Kant y el Problema del Conocimiento: Metafísica y Crítica de la Razón Pura

Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 3,88 KB

Kant y el Problema del Conocimiento: Metafísica y la Crítica de la Razón Pura

El problema del conocimiento en Kant intenta explicar si la Metafísica es posible como ciencia. Esta cuestión se aborda en su obra Crítica de la Razón Pura. En la Crítica de la Razón Pura, Kant somete a crítica a la razón, valiéndose de la misma razón, en una situación de examen previo a toda experiencia. Sugiere como hipótesis que el punto de vista de que el conocimiento no se rige por el objeto, sino éste por el conocimiento, ya que, aun admitiendo que todo conocimiento comienza por o con la experiencia, no todo proviene de ella.

Por consiguiente, sólo se conoce cuando resulta posible imponer al objeto aquellos elementos a priori, propios del sujeto, que posibilitan un conocimiento universal y necesario. Kant buscó un camino intermedio entre el dogmatismo racionalista y el escepticismo empirista. Se opone a la tesis empirista de que todo conocimiento viene de la experiencia; es decir, si bien admite que todo conocimiento comienza con la experiencia, añade que no todo conocimiento proviene de la experiencia. Hay un elemento a priori en el conocimiento que es esa fuente de conocimiento previa a la experiencia que consiste en la propia estructura del entendimiento, de la subjetividad cognoscitiva.

De esta forma, el a priori que admite Kant, se convierte en algo activo y estructural. Nosotros no conocemos las cosas tal y como son en sí mismas, sino que de las cosas sólo conocemos aquello que ponemos en ellas, no conocemos noúmenos, sino fenómenos. Dicho en otras palabras, ya no es la realidad quien impone sus esquemas a la mente, sino la mente quien impone sus esquemas a la realidad, el giro copernicano. A esta filosofía se la denomina con el nombre de idealismo.

Kant habla de juicios, y dentro de los juicios establece las siguientes distinciones, que se podrán combinar entre sí:

  • Los juicios se pueden dividir, por un lado, en analíticos (aclaran el sentido de los términos, pero no dan ninguna otra información) y sintéticos (aportan información).
  • Los juicios se pueden dividir, por otro lado, en a priori (independiente de la experiencia) y a posteriori (depende de la experiencia).

La Crítica de la Razón Pura se divide en tres partes: la Estética Trascendental, la Analítica Trascendental y la Dialéctica Trascendental.

Estética Trascendental

En la Estética trascendental aborda su doctrina sobre la percepción sensible. Espacio y tiempo son considerados como las dos formas aprióricas de nuestra percepción intuitiva sensible. Constituyen las dos las formas primarias y fundamentales de organización del material bruto de la sensación, y que, mediante una primera elaboración, elevan dicho material a la posibilidad de conocimientos. Por el sentido externo se le aparecen los objetos como estando fuera de su persona, el espacio. Por medio del sentido interno la mente se intuye a sí misma, y percibe los objetos en el tiempo. Todo conocimiento comienza con la experiencia y la sensibilidad es la primera capacidad de conocer, no hay objeto posible de conocimiento sin referencia a la sensibilidad. Ser pasivamente receptivo ante algo supone necesariamente «sentir» ese algo en la medida en que uno está capacitado para ello; no sentimos en nuestra sensibilidad las cosas tal como son, sino tal como somos capaces de sentirlas. En lo conocido por la sensación, el fenómeno, Kant distingue una materia y una forma. A la materia corresponde todo cuanto es empírico; la forma es la manera como puede conocerse lo que es empírico. La forma no es sensación, sino una condición de la sensación; por ello es a priori.

Entradas relacionadas: