Kant: Razón, Conocimiento y Moral
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Sentido y finalidad de la filosofía kantiana: los dos usos de la razón
Se distinguen dos periodos en el pensamiento kantiano:
- Precrítico: Interés por la física y la metafísica.
- Crítico:Explicación de ambos saberes y aplicación a la ética en Königsberg.
Según Kant, los Problemas de la Filosofía se resumen en cuatro preguntas:
- ¿Qué puedo saber? (Matemáticas, física y metafísica)
- ¿Qué debo hacer? (Ética)
- ¿Qué cabe esperar? (Religión)
- ¿Qué es el hombre? (Síntesis de las tres anteriores, antropología)
Para responderlas, Kant distingue dos criterios en el uso de la razón:
- La razón puede ser utilizada:
- De forma empírica (material): información de la experiencia.
- De forma pura (formal): análisis de los elementos formales de la razón sin experiencia.
- La razón tiene:
- Un uso teórico: conocimiento, saber o ciencia.
- Un uso práctico: dirección de la acción humana según principios morales o ética.
Crítica de la Razón Pura
Introducción
Kant intenta responder a ¿Qué puedo saber? analizando la razón en su uso teórico. El conocimiento se manifiesta en forma de juicios:
- J. Analíticos: descriptivos, no amplían el conocimiento.
- J. Sintéticos: extensivos, amplían el conocimiento.
- J. a Priori: puros o formales, proceden de la razón, universales y necesarios.
- J. a Posteriori: empíricos, proceden de la experiencia, contingentes y particulares.
Luego existen:
- J. Analíticos a Priori
- J. Sintéticos a Posteriori
- J. Sintéticos a Priori: hacen posible la ciencia, universales y amplían el conocimiento.
En la Crítica de la Razón Pura, Kant trata de responder:
- ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la ciencia?
- ¿Son posibles en la metafísica?
La primera pregunta aplicada a:
- Matemática: Estética Transcendental (conocimiento sensible).
- Física: Analítica Transcendental (conocimiento intelectual).
- Metafísica: Dialéctica Transcendental (conocimiento racional).
Los juicios de las ciencias son juicios sintéticos a priori (amplian el conocimiento y proceden de la experiencia, pero son puros, formales y proceden de la razón, puestos por el sujeto para organizar la experiencia).
Se produce un “Giro Copernicano” en el problema del conocimiento. Kant supera el racionalismo y el empirismo al afirmar que en el conocimiento interviene tanto el sujeto como lo dado por los sentidos.
Las formas a priori son las condiciones para conocer los objetos. Este análisis es transcendental. La unión entre lo dado por los sentidos y las formas a priori constituye el fenómeno (objeto conocido). Lo no conocido es la realidad en sí o noúmeno.
Tres formas a priori en el sujeto:
- De la sensibilidad (espacio y tiempo).
- Del entendimiento (conceptos puros o categorías).
- De la razón (ideas de alma, mundo y Dios).
Estética transcendental
El conocimiento comienza con las sensaciones. La facultad para elaborarlas es la sensibilidad. Produce intuiciones. Los juicios sintéticos a priori son posibles en la matemática porque se centra en las formas a priori de espacio y tiempo.
Analítica transcendental
Une los datos de la sensibilidad mediante el entendimiento (facultad de pensar y juzgar). El entendimiento forma conceptos empíricos y, relacionándolos, emite juicios. Las categorías o conceptos puros son las formas a priori del entendimiento que permiten construir juicios, unificando los datos de la sensibilidad. “Las intuiciones sin categorías son ciegas, las categorías sin intuiciones son vacías” (Kant).
La categoría de causalidad explica los juicios sintéticos a priori en la física.
Dialéctica transcendental
Estudia la facultad que unifica lo conocido con el menor número de principios (condiciones primeras o incondicionadas, ideas):
- Idea de yo o alma: unifica los fenómenos de la experiencia interna.
- Idea de mundo: unifica los fenómenos de la experiencia externa.
- Idea de Dios: unifica las ideas de alma y mundo.
Estas ideas permiten pensar la totalidad de los fenómenos, pero no conocerla. No hay intuición empírica posible. La metafísica no puede ser una ciencia (no hay juicios sintéticos a priori). Al intentar conocer el alma, se cae en contradicciones (paralogismos). Al intentar conocer el mundo, en contradicciones (antinomias). Al intentar conocer a Dios, en ilusión transcendental.
Crítica de la Razón Práctica
Aunque no se dé conocimiento objetivo del mundo, del alma y de Dios en la razón teórica, su lugar está en la razón práctica. La libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios son postulados de la razón práctica:
- La libertad es condición y fundamento de la ley moral.
- La inmortalidad del alma: el alma no perece, pues la virtud no se alcanza en la vida terrenal.
- Dios: garantiza la unión entre ser y deber ser, entre virtud y felicidad (búsqueda del sumo bien).
Las éticas materiales proponen un bien para explicar la acción moral. Son empíricas, a posteriori, hipotéticas y heterónomas (fuera de la razón). La ética kantiana es formal: la voluntad no queda determinada por ningún contenido, sino solo por la forma.
Las éticas formales no establecen ningún principio último ni imponen normas de conducta. Son autónomas y a priori. No dicen qué hay que hacer; esto lo decide la voluntad racional. La ética formal indica cómo debemos actuar a través del Imperativo Categórico (ley moral):
- Primera formulación: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal”.
- Segunda formulación: “Obra de tal manera que la voluntad pueda considerarse a sí misma legisladora universal”.
- Tercera formulación: “Obra de tal manera que uses a la humanidad como un fin y nunca como un medio”.
Una acción humana es buena cuando se hace por deber, el deber por el deber, no cuando se respeta la ley moral para llegar a un fin.