía tiene un valor de uso y un valor de cambio.
El valor de uso es el que tiene en virtud de sus cualidades especificas (así la harina, la tela, un coche, unos zapatos) que permiten determinadas necesidades.